Turquía detiene a 100 presuntos miembros del grupo EI
30 de diciembre de 2019
Más de la mitad de los detenidos son iraquíes, aunque hay también una veintena de sirios y un marroquí.
(Foto de archivo)Imagen: picture-alliance/AP Photo
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Las autoridades turcas han arrestado este lunes (30.12.2019) a 100 personas, la mayoría ciudadanos extranjeros, bajo la acusación de pertenecer al grupo yihadista Estado Islámico, en una operación que los medios locales vinculan con el despliegue de seguridad para evitar ataques durante las fiestas de fin de año.
Más de 40 iraquíes, una veintena de sirios y un marroquí figuran entre los detenidos en varios operativos realizados en los últimos días en seis provincias turcas, entre ellas Ankara, Bursa (noroeste) y Batman (sureste), precisó Anadolu.
En los operativos, la policía se incautó de armas, municiones y material informático en los domicilios de los detenidos, indica la agencia que asegura que la policía busca a otros 17 sospechosos en Ankara. La semana pasada, la policía turca había detenido en Estambul a veinte personas también sospechosas de estar vinculadas con el EI.
Coalición internacional antiyihadista
Durante mucho tiempo Turquía fue acusada de haber permitido a los yihadistas cruzar su frontera con dirección a Siria tras el inicio del conflicto que asola al país desde 2011. Pero tras varios atentados perpetrados por el EI se adhirió en 2015 a la coalición internacional antiyihadista.
En Nochevieja del 2017, 39 personas, entre ellas varios turistas extranjeros, perdieron la vida en un ataque contra una discoteca en Estambul, en un atentado reivindicado por el EI.
FEW (AFP, EFE)
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Crisis humanitaria en Siria tras ofensiva turca
Las personas desplazadas por los combates en el noreste de Siria tratan de sobrevivir en escuelas y casas abandonadas. Las ONG se han ido y la gente hace colas por horas para conseguir pan.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Primera parada
Fuentes de la ONU aseguran que más de 200.000 personas han dejado sus hogares en el noreste de Siria desde que Turquía lanzó su ofensiva, el 9 de octubre. Desde entonces, la ciudad fronteriza de Ras al Aín ha pagado los costos debido a los ataques armados de milicias proturcas y bombardeos aéreos. La ciudad permanecerá bajo control turco tras un acuerdo alcanzado en Sochi entre Rusia y Turquía.
Imagen: DW/K. Zurutuza
"Lo perdimos todo"
La mayor parte de los que huyeron son kurdos. Aquellos que permanecen en la ciudad son casi todos árabes que siguen en contacto por teléfono con sus antiguos vecinos. "Me dijeron ayer que los islamistas estaban saqueando nuestras casas. Lo perdimos todo", contó este hombre a DW.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Cada miga ayuda
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad están estacionadas a pocos kilómetros de Tal Tamr. Como consecuencia, las ONG que estaban instaladas en la región decidieron abandonarla en los últimos días. Los desplazados internos llegados desde Ras al Aín y de las villas vecinas dependen enteramente de la ayuda que les entregan las ONG locales, que luchan para hacer frente a la crisis.
Imagen: DW/K. Zurutuza
No se puede ir lejos
Además de Tal Tamr, otras localidades de los alrededores también albergan a cientos de desplazados. "Se están instalando en aldeas desocupadas, muchas de ellas ubicadas demasiado cerca de zonas controladas por las milicias proturcas o células dormidas del Estado Islámico", dice a DW Hassan Bashir, coordinador de una ONG local.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Ansiada comida
Este desplazado interno árabe de Ras al Aín tiene cuatro esposas, y deberá buscar una fórmula para alimentar a todos sus hijos, pues la escasez de comida ha forzado a las ONG a ofrecer solo una ración por familia. "No es culpa de ellos, son solo niños", dijo el hombre a DW, después de recibir solo una bolsa con raciones alimenticias.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Se acabó la escuela... ¿para siempre?
La escuelas han estado cerradas en el noreste de Siria desde que comenzó la ofensiva, y muchas de ellas son ahora hogar para los desplazados internos. Aquellos que puedan pagarlo, se trasladarán a ciudades como Al-Hasaka, ubicada unos 80 kilómetros al sur, pero otros tendrán que hacer frente a las condiciones extremas de una ciudad fronteriza expuesta a los ataques.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Lo más parecido a casa
Cincuenta familias kurdas de Ras al Aín viven ahora en esta escuela abandonada en Tal Tamr, donde carecen de agua y electricidad. A medida que las condiciones sanitarias empeoran, los expertos ven crecer la posibilidad de un brote de cólera y otras enfermedades. "Si seguimos así, vamos a tener una enorme crisis humanitaria", dijo un médico local a DW.