El presidente Trump nunca ha ocultado el deseo de llevar de vuelta a casa a muchas de las tropas estadounidenses estacionadas en el extranjero. Ahora, la Casa Blanca ha anunciado que lo hará con gran parte de sus tropas en el norte de Siria. Washington deja en la estacada a sus antiguos aliados kurdos en la lucha contra los islamistas. Muchos tachan esta decisión de "Realpolitik” cínica. Trump, por su parte, justifica su medida, señalando la voluntad del electorado: los estadounidenses están cansados de la guerra. Ven poco progreso en los conflictos en el Medio Oriente. ¡Qué se encarguen otros del asunto!

El viento ha cambiado de rumbo en Turquía

Por ejemplo, los turcos, que están a punto de invadir el norte de Siria. El presidente Erdogan ha estado bajo presión en su país durante meses. Su partido sufrió grandes pérdidas en las recientes elecciones municipales. También porque sus opositores políticos prometieron abordar el "problema de los refugiados sirios". Alrededor de cuatro millones de refugiados sirios viven ahora en Turquía. Después de ocho años, la mayoría se ha establecido en su nuevo entorno. Muchos de sus hijos asisten a escuelas turcas, y las familias reciben atención médica y social.

Ankara está haciendo mucho en este aspecto pero, entretanto, el viento político está soplando hacia otra dirección. Cientos de miles de sirios están desplazando a los trabajadores turcos. Especialmente ahora, en tiempos económicos difíciles, esto origina conflictos. Los políticos que quieren lograr una ventaja rápida sobre sus oponentes exigen la repatriación de los sirios a su tierra natal.

Erdogan es uno de ellos. La retirada de los estadounidenses es, para él, un regalo. Como resultado, ahora tiene vía libre para establecer las llamadas "zonas de seguridad" en el norte de Siria y deportar allí a los refugiados sirios. Al mismo tiempo, los militares de Erdogan lucharán contra los combatientes kurdos de la Unidad de Protección Popular (UPP), que hasta ahora tenía la voz cantante en la zona. Después de la entrada de tropas, la influencia política de Turquía en toda la región seguirá creciendo. Erdogan quiere que, además de la de los rusos e iraníes, su opinión se tenga también muy en cuenta cuando se negocie el futuro orden de paz para Siria.

Lo real de esta "Realpolitik” de Trump y Erdogan es que se lleva a cabo a expensas de los más débiles, los refugiados. ¿Qué se supone que deben hacer ahora en una región que también les es ajena en Siria, un país marcado por la guerra? ¿De qué deberían vivir en lugares medios destruidos sin infraestructura, sin trabajo? ¿Y cómo se trasladará allí a los refugiados sirios, por la fuerza y contra su voluntad? Si se implementan los planes de Erdogan, la región se verá amenazada por una nueva tragedia.

Frenar el flujo de refugiados en vez de intergrarlos

Los líderes autoritarios, como los presidentes Assad, Putin o Rohani, son corresponsables del destino de las personas en la región. Pero también los jefes de Estado europeos, por ejemplo en Polonia o Hungría, que se niegan a aceptar refugiados y miran hacia otro lado cuando otros sufren, y se creen muy listos.

Los jefes de gobierno de Europa también son responsables de la situación, porque ofrecen más miles de millones a Erdogan para que los refugiados no puedan acceder a la ruta hacia Europa Central. Para ellos es más barato que integrar a cientos de miles de sirios en las sociedades prósperas. Un negocio político. Política de poder en lugar de moralidad. Precisamente, "Realpolitik".

(rmr/er)

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