Trump sopesa centro de crisis para contener el "Rusiagate"
29 de mayo de 2017
Según "The Washington Post", se está planteando crear un centro de crisis siguiendo un modelo similar al que se utilizó durante la presidencia de Bill Clinton para manejar el escándalo sexual de Monica Lewinsky.
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La administración Trump sopesa crear un centro de crisis interno para intentar contener la escalada del llamado "Rusiagate", el escándalo por la presunta alianza entre el equipo de campaña del presidente y Moscú, según publica hoy (28.05.2017) la prensa estadounidense.
Según el diario The Washington Post, la Casa Blanca planea una reorganización de su equipo de comunicación. Aunque todavía no se ha tomado una decisión al respecto, uno de los posibles cambios que se barajan es la sustitución del portavoz Sean Spicer, quien ha tenido problemas a la hora de transmitir el mensaje de Donald Trump a la prensa y al público.
"War room"
Este diario también asegura que se está planteando crear un centro de crisis interno ("war room"), siguiendo un modelo similar al que se utilizó en la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton para manejar el escándalo sexual de la becaria Monica Lewinsky y otras crisis.
Clinton estableció un equipo de abogados y asesores de comunicación y expertos políticos, separado de la estructura de la Casa Blanca, para manejar estos asuntos. De este modo, el equipo de comunicación de Trump podría centrarse en promocionar la agenda del presidente.
El FBI investiga al yerno de Trump
La prensa estadounidense reveló esta semana que su yerno y asesor presidencial, Jared Kushner, está en el foco de la investigación del FBI sobre los presuntos nexos entre la campaña electoral de Trump y Moscú. El diario The Washington Post publicó que el yerno de Trump intentó establecer "un canal secreto y seguro de comunicación" entre el equipo de transición de Trump y el Kremlin.
FEW (dpa, Reuters)
¿Cuánto poder tiene el presidente de EE. UU.?
Quien ocupe la Casa Blanca tiene poder global, o al menos eso se supone. Pero las cosas no son tan claras. Las facultades del mandatario estadounidense son limitadas, aunque el sistema le deja resquicios.
Imagen: Klaus Aßmann
Lo dice la Constitución
La gestión del presidente de Estados Unidos dura cuatro años. Luego de dos periodos, como máximo, debe irse. El presidente es el jefe de Estado y de Gobierno. Él dirige el sistema gubernamental. Dentro de sus tareas está llevar a cabo las leyes expedidas por el Congreso. Cerca de cuatro mil personas trabajan para el Ejecutivo. Es el diplomático del más alto rango.
Imagen: Klaus Aßmann
Control y rendición de cuentas
Los tres poderes tienen facultades para controlarse entre sí. El presidente puede otorgar indultos y nombrar jueces federales con la aprobación del Senado. El presidente nombra, entre otros, a sus ministros y embajadores y somete losnombramientos al Senado. Es uno de los controles legislativos al Ejecutivo.
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El "Estado de la Unión"
El presidente debe informar al Congreso sobre la situacion del país, y actualmente esto sucede a través del Discurso sobre el Estado de la Nación. En él no puede proponer iniciativas de ley, pero el mandatario sí está facultado para subrayar temas de importancia nacional. Con ello, el presidente puede ejercer en público cierta presión política sobre el Congreso.
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No puede decir simplemente "no"
Las leyes aprobadas por el Congreso entran en vigor solo con la firma del Presidente. Pero el Presidente puede interponer un veto. La ley vuelve entonces al Congreso. El Congreso puede levantar el veto, con los votos de por lo menos dos terceras partes de los legisladores. Según el Senado, en Estados Unidos han sido revertidos 111 de 1.500 vetos regulares; es decir, poco más del siete por ciento.
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Zonas grises
Ni la Constitución ni los fallos de la Corte Suprema establecen límites definitivos al poder del presidente. Una interpretación jurídica da pie al llamado "veto de bolsillo". Bajo condiciones muy específicas, el presidente puede "esconder en su bolsillo" iniciativas de ley, que son declaradas sin vigencia. El Congreso no puede anular este tipo de veto, que ha sido usado más de mil veces.
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Indicaciones que son leyes
El presidente le puede dictar a sus colaboradores en el gobierno cómo deben cumplir sus obligaciones. Las llamadas "órdenes ejecutivas" tienen carácter de ley y nadie las debe aprobar. Pero estas indicaciones pueden ser revertidas en la corte, o el Congreso pude emitir un "antídoto" en forma de una ley. El presidente entrante no puede revertir las órdenes ejecutivas de su predecesor.
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Saltándose al Congreso...
El presidente puede negociar acuerdos con otros países, aunque al final se necesita la aprobación de dos terceras partes del Senado. Para librar este obstáculo, los presidentes recurren a los llamados "acuerdos ejecutivos". Son convenios que no deben pasar por el Congreso. Están vigentes mientras el Congreso no presente objeciones que anulen la vigencia de los acuerdos.
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Declaraciones de guerra
El presidente es el comandante supremo de las fuerzas armadas. Pero es el Congreso el que declara la guerra. No está claro en qué medida el presidente puede dirigir al país a un conflicto armado. El Congreso consideró que con la Guerra de Vietnam se cruzó un límite de tolerancia, y reaccionó emitiendo algunas leyes. El presidente puede abrogarse facultades mientras no haya reacción del Congreso.
Imagen: Klaus Aßmann
El control definitivo
Si un presidente abusa de su poder, la Casa de Representantes puede iniciar un procedimiento de destitución del cargo. Hasta la fecha, ha sido invocado en dos ocasiones, sin éxito. Pero hay un instrumento jurídico más poderoso: el Congreso decide sobre los presupuestos: aprueba las partidas y puede cerrar las arcas públicas al presidente. Autora: Uta Steinwehr (Ilustraciones: Max Assmann)