Veintidós rebeldes sirios resultaron heridos por un ataque de la milicia yihadista Estado Islámico (EI), en el que, aparentemente, se utilizaron armas químicas, informó hoy el Ejército turco.
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El ataque tuvo lugar este domingo (27.11.2016) en la provincia de Alepo, en el noreste de Siria, donde rebeldes respaldados por Turquía luchan contra el EI y contra las milicias kurdas YPG, el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) turco.
"Tras un ataque lanzado por el Daesh (acrónimo árabe del EI), se constató la presencia de gas tóxico en los ojos y el cuerpo de 22 opositores", afirmó el Ejército en un comunicado citado por la agencia estatal turca Anadolu.
En el marco de la guerra civil siria se emplearon armas químicas en varias ocasiones, también por parte del Gobierno. Según investigaciones de la ONU, el EI lanzó ya anteriormente un ataque de gas mostaza. En las últimas semanas, Rusia acusó a la oposición de utilizar armas químicas.
El Ejército turco lanzó su primera gran ofensiva en Siria a finales de agosto, apoyando a rebeldes sirios que consiguieron hacerse conquistar una franja de territorio que estaba bajo control del EI.
En la actualidad, esas fuerzas siguen su avance hacia el sur, hacia la ciudad Al Bab, y combaten también a las milicias kurdas YPG. En tanto, las fuerzas del régimen sirio siguieron avanzando en la zona rebelde sitiada de Alepo. Los combatientes del presidente de Siria, Bashar al Assad, conquistaron la noche del sábado el distrito de Hanano, en el norte de la zona rebelde, según confirmó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Tras este avance, el régimen cuenta con un mejor punto de partida para atacar el resto de la zona controlada por los rebeldes en Alepo. La ciudad siria es uno de los principales campos de batalla de la guerra civil. Si el Gobierno logra hacerse con el este de Alepo, volverá a controlar todas las grandes ciudades del país.
Alepo, en situación trágica
La situación de la ciudad es trágica. Según Médicos Sin Fronteras, los bombardeos del régimen y sus aliados dejaron fuera de uso ocho de los nueve hospitales de Alepo. Según Cruz Roja Internacional se están agotando los alimentos en el este de la ciudad, donde se encuentran atrapadas más de 250.000 personas.
Según el Observatorio Sirio, unos 400 civiles huyeron en los últimos días del este de Alepo a la zona controlada por las fuerzas gubernamentales. Otros cientos se adentraron aun más en territorio rebelde, ante el temor de que la captura de Hanano pueda dividir el enclave y dejarles aun más atrapados.
Otras 30 familias cruzaron del este de Alepo a la zona de la ciudad controlada por los kurdos, afirmó el Observatorio, a pesar de las advertencias de los rebeldes de que no lo hagan.
CP (dpa, efe, rtr)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.