Turquía envía más tropas a Siria para imponer alto el fuego
13 de febrero de 2020
El régimen sirio lleva varios meses conduciendo una ofensiva, con el apoyo de la aviación rusa, en Idlib, controlada por grupos rebeldes y yihadistas.
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El Gobierno turco anunció este jueves (13.02.2020) que Turquía está enviando nuevas unidades militares a la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, para imponer a la fuerza un alto el fuego entre las tropas del régimen sirio y las milicias islamistas rebeldes.
"Utilizaremos la fuerza contra quienes no respetan el alto el fuego, incluidos los radicales", declaró el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, a la agencia Anadolu durante una visita a la sede de la OTAN en Bruselas. Las unidades militares de refuerzo tienen el objetivo de tomar el control de la región para consolidar el alto el fuego, aseguró el ministro.
Desde 2017, los Gobiernos de Rusia, Irán y Turquía han celebrado varias reuniones para consensuar un alto el fuego en Idlib, la última provincia siria aún bajo control de milicias islamistas alzadas en armas contra el régimen de Bashar al Asad, pero los combates continúan y se han intensificado en las últimas semanas.
Dos bandos
Rusia e Irán apoyan a Al Asad, mientras que Turquía respalda a las milicias rebeldes y desde finales de 2017 cuenta con una docena de puestos de observación militares en Idlib.
Un total de catorce ciudadanos turcos, casi todos militares, han fallecido en febrero por bombardeos del régimen sirio en la zona, ataques a los que Turquía ha respondido con disparos de artillería que han dejado más de 150 bajas entre las tropas de Al Asad, según asegura el Ministerio de Defensa turco.
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, declaró ayer durante una visita en Ankara que EEUU respalda el "derecho a defenderse" de Turquía contra el Ejército sirio en la región de Idlib.
ct (efe, afp)
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Kurdo-sirios: entre la esperanza y el temor
El fotoperiodista Karlos Zurutuza recorrió el norte de Siria después de la llegada de las tropas turcas. Allí se encontró con familias que huían y con hombres que se quedaron cuidando sus hogares.
Imagen: Karlos Zurutuza
Huyendo de la guerra
Según información de Naciones Unidas, desde el comienzo de la ofensiva turca casi 200.000 personas han huido de sus hogares, convirtiéndose en desplazados internos. Según estos reportes, muchos kurdos buscan refugio en las zonas del Kurdistán iraquí. El problema es que solo quienes tienen un permiso de residencia kurdo-iraquí pueden cruzar la frontera.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solo quedan hombres
Muchos pueblos del noreste de Siria están casi abandonados. Mujeres y niños huyeron de la zona fronteriza hacia el interior del país, como la capital provincial, Al-Hasaka. "Pero las condiciones son cada vez peores en Al-Hasaka, porque han venido demasiados refugiados, así que nosotros decidimos quedarnos acá", dice Suna, madre de tres niños, a DW.
Imagen: Karlos Zurutuza
Vida sombría
El alguna vez abarrotado bazar de la ciudad siria de Amude se ha convertido en un lugar sombrío, donde ahora solo algunos hombres se reúnen. Desde el comienzo de la ofensiva turca, muchos comerciantes decidieron cerrar sus negocios. Los disparos de granadas desde el otro lado de la frontera comienzan al atardecer. Quienes se quedaron en la ciudad, raramente salen de noche.
Imagen: Karlos Zurutuza
Está de vuelta
La estatua del exgobernante Hafiz al Assad vuelve a dar la bienvenida a quienes llegan a Kamischli, la ciudad más importante del noreste de Siria. La relación entre el autogobierno kurdo y el régimen del presidente Bashar al Assad, hijo de Hafiz al Assad, ha sido tensa desde el comienzo de la guerra civil, en 2011.
Imagen: Karlos Zurutuza
Sigue la incertidumbre
Los kurdo-sirios se sienten traicionados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ordenó el retiro de las tropas de su país presentes en la región. "Sabemos lo que nos hizo Trump, pero aún no sabemos qué hará Putin", dice Massud, un cliente en una peluquería. Por ahora, Estados Unidos convenció a Turquía de la conveniencia de aplicar un alto el fuego.
Imagen: Karlos Zurutuza
"Prefiero no decir nada"
Después de años de opresión bajo el régimen de los Al Assad, muchas personas de la ciudad siria de Derik prefieren evitar decir lo que piensan, menos ahora que el gobierno ha revitalizado su presencia en la zona. "Todo el país estaba bajo el control de los servicios secretos y eso puede volver a ser así pronto, por eso nadie dirá nada", dice un transeúnte.
Imagen: Karlos Zurutuza
Cinco ataúdes, cinco destinos
En todas las ciudades del noreste de Siria, la gente debe hacerse cargo de los cadáveres que a diario llegan desde el frente de combate. Los ataques aéreos lanzados por la aviación turca han alcanzado a objetivos civiles y militares. Los hospitales, como el de Derik, donde los combatientes heridos son atendidos, fueron evacuados para evitar nuevas víctimas.
Imagen: Karlos Zurutuza
Miles de víctimas
Los kurdos en Siria sufrieron la muerte de alrededor de 11.000 personas durante los enfrentamientos contra el Estado Islámico. Si bien el EI ya no domina territorios, la matanza no se ha detenido. Docenas de civiles y cientos de militares han fallecido, según los últimos informes, desde que Turquía lanzó su ofensiva en el noreste sirio.
Imagen: Karlos Zurutuza
Solos
Tras el estallido de la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, los kurdos no tomaron partido por ninguna de las dos partes, ni por el régimen ni por la oposición. Con la retirada de las tropas estadounidenses vuelven a quedar solos, sin ningún tipo de respaldo.