El presidente de EE. UU., Donald Trump, aseguró en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo palestino, Mahmud Abbas, que la paz no puede surgir donde se recompensa la violencia.
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"La paz nunca puede arraigar en un lugar donde la violencia es tolerada, financiada e incluso recompensada", señaló el mandatario estadounidense, al resaltar que su par palestino "se ha comprometido a tomar medidas firmes y necesarias para luchar contra el terrorismo".
En repetidas ocasiones, el presidente estadounidense había señalado que alcanzar la paz en la región "no es tan difícil como parece", pero ayer cambió este discurso en Jerusalén para admitir que es una tarea complicada.
Trump aprovechó la ocasión para expresar sus condolencias a las familias de las víctimas del atentado contra un concierto de la artista pop Ariana Grande en la ciudad británica de Manchester y calificar a los responsables del ataque como unos "malditos fracasados".
"Estamos en total solidaridad con Reino Unido", dijo en su conferencia de prensa con Abbas, en la que lamentó que tanta gente "joven y bella" haya perdido la vida. La sociedad no puede ofrecer ningún apoyo al terrorismo y el derramamiento de sangre. El de Manchester fue un ataque contra tantos niños inocentes, hay que erradicar el apoyo al terrorismo, "esta ideología enferma tiene que desaparecer", insistió.
También Abbas condenó el hecho como un "atentado terrorista terrible" y lamentó la muerte de decenas de inocentes. "Le transmito mi pésame a la primera ministra (Theresa May), a los familiares y al pueblo británico", añadió.
"La Ciudad de la Paz da la bienvenida al Hombre de la Paz"
El mandatario estadounidense llegó a la ciudad cisjordana de Belén para entrevistarse con el presidente palestino, sobre las posibilidades de reiniciar un proceso de paz con Israel. La comitiva oficial llegó a la Muqata, el palacio presidencial, a las 09.58 hora local (06.58 GMT).
Los vehículos de la comitiva redujeron la velocidad cuando se acercaban al puesto de control militar israelí de la Tumba de Raquel y, tras cruzarlo, recorrieron la avenida decorada con banderas palestinas y estadounidenses y con carteles con la imagen de Trump y Abbas y el mensaje: "La Ciudad de la Paz da la bienvenida al Hombre de la Paz".
Para llegar a Belén, la comitiva oficial estadounidense tuvo que cruzar el puesto de control militar israelí a las afueras de la ciudad, que Trump atravesó en su vehículo oficial, "La Bestia".
"La presencia de seguridad a lo largo de la ruta hacia Cisjordania era sobresaliente, incluso para los estándares habituales de protección presidencial", aseguró un periodista que viaja con la comitiva.
Los principales accesos de seguridad amanecían esta mañana con un enorme dispositivo de seguridad y la Policía palestina había cortado totalmente el tráfico rodado a lo largo de la principal avenida que cruza la urbe (la carretera Jerusalén-Hebrón) y varias calles adyacentes.
Alrededor de 2.000 agentes palestinos participan en las labores para garantizar la seguridad. Trump no visitará la Basílica de la Natividad donde la tradición sitúa el nacimiento de Jesús.
¿Visión para el Cercano Oriente?
Abbas estuvo en Washington este mes y asistió además, como Trump, a la cumbre islámico-estadounidense organizada en Riad, Arabia Saudí, el pasado fin de semana.
Se espera que Trump presente su visión para un futuro de paz en Cercano Oriente en un discurso que pronunciará en el Museo de Israel este martes en Jerusalén. El lunes, el presidente atacó en Israel el acuerdo nuclear alcanzado con Irán en 2015, uno de los hitos de la Presidencia de su predecesor Barack Obama, y llamó a los líderes israelíes a unirse con sus vecinos árabes contra Teherán, su enemigo común.
RML (efe, dpa)
Jerusalén en 1967 y 2017, 50 años después
La ciudad de Jerusalén ha sido uno de los puntos más espinosos del conflicto israelí-palestino. DW compara la ciudad de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, con la de hoy, 50 años después.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
El monte de los Olivos en la actualidad
La antigua muralla de la ciudad, el domo con la cúpula dorada y la mezquita con la Cúpula de la Roca se pueden divisar desde la cima de la montaña que se halla en la parte este de la ciudad. El cementerio judío del monte de los Olivos está situado en la parte oeste y sur de las laderas de la montaña. Este es el cementerio judío de uso regular más antiguo del mundo.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
El monte de los Olivos hace 50 años
Si no fuera por la antigua ciudad otomana y el santuario en el fondo, los espectadores no se darían cuenta de que se trata de la misma ciudad. La imagen fue tomada el 7 de junio de 1967 durante la Guerra de los Seis Días.
Imagen: Government Press Office/REUTERS
La mezquita de Al-Aqsa
Al-Aqsa, con su cúpula plateada y amplia entrada, está ubicada en el Monte del Templo. Los musulmanes llaman a esta mezquita el "noble santuario". Es el lugar más sagrado en el judaísmo. Se creía que había dos templos bíblicos. Para los sunitas es el tercer sitio más santo tras la Meca y Medina. Durante mucho tiempo hubo muchas tensiones debido al control del área del Monte del Templo.
Imagen: Reuters/A. Awad
La Mezquita de Al-Aqsa hace medio siglo
El nombre de Al-Aqsa significa "la mezquita más lejana". Se trata de la mayor mezquita en Jerusalén. Israel controla esta área después de haber conquistado toda la ciudad de Jerusalén durante la Guerra de los Seís Días, en 1967, accediendo así otra vez a sus lugares religiosos. Los líderes de entonces estuvieron de acuerdo en que el Monte del Templo fuese administrado por un "Wagf" islámico.
Imagen: Reuters/
La Puerta de Damasco hoy
Esta histórica puerta, llamada así por el hecho de que la calle conduce desde ahí hacia el norte, hasta Damasco, es una entrada muy transitada hacia la parte palestina de Jerusalén Este y a los animados bazares. Aquí han tenido lugar incidentes perpretados por los palestinos contra los israelíes en los últimos dos años.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
La Puerta de Damasco hace 50 años
La puerta en sí, lo que vemos en la actualidad, fue construida por el sultán otomano Suleiman el Magnífico entre 1536 y 1542. La imagen es muy similar a la de 1967. Siete entradas permiten el acceso a la ciudad vieja y sus barrios separados.
Imagen: Reuters/
La ciudad vieja hoy
La vibrante ciudad vieja de Jerusalén es desde 1981 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, lugar relevante para muchas religiones: la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa para los musulmanes, el Monte del Templo y el Templo de las Lamentaciones, para los judíos, y el Santo Sepulcro, para los cristianos. Es un lugar de mucho tránsito, colorido e ideal para ir de compras y para comer.
Imagen: Reuters/A. Awad
La ciudad vieja hace medio siglo
Esta imagen fue tomada en julio de 1967, pero 50 años más tarde las cosas no han variado mucho aquí. Los chicos siguen portando en sus cabezas bandejas con dulces de sésamo, los "bagels", como en la imagen, por el precio de 1 euro la unidad.
Imagen: Reuters/Fritz Cohen/Courtesy of Government Press Office
Muro de las Lamentaciones hoy
Esta parte del antiguo muro de caliza en la ciudad vieja de Jerusalén es uno de los muro-soporte del Monte del Templo. Es el lugar más religioso para los judíos. Acuden aquí para rezar y quizá para introducir una nota en una grieta de la pared. Hay una parte para hombres y otra para mujeres. Todo el mundo puede visitarlo durante todo el año, tras haber pasado el riguroso chequeo de seguridad.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
Muro de las Lamentaciones hace 50 años
En esta foto de 1967 del Muro Occidental o de las Lamentaciones, un término que no gusta y no usan los judíos, se ve a la gente acercándose al muro después de que Israel volviera a tener el control de esta parte de la ciudad tras la Guerra de los Seis Días. Los judíos tuvieron prohibido visitarlo durante los19 años que duró la ocupación jordana.