¿Por qué los rusos viajan al extranjero para inmunizarse?
Markian Ostaptschuk
24 de noviembre de 2021
La vacuna rusa Sputnik V no está reconocida en el extranjero, por lo que el turismo de vacunas está ganando impulso en Rusia. DW averiguó quién organiza los viajes y por qué los rusos salen de su país para inmunizarse.
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No está claro si la vacuna rusa Sputnik V será aprobada en Occidente en el futuro. Este hecho dificulta la vida a bastantes rusos, porque para acceder a muchos países se debe certificar haber sido inoculado con una vacuna aprobada por la UE. Pero no solo los amantes del turismo se ven afectados, sino también los ciudadanos rusos que viajan al extranjero por motivos laborales o familiares. Sin un certificado de vacunación, en algunos países ni siquiera se puede cenar en un restaurante o registrarse en un hotel.
En abril, algunos europeos viajaron a Rusia para vacunarse con Sputnik V. En ese momento, las tasas de incidencia en los países de la UE eran altas y las vacunas solo estaban disponibles para personas de alto riesgo por la edad, el estado de salud o el trabajo. En Rusia, sin embargo, la Sputnik V era gratuita y se podía conseguir rápidamente. Sin embargo, la situación se invirtió en septiembre: la demanda de viajes para vacunarse en Rusia cayó, y los rusos comenzaron a interesarse por las vacunas en Europa.
Serbia, popular entre turistas rusos de vacunas
"En septiembre, los clientes habituales de algunas empresas de viajes se dieron cuenta de que el proceso de aprobación de Sputnik V se estaba prolongando demasiado, por lo que pidieron a las empresas que les ayudaran a obtener acceso a una vacuna aprobada por la OMS", dijo Maja Lomidze, gerente de la Asociación de Operadores Turísticos Rusos. Así surgió el turismo de vacunación. Junto con socios extranjeros, las empresas comenzaron a organizar viajes a países donde los extranjeros podían vacunarse.
En la actualidad, un turista ruso solo puede vacunarse en tres países europeos: Serbia, el país más popular, seguido de Croacia y Grecia. Y si bien los organizadores planificaron entre 10 a 20 viajes de vacunación por mes en septiembre, a fines de octubre recibían entre 10 y 20 peticiones diarias.
Rusia: turismo de vacunas
02:27
Vacunas para rusos, también en Alemania
Según Iwetta Verdija, del turoperador ruso BSI Group, hay varias razones por las que los viajes de vacunación son tan populares en este momento: "Quien sea inoculado con una vacuna aprobada por la OMS o los países de la UE tiene muchas oportunidades de viajar a países europeos. Algunos quieren poder visitar a sus padres mayores en Europa, otros tienen hijos allí o están constantemente de viajes de negocios. No pueden hacerse tests cada tres días para ir a un restaurante".
El Group BSI también ofrece a rusos viajes de vacunación a Alemania. Sin embargo, son más caros y difíciles de obtener. Maja Lomidze dice que la vacunación sola costaría entre 500 y 800 euros en Alemania, más el intérprete, alojamiento, etc. Más caro que en Serbia, por ejemplo.
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"Poder viajar por el mundo con facilidad"
El moscovita David Afanasiadi tuvo la "oportunidad de vacunarse" durante un viaje de negocios a Niza, donde se inoculó con BionTech/Pfizer. Aún tenía visa de turista prepandémica y una invitación de negocios para entrar al país: "No tiene sentido hablar de confiar en esta o aquella vacuna. No soy médico. Pero quería inocularme con una vacuna muy reconocida para poder viajar por el mundo con facilidad".
El médico Saur Mugutdinov, de San Petersburgo, llegó a Austria para realizar una pasantía. En Rusia ya había recibido dos dosis de Sputnik V y en Austria una dosis Johnson & Johnson. Desde entonces, intenta persuadir en las redes sociales a antivacunas para que se inmunicen: "Hay movimientos antivacunas en todas partes, pero solo aquí se ha generalizado. Casi la mayoría de la población está en contra de las vacunas, nunca había visto algo así antes", dijo Saur sobre la situación en su país de origen.
(rmr/ms)
Coronavirus, SARS y otros virus, bajo el microscopio
Utilizando microscopios electrónicos, científicos lograron imágenes sorprendentes del SARS-CoV-2. También otros virus fueron fotografiados. Una mirada a los patógenos que causan enfermedades como el COVID y el MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
El virus coronado
Así se imagina el SARS-CoV-2 Andrej, un niño ruso de 10 años Este coronavirus, causante del COVID-19, mantiene al mundo en vilo desde hace casi dos años. El nombre de coronavirus, que designa a un tipo de patógenos, se empleó por primera vez en 1968 y alude a las proteínas de espiga en la superficie del virus.
Imagen: Andrej
La imagen real
Así se ve en realidad el nuevo coronavirus. Cada partícula de SARS-CoV-2 tiene un diámetro de aproximadamente 80 nanómetros y contiene ARN, el código genético del virus. Este es protegido por las proteínas de espiga, que recubren su superficie. El SARS-CoV-2 es un miembro de la familia de los coronavirus, entre los que se encuentran también los causantes de los brotes de SARS y MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
Transmisión por el aire
Las partículas de SARS-CoV-2 se transmiten por medio de los aerosoles que exhala una persona infectada. Por eso, las mascarillas son un elemento importante para evitar la propagación. No obstante, también pueden propagarse a través de superficies contaminadas. Por esta razón, es fundamental lavarse las manos meticulosamente.
Imagen: AFP/National Institutes of Health
El ataque a las células
Las proteínas de espiga se fusionan con una proteína de la membrana de la célula afectada (en verde en la foto). Eso desencadena reacciones químicas, lo que permite al virus penetrar en la célula, donde se replica su ARN. Una única célula puede reproducir decenas de miles de nuevas partículas del virus (aquí, en color lila), que luego infectan a otras células del cuerpo.
Imagen: NIAID/ZUMAPRESS.com/picture alliance
Primer contacto
También esta imagen de una célula (en azul) infectada con partículas de SARS-CoV-2 (en rojo) fue captada con un microscopio electrónico. El virus que ha originado la pandemia no es muy diferente de aquellos que provocan una gripe o un resfriado. Pero antes de 2019, el sistema inmunitario humano nunca había entrado en contacto con el SARS-CoV-2, razón por la cual nadie había desarrollado inmunidad.
Imagen: NIAID/Zuma/picture alliance
SARS-CoV-1: el primer brote de coronavirus del siglo XXI
La primera confrotación de la humanidad con un coronavirus en este siglo se produjo en China, en 2002. En marzo de 2003 hubo tantos casos que la Organización Mundial de la Salud lanzó una advertencia global de una gripe atípica. El SARS (severe accute respiratory syndrome) se propagó en unos 30 países. No en todos hubo muertos. En julio de 2003, la OMS declaró que la pandemia estaba controlada.
Imagen: picture-alliance/dpa/Center of Disease Control
MERS-CoV, otro coronavirus
En 2012, investigadores descubrieron un nuevo coronavirus: el MERS-CoV (en amarillo).
Las muestras correspondían a pacientes que sufrían una nueva enfermedad similar a la gripe, que luego se conoció como MERS (Middle East respiratory syndrome) por la región en que surgió por primera vez. El MERS es menos contagioso que el COVID-19. Suele propagarse en las familias o centros de atención sanitaria.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
VIH: La otra pandemia
El VIH ataca, entre otras, las células T del sistema inmunitario (en azul). Como el SARS-CoV-2, es un virus basado en el ARN. Sin tratamiento, debilita el sistema inmunitario hasta que no puede defenderse de infecciones. El VIH se transmite a través de fluidos corporales, como el semen o la sangre. No hay vacuna, pero sí medicamentos que reducen la carga viral e impiden que el SIDA se manifieste.
Imagen: Seth Pincus/Elizabeth Fischer/Austin Athman/National Institute of Allergy and Infectious Diseases/AP Photo/AP Photo/picture alliance