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Turquía: Abdulá Gül se encamina hacia la presidencia

Luna Bolívar Manaut20 de agosto de 2007

El eterno candidato a país miembro de la UE se enfrenta por segunda vez en 2007 a la elección de un nuevo presidente. Abdulá Gül lo intenta otra vez, y una brecha que divide a laicistas y religiosos recorre Turquía.

Abdulá Gül quiere la presidencia y lo intentará por segunda vez.Imagen: picture-alliance/dpa

Abdulá Gül aparece estos días como un hombre de los entregan el brazo antes que darlo a torcer. Pero el ministro de Exteriores turco tiene razones para pensar que la sangre no llegará al río. Su primer intento de convertirse en presidente de Turquía desembocó en una crisis política interna que tuvo que ser solventada con la convocatoria de elecciones anticipadas.

Gül, mano derecha del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan (izq.)Imagen: AP

Los comicios adelantados a julio de 2007 otorgaron a AKP, el partido de orientación religiosa al que pertenecen Gül y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el 47% de los votos. Un gran triunfo. Abanderado por la voz de las urnas, Gül se enfrenta por segunda vez a la voluntad de sus colegas parlamentarios, que son quienes, en esta república a medio camino entre Europa y Asia, eligen al máximo representante del Estado.

De nuevo, el ministro goza de tres oportunidades. La primera, como estaba previsto, ya la ha perdido: 341 de los 549 diputados que forman la Cámara turca votaron a favor de Gül, lo que no es suficiente para alcanzar los tres cuatros que requiere la presidencia. Lo mismo sucederá con toda probabilidad en la segunda votación. Y en la tercera, el 28 de agosto, sólo que entonces a Gül le bastará una mayoría simple. Ese es el día en el que los pronósticos fijan el triunfo de Gül.

Un pasado que precede

Gül en Bruselas: el ingreso de Turquía en la UE, objetivo prioritario.Imagen: AP

Como convencido europeísta con buena imagen en el continente, Gül asegura querer aprovechar la presidencia para agilizar los trámites de ingreso de su país a la Unión Europea, estancados desde la última ampliación y mermados por el debate sobre el lugar geográfico que le corresponde a Turquía.

Sin embargo, ni su internacionalismo ni la fama que se ganó en el Consejo de Europa, de cuya asamblea formó parte en 1992, le sirven ante la izquierda turca, los grupos seculares del país y los militares. Su pasado islamista le precede.

El pañuelo que cubre la cabeza de la mujer de Gül despierta temores.Imagen: picture-alliance/dpa

Las dos agrupaciones políticas de las que Gül formó parte antes de ser miembro fundador de AKP, el Partido del Bienestar y el Partido de la Virtud, fueron consideradas un peligro para la laicidad del Estado y en consecuencia prohibidas. La lucha de su esposa por que las mujeres de religión musulmana se cubran la cabeza con un pañuelo no ayuda en la tarea de reducir la desconfianza.

En abril y mayo, cuando Gül presentó por primera vez su candidatura, cientos de miles de personas protestaron en las calles de Turquía contra lo que consideraban un ataque frontal a la separación de religión y Estado.

La misión de las Fuerzas Armadas

La alianza con los derrotados en la I Guerra Mundial supuso para el agonizante Imperio Otomano la firma de su sentencia de muerte. Una vez desintegrado el gran reino de los musulmanes, Mustafa Kemal Atatürk fundó en 1923 la República de Turquía: un Estado laico que debía evitar los errores de los anteriores sultanes, quienes no supieron reconocer a tiempo los males que la religión ocasionaba a la política.

A las Fuerzas Armadas turcas les correspondía la labor de velar por la división entre los poderes terrenales y los celestiales, y todavía hoy, los militares se consideran encomendados por el mismísimo Kemal con esta tarea.

La izquierda turca intentará bloquear en el Parlamento la elección de Gül.Imagen: AP

“En los últimos tiempos, hemos percibido en algunos círculos un afán en aumento por atacar los valores fundamentales de esta república y, en especial, el laicismo. En caso de necesidad, las Fuerzas Armadas dejarán clara su postura”: fue esta advertencia del Ejército turco, y el boicot continuado de la elección del presidente por los partidos de la oposición en el Parlamento, lo que frustró el primer intento de Gül de convertirse en presidente.

Hasta ahora, ningún islamista ha logrado llegar a la presidencia del Estado turco, un cargo principalmente simbólico pero que otorga ciertos poderes, como la posibilidad de vetar leyes y decisiones del Tribunal Constitucional, además del comando sobre todas las instituciones castrenses.

A 26 votos de la presidencia. Por ahora.Imagen: AP

AKP y Gül se presentan como islamistas moderados y equiparan sus posturas a las de los partidos y políticos cristianos en el mundo occidental. Pero muchos creen reconocer las garras del lobo bajo la piel de cordero. La oposición ha presentado candidatos alternativos a Gül y la izquierda ha anunciado que continuará con la táctica del boicot, pero los nacionalistas y el partido pro-kurdo no le siguen esta vez.

Sólo 26 votos separaron en esta primera votación tras las elecciones de julio a Gül de la presidencia.

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