Los inestables cimientos de la política económica de Trump
Jeffrey Michels (RMR/ER)21 de julio de 2016
La política económica de Trump parece ser con frecuencia vaga o irresoluta. Además, los economistas del espectro político no la ven con buenos ojos. ¿Pero cambiará ahora el rumbo al ser el candidato presidencial?
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La política económica de Trump está en la mira. La agencia de calificación de riesgos Moody´s calcula que sus propuestas, si se implementaran, podrían costar un total de 3,5 millones de puestos de trabajo. Las repercusiones podrían generar una “ prolongada recesión” en el país. El Congreso, por su parte, considera que las propuestas electorales muy rara vez se aplican legislativamente. La esperanza de Trump de llegar a la presidencia dependerá, en gran medida, de cómo aborde los temas económicos. Estas son las propuestas que ha realizado hasta ahora.
Comercio exterior
Trump ha pedido repetidamente el aumento del proteccionismo. Ha arremetido contra el Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos por destruir los puestos de trabajo en el país. También ha tachado al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica de ser “un acuerdo terrible” para Estados Unidos. Dice que revocaría ambos. Al mismo tiempo, se espera que ponga fin a las dificultosas negociaciones de acuerdo comercial de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (ATCI o TTIP) entre Estados Unidos y la Unión Europea.
En Alemania, el sector comercial también está inevitablemente preocupado, porque además de la influencia general que posee la mayor economía del mundo sobre su propio bienestar, Estados Unidos es el mayor comprador de lo “Made in Germany”. En Alemania, muchos temen la victoria de Trump en las próximas elecciones de noviembre sería el segundo shock económico del año tras el “brexit”.
Deudas e impuestos
Las posturas sobre impuestos han sido siempre temas decisivos entre los candidatos a la presidencia del país. De nuevo, Trump no ha articulado todavía una política clara. En principio anunció la intención de recortar impuestos a todos los estadounidenses, en una propuesta que desveló en septiembre de 2015. Más tarde expresó estar abierto a aumentar los impuestos a los ricos. Esto supondría una ruptura con décadas de oposición republicana al aumento de impuestos de cualquier tipo. Sin embargo, siguió apoyando la idea de bajar impuestos a la clase media y los negocios. También estuvo en un principio a favor de aumentar el salario mínimo, pero ahora prefiere dejar que “los Estados decidan”.
Trump caviló renegociar con los prestamistas la reestructuración de la enorme deuda en caso de que la economía sufriera por ello, una posibilidad que afectaría a la credibilidad del Gobierno. Cambió de opinión tras chocar contra el rechazo de muchos, como por ejemplo, la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
Inmigración
Las propuestas de Trump más preocupantes, en muchos sentidos, han sido la construcción de un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, y la deportación de más de 11 millones de personas que habitan en el país ilegalmente. Tales medidas, particularmente la última, tendrían graves consecuencias económicas, sin mencionar los costes sociales.
Estas medidas privarían a los Estados Unidos de una amplia legión de contribuyentes, consumidores y trabajadores. Se dice que alrededor de siete millones de inmigrantes forman parte de la mano de obra del país. Hacen trabajos que el resto de la población no desea. Muchos economistas pronostican la contracción de la economía estadounidense si se materializaran las propuestas migratorias.
Energía
Finalmente, Trump se ha decidido a promover las fuentes tradicionales de energías no renovables. Para ello, se rodeó de escépticos con respecto al cambio climático. Se ha comentado que está considerando nombrar Secretario de Energía al magnate petrolero de Oklahoma Harold Hamm .Hamm acumuló, en la pasada década, muchas riquezas a través del cuestionado “fracking”.
El ascenso político de Trump está indudablemente relacionado con su atractivo populista. Las élites económicas no pueden simplemente esperar que él vaya a dejar de emplear el lenguaje que, hasta ahora, ha demostrado ser exitoso para su campaña.
Políticos en la mira de la sátira
Trátese de Merkel, Putin, Trump o Bush: cada quien tiene su propio estilo de hacer política y también reacciona de forma diferente a la sátira.
Imagen: ZDF Neo Magazin Royale
Angela Merkel
Durante el apogeo de la crisis del euro, muchas revistas y periódicos griegos retrataron a la canciller alemana, Angela Merkel, con símbolos nazis. En la portada que se puede ver en la imagen, la revista satírica "Mystiki Ellada" mostró en 2012 a Merkel vestida con el uniforme de soldado del Ejército de la Alemania nazi. En ningún momento la canciller sopesó proceder legalmente contra el medio.
Imagen: picture-alliance/Rolf Haid
Vladímir Putin
Las fotos vacacionales del presidente ruso, Vladímir Putin, sirven de inspiración a humoristas satíricos de todo el mundo. Desde que el hombre fuerte del Kremlin se dejó fotografiar montando a caballo a pecho descubierto, el torso desnudo del presidente es un motivo muy popular, por ejemplo en el Carnaval de Colonia de 2015.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Weihrauch
Donald Trump
El precandidato presidencial republicano Donald Trump es el blanco predilecto de muchos caricaturistas y humoristas. No obstante, el magnate es muy sensible a las críticas. El periódico Boston Globe publicó un encabezado ficticio, en el que hace parodia de las propuestas del precandidato en torno a la política de inmigración. Trump calificó al diario de “estúpido” y “despreciable”.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/The Boston Globe
Kim Jong-Un
El dirigente comunista de Corea del Norte no tiene mucho sentido del humor. Para impedir que la película satírica “La entrevista” se estrenara en 2012 en los cines estadounidenses, el régimen norcoreano lanzó una serie de ataques cibernéticos. Los estudios cinematográficos Sony fueron hackeados, y también se registraron muchas amenazas de atentados contra cines estadounidenses.
El expresidente estadounidense George W. Bush es uno de los políticos que más ha inspirado a los cómicos en Estados Unidos. La supuesta falta de intelecto del exmandatario de origen tejano ha sido motivo de burla por parte de los humoristas.
Imagen: Getty Images/M. Tama
Jaroslaw Kaczynski
A principios de año, un carro alegórico del desfile del Carnaval de Dusseldorf provocó tensiones diplomáticas entre Alemania y Polonia. Esta es representada como una mujer maltratada y pisoteada por el líder del partido de los nacionalconservadores, Jaroslaw Kaczynski. El ministro de Relaciones Exteriores polaco dijo que el carro mostraba el “desprecio hacia Polonia y los políticos polacos”.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Gambarini
Benjamín Netanjahu
El primer ministro israelí suele ser objeto de burla del programa de televisión “Eretz Nehederet” (Un país hermoso). En esta escena, los cómicos hacen una parodia de las negociaciones entre el jefe de Estado de Israel y la organización palestina Hamás. No obstante, Netanyahu nunca se ha indignado. Al contrario, en 2013 visitó el programa como invitado estelar.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Guez
Winston Churchill
La sátira política tiene una larga tradición: esta caricatura británica de 1915 muestra a Winston Churchill, que en aquel entonces era ministro de Marina, como un Aquiles desaliñado en la guerra de Troya. El dibujo que lleva el título “La lucha de los barcos” hace alusión a la guerra marítima por los Dardanelos, que perdió Churchill.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Hugo Chávez
El difunto expresidente venezolano Hugo Chávez tampoco se salvó de la sátira, como se puede apreciar en esta caricatura de 2012. Muchas personas cercanas al exmandatario aseguran que tenía un excelente sentido del humor y que sus bromas estaban cargadas de metáforas. Por ejemplo, se hizo famosa su frase “huele a azufre” con la que se refirió a George W. Bush.
Imagen: Roberto Weil
Jamenei y Carrell
En 1987 una sátira del líder de la revolución iraní, el ayatolá Jamenei, provocó un escándalo en la televisión alemana. El moderador Rudi Carrel había mostrado un montaje fotográfico de Jamenei: durante una visita de Estado a Alemania manifestantes supuestamente lanzan ropa interior contra el ayatolá. Como consecuencia, dos diplomáticos alemanes fueron expulsados de Teherán.
Imagen: picture-alliance/dpa/I. Wagner
Erdogan y Böhmermann
Aún está por verse si el poema del cómico alemán Böhmermann sobre el presidente turco llevará a una crisis diplomática parecida a la de 1987. Está claro que no es la primera ni la última vez que la sátira política provoca tensiones diplomáticas a nivel internacional.