Turquía: Corte otorga libertad a periodista alemana
18 de diciembre de 2017
Mesale Tolu fue detenida acusada de terrorismo y era una de los numerosos ciudadanos germanos apresados por Ankara por “razones políticas”, según Berlín.
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La Fiscalía de Turquía solicitó este lunes (18.12.2017) que se otorgara la libertad provisional a la periodista y traductora alemana Mesale Tolu, que lleva ocho meses en prisión preventiva bajo la acusación de terrorismo. La profesional trabajaba para la agencia de noticias turca ETHA (vinculada a la izquierda) cuando fue arrestada en su departamento en Estambul. La Corte accedió a la solicitud.
Tolu, una ciudadana alemana de 33 años, enfrenta específicamente acusaciones de "propaganda terrorista" y de ser "miembro de una organización terrorista", y se le atribuyen vínculos al grupo turco ultramarxista MLKP. Junto a ella, que fue detenida el 30 de abril y contra quien se pidieron 15 años de prisión, están acusadas otras 17 personas, todos los cuales gozan de libertad condicional a partir de esta jornada.
La segunda sesión del juicio, que se inició este lunes, ha atraído la atención internacional, con la presencia de observadores, entre ellos el embajador de Alemania en Turquía, Martin Erdmann. Tolu, que niega todos los cargos, es una de los numerosos ciudadanos alemanes o turco-alemanes que se encuentran en la mira de la justicia en Turquía por razones que Berlín considera meramente políticas. Alemania ha llamado en reiteradas ocasiones a Ankara a liberar a los presos.
Esperanza entre familiares
Desde la sala del juicio, del que gran parte de la prensa quedó excluida por una presunta "falta de espacio", Heike Hänsel, diputada del partido alemán izquierdista Die Linke, que también observa el juicio, informó a EFE que la Fiscalía pidió la libertad provisional para los acusados que aún siguen entre rejas. En el caso de Tolu, la profesional tiene prohibido abandonar Turquía.
El gesto podría contribuir a rebajar la tensión entre Alemania y Turquía, elevada entre otros motivos por el encarcelamiento de periodistas como Tolu o el corresponsal Deniz Yücel. El juicio comenzó en octubre y este lunes se dio paso a las primeras audiencias.
DZC (EFE, AP, dpa)
Tiempos duros para los periodistas (mayo 2014)
Un estudio reciente revela que, en la última década, la libertad de prensa nunca se había visto tan coartada como ahora. Más de cuatro quintos de la población mundial viven en países donde no se respeta este derecho.
Imagen: picture-alliance/dpa
Países sin libertad de prensa
Existen países donde la cobertura mediática de los hechos es balanceada, la seguridad de los periodistas está garantizada y el grado de influencia del Estado sobre los medios es pequeño. Pero, en 2013, solo el 14 por ciento de la población mundial –el valor más bajo desde 1996– vivía en esos lugares, según la ONG Freedom House, que describe a Turquía y Ucrania como países sin libertad de prensa.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Agresiones contra periodistas
En Turquía se han registrado numerosas agresiones contra periodistas. Gökhan Biçici (en la imagen), por ejemplo, fue detenido ilegalmente durante las protestas a favor de la conservación del parque Gezi en Estambul. Otra amenaza contra la libertad de prensa en Turquía es la reiterada y sistemática adquisición de medios por parte de empresarios cercanos a funcionarios de alto rango del Gobierno.
Imagen: AFP/Getty Images
Atención indeseada
Los profesionales de la prensa también han sido objeto de agresiones en Ucrania, sobre todo durante las protestas contra el Gobierno de Víktor Yanukóvich. La periodista Tetiana Chornovol, quien informó sobre el lujoso estilo de vida del mandatario, cree que el otrora hombre fuerte de Kiev está detrás de un ataque perpetrado en su contra.
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Por las buenas o por las malas
La crítica situación de la libertad de prensa es motivo de protestas en China y Rusia (foto). Los Gobiernos de estos países ejercen sutil influencia o agresiva presión sobre los medios, recurriendo a herramientas legales para poner coto a las opiniones que les son desfavorables. En Rusia se cerró la agencia de noticias RIA Novosti para luego reabrirla, convertida en un órgano del Estado.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las paredes tienen oídos en EE. UU.
En Estados Unidos, el valor de la libertad de prensa sigue teniendo peso, pero su Gobierno le atribuye un rango menor que a la seguridad nacional. Eso está poniendo en peligro el ejercicio periodístico. Hace poco se supo que los teléfonos de la agencia AP habían sido intervenidos y con cada vez más frecuencia se le pide a los comunicadores que revelen la identidad de sus fuentes de información.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
De regreso a la “era Mubarak”
Tras el derrocamiento del presidente Mursi, que muchos percibían como enemigo de la libertad de prensa, la labor periodística se ha dificultado mucho en Egipto. Numerosos comunicadores fueron detenidos al calor del golpe militar de 2013; cinco murieron a manos de militares, asegura Freedom House. Ahora, los medios se congracian con el Gobierno y las informaciones independientes son raras.
Imagen: AFP/Getty Images
Mali se recupera
Pese a todo, también hay sucesos esperanzadores. En Mali, el orden ha sido parcialmente restablecido tras las elecciones presidenciales y la expulsión de los rebeldes islamistas. Muchas de las rotativas que se detuvieron después del golpe de Estado de 2012 han entrado en marcha de nuevo. Solo el asesinato de dos periodistas franceses en Mali, en noviembre de 2013, empañó este panorama.
Imagen: AFP/Getty Images
Tendencias positivas
La situación de la libertad de prensa también mejora en Kirguistán (foto) y Nepal: en el primero, se redujo el número de agresiones contra periodistas en 2013 y, en el segundo, la influencia del Estado sobre los medios. Y en el informe más reciente de Freedom House Israel vuelve a ser descrito como un Estado con libertad de prensa.
Imagen: AFP/Getty Images
Asia Central causa preocupación
Freedom House analizó la situación de la libertad de prensa en 197 países, diseñando un cuestionario y un sistema de puntuación del 0 al 100 para las respuestas. 0 era la mejor puntuación que un Estado podía sacar cuando los investigadores preguntaban si la libertad de prensa estaba legalmente protegida o si existía censura. Turkmenistán, Uzbekistán y Bielorrusia obtuvieron la puntuación más alta.