Turquía inicia repatriación de supuestos miembros del EI
11 de noviembre de 2019
El ministro del Interior turco ya había advertido que cada país debe hacerse cargo de los yihadistas europeos y estadounidenses que ellos han apresado.
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El portavoz del ministerio del Interior de Turquía, Ismail Çatakli, anunció que se ha iniciado el proceso de repatriación de supuestos miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) con la deportación de uno de ellos a Estados Unidos.
"Turquía ha completado la repatriación de un combatiente extranjero a Estados Unidos. Mientras que se prevé que siete combatientes del Estado Islámico, de nacionalidad alemana y que se encuentran en centros de deportación, serán deportados el 14 de noviembre", declaró Çatakli en un comunicado. Asimismo "se está completando el proceso para repatriar" a Francia e Irlanda a otros supuestos terroristas yihadistas, agregó el ministro.
El ministro de Interior turco, Süleyman Soylu, insistió la semana pasada en que los países europeos deberían hacerse cargo de los yihadistas presos en Turquía. "No somos un hotel para los miembros del Estado Islámico provenientes de otros países. No pueden simplemente decir que se les revocó su ciudadanía, deben hacerse cargo de ellos", dijo Soylu.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó recientemente que unos 1.200 miembros del EI están presos en cárceles turcas, pero no precisó cuántos son extranjeros. Según Ankara, en el marco de la ofensiva militar lanzada en el noreste de Siria el 9 de octubre pasado, las fuerzas turcas han capturado a 287 militantes del EI extranjeros.
mn (efe, afp)
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Crisis humanitaria en Siria tras ofensiva turca
Las personas desplazadas por los combates en el noreste de Siria tratan de sobrevivir en escuelas y casas abandonadas. Las ONG se han ido y la gente hace colas por horas para conseguir pan.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Primera parada
Fuentes de la ONU aseguran que más de 200.000 personas han dejado sus hogares en el noreste de Siria desde que Turquía lanzó su ofensiva, el 9 de octubre. Desde entonces, la ciudad fronteriza de Ras al Aín ha pagado los costos debido a los ataques armados de milicias proturcas y bombardeos aéreos. La ciudad permanecerá bajo control turco tras un acuerdo alcanzado en Sochi entre Rusia y Turquía.
Imagen: DW/K. Zurutuza
"Lo perdimos todo"
La mayor parte de los que huyeron son kurdos. Aquellos que permanecen en la ciudad son casi todos árabes que siguen en contacto por teléfono con sus antiguos vecinos. "Me dijeron ayer que los islamistas estaban saqueando nuestras casas. Lo perdimos todo", contó este hombre a DW.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Cada miga ayuda
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad están estacionadas a pocos kilómetros de Tal Tamr. Como consecuencia, las ONG que estaban instaladas en la región decidieron abandonarla en los últimos días. Los desplazados internos llegados desde Ras al Aín y de las villas vecinas dependen enteramente de la ayuda que les entregan las ONG locales, que luchan para hacer frente a la crisis.
Imagen: DW/K. Zurutuza
No se puede ir lejos
Además de Tal Tamr, otras localidades de los alrededores también albergan a cientos de desplazados. "Se están instalando en aldeas desocupadas, muchas de ellas ubicadas demasiado cerca de zonas controladas por las milicias proturcas o células dormidas del Estado Islámico", dice a DW Hassan Bashir, coordinador de una ONG local.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Ansiada comida
Este desplazado interno árabe de Ras al Aín tiene cuatro esposas, y deberá buscar una fórmula para alimentar a todos sus hijos, pues la escasez de comida ha forzado a las ONG a ofrecer solo una ración por familia. "No es culpa de ellos, son solo niños", dijo el hombre a DW, después de recibir solo una bolsa con raciones alimenticias.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Se acabó la escuela... ¿para siempre?
La escuelas han estado cerradas en el noreste de Siria desde que comenzó la ofensiva, y muchas de ellas son ahora hogar para los desplazados internos. Aquellos que puedan pagarlo, se trasladarán a ciudades como Al-Hasaka, ubicada unos 80 kilómetros al sur, pero otros tendrán que hacer frente a las condiciones extremas de una ciudad fronteriza expuesta a los ataques.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Lo más parecido a casa
Cincuenta familias kurdas de Ras al Aín viven ahora en esta escuela abandonada en Tal Tamr, donde carecen de agua y electricidad. A medida que las condiciones sanitarias empeoran, los expertos ven crecer la posibilidad de un brote de cólera y otras enfermedades. "Si seguimos así, vamos a tener una enorme crisis humanitaria", dijo un médico local a DW.