La crisis política turca derivada de un escándalo de corrupción que salpica a familiares de algunos miembros del Ejecutivo liderado por el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, forzó a éste a tomar medidas drásticas, y este miércoles (25.12.2013) anunció una remodelación radical de su gabinete, con la salida de diez ministros, incluido el titular de la Unión Europea, presuntamente nombrado en las investigaciones.

Erdogan se vio forzado a realizar esta transformación luego de que tres de sus colaboradores presentaran su renuncia en horas de la mañana, entre ellos el jefe de la cartera de Ambiente, quien dijo que era necesario que el mismo primer ministro también dimitiese. Todo esto se da en el marco de una lucha de poder entre la máxima autoridad política y miembros de un movimiento radical moderado.

Erdogan cambió a la mitad de su gabinete, incluidos ministros de posiciones importantes como Economía y Justicia. Egemen Bagis, que era el funcionario a cargo de las relaciones con la Unión Europea (un área sensible para Turquía), también debió abandonar su cargo. Él aparecería mencionado en las investigaciones sobre redes corruptas. Los cambios se dieron a conocer tras una reunión entre Erdogan y el presidente Abdullah Gul.

Renuncias más temprano

El escándalo de corrupción parece poner en tela de juicio el poder hasta ahora incontrarrestable de Erdogan. Una muestra es que el renunciado ministro de Ambiente y Urbanismo, Erdogan Bayraktar, no solo defendió su inocencia y la de su hijo, que está en libertad con cargos por el caso, sino que además dijo que presentaba su dimisión y “expreso mi convicción de que el primer ministro también debería dimitir”.

Bayraktar deslizó que su exjefe lo presionó, al señalar que “no acepto que me digan que dimita por el caso de sobornos y haga una declaración que lo tranquilice”. Se trata de la primera vez que un alto cargo del Partido de Justicia y Desarrollo, fundado por Erdogan, pone en duda la permanencia del primer ministro. Parte de los casos de corrupción tienen que ver con la planificación urbana, un tema manejado directamente por el primer ministro.

Antes, los ministros del Interior y de Economía habían presentado sus renuncias, aunque con un tono más amable con el Gobierno. De hecho, el extitular de Economía, Zafer Caglayan, aseguró que todo el caso era “un sucio complot contra nuestro Gobierno, nuestro partido y nuestro país”. Los hijos de ambos ministros se encuentran en prisión preventiva por el pago de sobornos y la transferencia de oro a Irán.

DZC (Reuters, AFP, dpa, EFE)