Trump busca que las tropas en Afganistán vuelvan en Navidad
8 de octubre de 2020
Los talibanes recibieron "con satisfacción" el anuncio, que de cumplirse adelantaría seis meses lo acordado en las conversaciones previas de paz entre Estados Unidos y los yihadistas antes del actual diálogo intraafgano.
Un soldado estadounidense en Afganistán, en una imagen de archivo.Imagen: AFP/W. Kohsar
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo anoche que quiere que todas las tropas de Estados Unidos que quedan en Afganistán, unos 10.000 soldados, retornen para Navidad, acelerando el calendario para terminar la guerra más larga en la que se ha involucrado Washington. "¡Deberíamos traer a casa al pequeño número de valientes hombres y mujeres que sirven en Afganistán para Navidad!", indicó en Twitter.
"El Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes) acoge con satisfacción este anuncio y lo considera como un paso positivo en la implementación del acuerdo firmado entre el Emirato Islámico de Afganistán y Estados Unidos" en Doha, dijo este jueves (08.10.2020) en un comunicado el principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
En un acuerdo alcanzado el 29 de febrero en Catar con los talibanes, Estados Unidos prometió retirar todas sus tropas para mediados de 2021, a cambio de promesas de los insurgentes de no permitir a extremistas establecerse en Afganistán. Desde entonces, los talibanes han abierto conversaciones en Doha con el gobierno afgano, pero las reuniones se estancaron rápidamente. "El Emirato Islámico está comprometido con las disposiciones del acuerdo y espera tener relaciones positivas y buenas con todos los países, incluido Estados Unidos, en el futuro", añadió Mujahid.
La promesa de Trump se produce un mes antes de las elecciones estadounidenses en las que el presidente, que va rezagado en las encuestas, intenta demostrar que está cumpliendo su promesa de terminar las "guerras sin fin". Después de 19 años de operaciones militares estadounidenses, la postura de Trump goza de un amplio apoyo, mientras que su rival demócrata Joe Biden, crítico durante su tiempo como vicepresidente de una mayor participación de Estados Unidos en Afganistán, también respalda una retirada.
lgc (afp/efe)
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hossaini
Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
Imagen: Reuters
La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
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Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Shirzad
Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.