En la mañana, los rebeldes árabe-kurdos denunciaron ataques aéreos contra sus posiciones en Al Amarna, donde más tarde hubo choques contra tanques turcos.
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Fuerzas locales kurdo-árabes se enfrentaron este sábado (27.08.2016) en el norte de Siria con tanques del Ejército de Turquía, que cruzaron la frontera para reforzar la ofensiva militar desplegada por Ankara contra el Estado Islámico en la ciudad de Jarabulus y, de paso, expulsar de la región a las milicias kurdas que combaten con especial éxito a las unidades de los yihadistas en Siria y también en el norte de Irak.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los enfrentamientos se produjeron cerca de la localidad de Al Amarna. “Tanques turcos avanzaron por el sur de la frontera, en la provincia de Alepo, y se produjeron los enfrentamientos”, detalló Rami Abdelrahman. Otra fuente confirmó a la agencia AFP los choques entre los combatientes locales, pertenecientes a la milicia Consejo Militar de Jarabulus, y las fuerzas turcas.
“Es la primera escaramuza desde que los tanques de Turquía ingresaron al territorio sirio el miércoles”, dijo Abdelrahman. Horas antes, la milicia rebelde había acusado a la aviación turca de bombardear sus posiciones en Al Amarna, localidad ubicada ocho kilómetros al sur de Jarabulus. Al respecto, las fuerzas de la coalición kurdo-árabe señalaron que el bombardeo sentaba un “precedente peligroso”.
En horas de la tarde, Turquía reconoció que un soldado había muerto y otros tres habían resultado heridos en un ataque con mortero.
“Nuevo foco de conflicto”
En un comunicado, el Consejo Militar aseguró que dichos bombardeos también causaron heridas a civiles, aunque no ofreció más detalles al respecto. Según la nota, los ataques aéreos turcos “suponen una grave escalada que amenaza la situación en la zona y que la convierte en un nuevo foco de conflicto en medio de amenazas lanzadas por parte de facciones de la ocupación turca”, en referencia a los grupos rebeldes apoyados por Turquía.
El Ejército turco irrumpió en el norte de Siria en apoyo de unos 2.000 combatientes del Ejército Libre Sirio, que tomaron control de Jarabulus, para evitar que la ciudad fuera liberada de los yihadistas por las fuerzas kurdo-sirias que avanzaban hacia ella. La operación, conocida como “Escudo Éufrates”, tiene como finalidad impedir que los kurdos controlen la zona al oeste del río Éufrates.
En tanto, los rebeldes sirios anunciaron la conquista de varios pueblos situados al sur de Yarablus que se encontraban en manos del EI, avanzando así hacia zonas controladas por unidades de las Fuerzas Democráticas Sirias, nombre que reciben las unidades lideradas por los kurdos.
DZC (AFP, dpa, EFE)
¿Qué queda de Palmira?
En 2015, el Estado Islámico impactó al mundo al destruir monumentos de la antigua ciudadela de Palmira. Una exposición en Colonia muestra dibujos que documentan el esplendor de esas maravillas de la humanidad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Artista, arquitecto, arqueólogo
Como muchos de quienes viajaron hacia Oriente en el siglo XVIII, el artista francés Louis-François Cassas provenía de una familia de clase acomodada. Su padre era marqués y agrimensor real. En 1785, Louis-Francois estuvo dos meses en Palmira, haciendo croquis de prácticamente todas las ruinas de ese legendario centro cultural de la Antigüedad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Lo que quedó
Cassas encontró solo ruinas en Palmira. Sin embargo, en lugar de dibujar lo que veía, intentó reconstruir la ciudad y poner sobre el papel su antiguo esplendor. El museo Wallraf-Richartz de Colonia tiene 123 de esos dibujos en su colección. Algunos de ellos fueron restaurados para la exhibición "Palmira: ¿qué queda?", que también muestra la destrucción provocada por los terroristas en la región.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Oasis para comerciantes
Palmira está ubicada a medio camino entre Damasco y la frontera con Irak. Erigida entre los siglos I y III d. C., los monumentales edificios se mantenían bien preservados, como mudos testigos de la magnificencia de la ciudad greco-romana. Caravanas de comerciantes trasladaban especias, gemas preciosas y ropas a la ciudad.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Daniel Lohmann
Diferentes estilos e influencias
Con el tiempo, Palmira fue mezclando su arquitectura greco-romana con estilos locales. El teatro romano semicircular tiene una fachada diseñada al estilo de un palacio oriental. En ese escenario se presentaban obras en arameo.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Marczok
Fascinación con la historia
Artistas y arquitectos han intentado desde fechas tan tempranas como el siglo XV revivir el espíritu de la antigua ciudad. Pero la perspectiva de Cassas era única: usando colores diferentes, distinguió la arquitectura existente de la imaginaria en sus dibujos. El negro representa a la realidad, el rojo señala sus reconstrucciones.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
El centro de la vida religiosa
El templo de Bel fue construido hacia fines del siglo II d. C. bajo dominio romano. Bel era el equivalente local para el dios griego Zeus. La arquitectura combina tradiciones arquitectónicas romanas y griegas, con la adición de ornamentaciones orientales.
Imagen: Wallraf-Richartz-Museum/Fondation Corboud
Perdido para siempre
El templo de Baalshamin, de aproximadamente dos mil años de antigüedad y una de las estructuras más completas halladas en Palmira, fue una de las maravillas destruidas por el Estado Islámico. Baalshamin, el "Señor del Cielo", era una de las deidades supremas de Palmira.
Imagen: Reuters/Stringer
Cuánto se perdió y cuánto queda
La Gran Columnata fue la principal avenida de la ciudad. Allí había tiendas a ambos lados de la calle, además del mercado del Ágora, un teatro y un complejo de baños romanos. Cuánto destruyeron los fanáticos del Estado Islámico y cuánto quedará para la posteridad es hoy un misterio. Habrá que esperar que las fuerzas del gobierno sirio terminen de expulsar a los insurgentes de la región.