Turquía denuncia la ejecución de 13 prisioneros por el PKK
14 de febrero de 2021
La guerrilla turca habría matado a los uniformados, a los que tenía secuestrados desde hace más de cinco años en una cueva del norte de Irak. Tropas turcas lanzaron una operación el miércoles para intentar rescatarlos.
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Turquía ha denunciado este sábado (14.02.2021) que la guerrilla kurda PKK ha ejecutado a trece militares turcos que tenía secuestrados desde antes de 2015 en una cueva del norte de Irak, y cuya liberación era el objetivo de la nueva operación militar lanzada en la zona el pasado miércoles. Un comunicado del PKK admite que varios prisioneros turcos, entre ellos policías, militares y agentes de inteligencia, habían muerto durante los enfrentamientos, aunque niega haberles causado nunca ningún daño y culpa al Ejército turco de las muertes..
El jefe del Estado mayor, general Yasar Guler, señaló que las trece personas habían sido encontradas con disparos en la cabeza en una cueva en la región iraquí de Gara, a unos 30 kilómetros de la frontera turca. El gobernador de la provincia de Malatya, en el sureste de Turquía, identificó a seis soldados y dos policías, secuestrados en incidentes separados hace más de cinco años, entre los muertos encontrados en la cueva. La identidad de otros de los fallecidos aún no ha sido difundida.
"Desearía haber podido sacar vivos de la región a nuestros trece ciudadanos", dijo por su parte el ministro de Defensa, Hulusi Akar. "Según las informaciones preliminares a partir de las declaraciones de los terroristas capturados con vida, nuestros ciudadanos fueron martirizados al inicio de la operación por el terrorista responsable de la cueva", añadió Akar desde el centro de control de la operación, cerca de la frontera con Irak. El ministro señaló que la cueva estaba en un valle de difícil acceso fuera del alcance de los bombardeos aéreos.
Según Turquía, durante la operación terrestre y aérea lanzada el miércoles han sido abatidos 48 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) una organización considerada terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, y que tiene sus bases en el norte de Irak. Entre los guerrilleros muertos se cuenta a los que vigilaban a los ciudadanos turcos secuestrados en la cueva. También han muerto tres militares turcos durante la operación.
lgc (efe/reuters)
Kurdo-sirios: entre la esperanza y el temor
El fotoperiodista Karlos Zurutuza recorrió el norte de Siria después de la llegada de las tropas turcas. Allí se encontró con familias que huían y con hombres que se quedaron cuidando sus hogares.
Imagen: Karlos Zurutuza
Huyendo de la guerra
Según información de Naciones Unidas, desde el comienzo de la ofensiva turca casi 200.000 personas han huido de sus hogares, convirtiéndose en desplazados internos. Según estos reportes, muchos kurdos buscan refugio en las zonas del Kurdistán iraquí. El problema es que solo quienes tienen un permiso de residencia kurdo-iraquí pueden cruzar la frontera.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solo quedan hombres
Muchos pueblos del noreste de Siria están casi abandonados. Mujeres y niños huyeron de la zona fronteriza hacia el interior del país, como la capital provincial, Al-Hasaka. "Pero las condiciones son cada vez peores en Al-Hasaka, porque han venido demasiados refugiados, así que nosotros decidimos quedarnos acá", dice Suna, madre de tres niños, a DW.
Imagen: Karlos Zurutuza
Vida sombría
El alguna vez abarrotado bazar de la ciudad siria de Amude se ha convertido en un lugar sombrío, donde ahora solo algunos hombres se reúnen. Desde el comienzo de la ofensiva turca, muchos comerciantes decidieron cerrar sus negocios. Los disparos de granadas desde el otro lado de la frontera comienzan al atardecer. Quienes se quedaron en la ciudad, raramente salen de noche.
Imagen: Karlos Zurutuza
Está de vuelta
La estatua del exgobernante Hafiz al Assad vuelve a dar la bienvenida a quienes llegan a Kamischli, la ciudad más importante del noreste de Siria. La relación entre el autogobierno kurdo y el régimen del presidente Bashar al Assad, hijo de Hafiz al Assad, ha sido tensa desde el comienzo de la guerra civil, en 2011.
Imagen: Karlos Zurutuza
Sigue la incertidumbre
Los kurdo-sirios se sienten traicionados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ordenó el retiro de las tropas de su país presentes en la región. "Sabemos lo que nos hizo Trump, pero aún no sabemos qué hará Putin", dice Massud, un cliente en una peluquería. Por ahora, Estados Unidos convenció a Turquía de la conveniencia de aplicar un alto el fuego.
Imagen: Karlos Zurutuza
"Prefiero no decir nada"
Después de años de opresión bajo el régimen de los Al Assad, muchas personas de la ciudad siria de Derik prefieren evitar decir lo que piensan, menos ahora que el gobierno ha revitalizado su presencia en la zona. "Todo el país estaba bajo el control de los servicios secretos y eso puede volver a ser así pronto, por eso nadie dirá nada", dice un transeúnte.
Imagen: Karlos Zurutuza
Cinco ataúdes, cinco destinos
En todas las ciudades del noreste de Siria, la gente debe hacerse cargo de los cadáveres que a diario llegan desde el frente de combate. Los ataques aéreos lanzados por la aviación turca han alcanzado a objetivos civiles y militares. Los hospitales, como el de Derik, donde los combatientes heridos son atendidos, fueron evacuados para evitar nuevas víctimas.
Imagen: Karlos Zurutuza
Miles de víctimas
Los kurdos en Siria sufrieron la muerte de alrededor de 11.000 personas durante los enfrentamientos contra el Estado Islámico. Si bien el EI ya no domina territorios, la matanza no se ha detenido. Docenas de civiles y cientos de militares han fallecido, según los últimos informes, desde que Turquía lanzó su ofensiva en el noreste sirio.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solos
Tras el estallido de la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, los kurdos no tomaron partido por ninguna de las dos partes, ni por el régimen ni por la oposición. Con la retirada de las tropas estadounidenses vuelven a quedar solos, sin ningún tipo de respaldo.