Turquía responderá si sus tropas en Libia son atacadas
27 de diciembre de 2020
El ministro de Defensa de Turquía llama "criminal de guerra" y "asesino" al mariscal Haftar y le lanza duras advertencias durante su visita al país, después de que aquel llamara el jueves a "expulsar al ocupante" turco.
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Turquía responderá a cualquier ataque del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este de Libia, contra sus tropas en aquel país, declaró este domingo (27.12.2020) el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, durante una visita a Trípoli. "Si dan ese paso, no encontrarán ningún lugar para huir (...) todo el mundo debería entrar en razón", añadió el ministro turco en una rueda de prensa durante su visita a Libia, iniciada ayer.
"El criminal de guerra, el asesino Haftar y sus fuerzas deben saber que serán considerados como objetivos legítimos si atacan a las fuerzas turcas" que apoyan al Gobierno de Unión Nacional (GNA) en el conflicto interno libio, declaró Akar, dos días después de declaraciones belicosas de Haftar contra Turquía.
El jueves, Jalifa Haftar llamó a "expulsar al ocupante" turco. "No habrá paz con la presencia de un colonizador en nuestra tierra", dijo Haftar, que cuenta con el apoyo de Rusia y Emiratos Arabes Unidos. Akar le llamó hoy también "golpista, peón de fuerzas exteriores y juguete de otros" y aseveró que "no todo el mundo que se compra un uniforme puede ser mariscal", en alusión al rango militar de Hafter.
En junio de 2020, la intervención turca cambió el equilibrio de fuerzas y permitió a Al Serraj, cuyo Gobierno del GNA está reconocido por Naciones Unidas y la Unión Europea, recuperar terreno, antes de proclamarse un alto el fuego con negociaciones de paz en noviembre pasado. Akar se reunió ayer con el ministro del Interior libio, Fathi Bashaga, un político que ha protagonizado tensiones con Al Serraj este otoño y al que se le considera un posible candidato a reemplazar al actual dirigente.
El ministro turco criticó también la misión Irini de la Unión Europea, cuyo objetivo es vigilar el cumplimiento del embargo de armas contra Libia, lamentando que "se ha empezado sin ningún tipo de coordinación con el Gobierno libio legítimo, sin cooperación y sin una decisión clara de Naciones Unidas". Irini es así "una operación parcial, injusta y de dudosa legalidad" que "no se puede aceptar", dijo Akar, cuyo Gobierno ha criticado ya anteriormente que la misión europea solo controla las rutas marítimas por las que llega material a Trípoli, pero no las aéreas que usan los Estados árabes para enviar armas a Hafter.
lgc (dpa/efe)
El inimaginable horror de los campamentos en Libia
Pobreza, violencia y ataques aéreos. En Libia viven miles de migrantes en campamentos donde las condiciones son miserables. Salir de ellos es exponerse a más peligros.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Por fin en tierra firme
El alivio fue grande cuando los 83 migrantes que permanecían a bordo del barco humanitario Open Arms pudieron desembarcar en Lampedusa, tras haber sido rescatados, tres semanas antes, en el Mediterráneo. Algunos sufrían ataques de llanto y fueron atendidos por psicólogos. Muchos habían vivido durante años en campamentos en Libia, donde en medio de la guerra civil sufrieron toda clase de apremios.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Cavalli
Miseria y violencia
Miles de inmigrantes de distintos países de África están detenidos en campamentos de internamiento en Libia, para evitar que puedan seguir rumbo a Europa. En un reporte de Naciones Unidas se denunció el "inimaginable horror" que enfrentan los refugiados. Se habla de torturas, asesinatos, violaciones, esclavitud y trabajo forzoso, entre otros abusos.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Pedido de ayuda
En el reporte de la ONU se asegura que estas gravísimas violaciones a los derechos humanos son cometidas tanto por actores estatales como por milicias y otros grupos similares. Pero también en los campamentos que están bajo el control del gobierno de unidad se producen graves violaciones a los derechos humanos. Los migrantes piden más ayuda para evitar estas situaciones.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
En medio de la guerra civil
Los campamentos están cada vez más amenazados por el fuego cruzado de los bandos armados que luchan por el control de la capital, Trípoli. Por un lado están las tropas del oeste del país, bajo el control del gobierno de unidad del primer ministro Fayez Sarradsch. Por el otro, las organizaciones armadas lideradas por el general Khalifa Haftar, que tiene bajo su égida el este y el sur del país.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
La muerte viene del cielo
En julio, al menos 50 inmigrantes murieron tras un ataque aéreo contra un centro de internamiento en Tajura, un suburbio al oriente de Trípoli. El recinto se encuentra solo a pocos metros de un almacén de armas de una milicia local. Las bombas también caen sin cesar cerca de los campamentos en Misrata.
Imagen: Reuters/I. Zitouny
La ONU exige el fin de los campamento
Tanto la ONU como la Unión Europea han exigido en reiteradas ocasiones el cierre de estos campamentos. El Ministerio de Exteriores de Alemania también criticó recientemente la situación de estos recintos, para lo que usó un tono inusualmente duro. La UE, sin embargo, está en el centro de las críticas, porque apoya financieramente a la Guardia Costera de Libia.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Turkia
Atrapados por la Guardia Costera
Luego de que la misión de rescate "Sophia", de la Unión Europea, fuera suspendida debido a desacuerdos sobre quién recibiría a los inmigrantes, se ha reforzado la presencia de barcos de la Guardia Costera libia. Los inmigrantes capturados en el Mediterráneo son enviados de vuelta a Libia y llevados a campos de internamiento, donde se enfrentan a condiciones de detención inhumanas.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Paduano
Rutas peligrosas
En vista de las condiciones en las que se encuentra Libia por la guerra civil, el Consejo de Europa pidió a la UE que cese su cooperación con la Guardia Costera del país africano. La misma idea propusieron ACNUR y la Organización Internacional para la Migración. Temerosos de la acción de la Guardia Costera, los migrantes usan rutas cada vez más peligrosas. Solo en 2018 se ahogaron 2.300 persosas.
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Cierre anunciado
El ministro del Interior de Libia anunció que los campamentos de Misrata, Tajura y Chums serían cerrados. Sin embargo, no se sabe si esto se llevó ya a efecto. Tampoco hay planes concretos para aquellos que sean liberados del yugo de esos campamentos. ACNUR ha ofrecido ayuda. Los migrantes dejados a su suerte correrán nuevos peligros en un país que está en guerra.