A pesar de la crisis política abierta tras el intento de golpe de Estado contra Erdogan, Turquía espera convertirse en miembro de la Unión Europea antes de 2023, dijo el embajador turco ante la UE, Selim Yenel.
Publicidad
"El Gobierno turco quiere adherirse a la Unión Europea antes de 2023", señaló el diplomático al diario alemán Die Welt. Esta sería una fecha especial, dado que es el año en el que se celebra el centenario de la fundación de la actual república turca.
"Sería la coronación para mi país convertirse en ese momento en miembro de la UE", recalcó Selim Yenel. El Estado del Bósforo aspira a convertirse en "miembro pleno" de la Unión Europea, según dio a entender el embajador turco en entrevista con el rotativo germano.
“Es muy importante formar parte de la UE”
"A largo plazo, para nosotros no sería aceptable no pertenecer a la UE. Formar parte de la Unión es muy importante para nosotros", reconoció. Según Yenel, la pertenencia de Turquía a la UE serviría para elevar los estándares del país euroasiático en todos los ámbitos, tanto en cuestiones relacionadas con la política y la economía como en lo referente a la protección del consumidor y de la salud.
A pesar de la diferencia de opiniones entre Berlín y Ankara surgida tras el fallido golpe de Estado a mediados del mes de julio, la canciller alemana, Angela Merkel, ve "una conexión especial" entre Alemania y Turquía.
"Esto se mantendrá así. Lo que hace especial la relación entre Alemania y Turquía son los más de tres millones de personas de origen turco que residen en nuestro país", apuntó la mandataria en declaraciones a un medio alemán.
Enfriamiento de relaciones Berlín-Ankara
Turquía ha jugado un papel clave en la UE durante la gestión de la crisis de refugiados y a la hora de reducir el número de solicitantes de asilo que llegan a territorio comunitario.
En los últimos tiempos, no obstante, las relaciones entre Berlín y Ankara se han enfriado como consecuencia de la reacción del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tras la intentona golpista en el país.
Erdogan inició una purga contra todos aquellos que presuntamente apoyaron el intento de derrocarlo. Una especie de "limpieza de enemigos" que en Alemania se consideró excesiva y suscitó numerosas críticas a nivel político.
VT (dpa, afp)
La nueva Turquía
El 7 de agosto se organizaron concentraciones multitudinarias en ochenta ciudades turcas para condenar el fallido golpe contra el Gobierno; un punto y aparte en el proceso de exacerbación del culto en torno a Erdogan.
Imagen: DW/D. Cupolo
¡A la calle!
Durante la intentona golpista del 15 de julio, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó a sus simpatizantes a impedir que los militares derrocaran al partido gobernante, el AKP. El mandatario ha atribuido su permanencia en el poder a quienes salieron a apoyarlo en las calles, y, a lo largo de las últimas tres semanas, ha convocado a vigilias nocturnas para defender la democracia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Un aire de reivindicación
El 7 de agosto se organizaron las últimas concentraciones: dos millones de personas se manifestaron en Estambul y 10.000 en Ankara. En otras 78 ciudades, los seguidores del AKP –el primer partido de tendencia islamista en sobrevivir a un golpe– celebraron lo que a sus ojos es un triunfo sobre los cíclicos proyectos de derrocamiento y sobre una Constitución secular.
Imagen: DW/D. Cupolo
Optimismo de cara al futuro
En el discurso que ofreció en Estambul, el presidente prometió “reconstruir a Turquía desde cero”. Lale Alici (que no aparece en la imagen), una agente de bienes raíces asentada en Ankara, ha asistido a todas las concentraciones pro-Erdogan. A su juicio, “el desarrollo de Turquía se acelerará cuando culmine la purga oficial porque los infiltrados ya no serán una carga para el país”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Seremos una potencia”
Atalay no aparece en la foto y no quiso dar su nombre completo a pesar de que su declaración no lo compromete a los ojos del Estado. Al contrario: “Erdogan le está diciendo al resto del mundo que estamos aquí y que seremos una potencia. Y aunque no le guste, tendrá que aceptarlo. El mundo va más allá del G7”, dijo el diseñador de interiores.
Imagen: DW/D. Cupolo
La exclusión del HDP
Aunque la concentración de Estambul fue descrita como un acto en defensa de la democracia, la participación del pro-kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) fue prohibida. “Como kurdo, yo no puedo asistir a esas manifestaciones porque no me siento seguro”, señaló Havva Ozcan (quien no aparece en la foto), codirector de Tuhad-Fed, una organización que defiende los derechos de los presos.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Socialismo temporal”
Según Ozcan, las concentraciones pro-Erdogan recibieron respaldo integral del Gobierno, mientras que otras manifestaciones han sido prohibidas. Los seguidores del AKP tuvieron acceso gratuito a agua y alimentos. De hecho, para estimular las movilizaciones, también el sistema de transporte público ha sido gratuito en Ankara y Estambul. “Esta es una suerte de socialismo temporal”, sostiene Ozcan.
Imagen: DW/D. Cupolo
El auge de las redes sociales
Las redes sociales, bloqueadas durante las emergencias nacionales, han tenido un auge desde el golpe. La alocución de Erdogan via FaceTime fue memorable –y le fue políticamente útil–, pero ahora circulan hasta videos de Periscope que muestran episodios de violencia policial. Para la oposición, el Gobierno apenas tolera la actividad en las redes sociales porque le conviene en este instante.
Imagen: DW/D. Cupolo
Lo que está en juego...
La actividad comercial se ha reducido. Algunos bares en el centro de Ankara han tenido menos clientes desde que empezaron las concentraciones pro-Erdogan. “Los negocios han sufrido, desde luego. Pero lo que está en juego va más allá del dinero”, admite Can, propietario de una taberna en Kizilay. “Estas manifestaciones son un indicio de que pronto vendrán cosas peores”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Un entrenamiento”
Algunos perciben las concentraciones como una manera de consolidar la base de apoyo del AKP. Mohammed, un refugiado sirio que fue testigo del último golpe en Egipto y ahora vive en Turquía, dijo creer que las manifestaciones pro-Erdogan eran “un entrenamiento” para sus seguidores y que el presidente no tardaría en pedirles que se organicen contra grupos que su Gobierno desaprueba.
Imagen: DW/D. Cupolo
Rebautizando espacios públicos
Desde la plaza Kizilay de Ankara (la foto la muestra después del golpe fallido) hasta el puente sobre el Bósforo en Estambul, lugares prominentes a todo lo largo y ancho de Turquía están siendo rebautizados para honrar a quienes perdieron la vida durante la intentona. Ahora, quienes crucen del lado europeo de Estambul hacia el lado asiático lo harán transitado el puente “Mártires del 15 de julio”.