Al menos 31 cadáveres, entre ellos el de una mujer embarazada y varios niños, fueron hallados ante las costas de Turquía después de que zozobraran los botes en los que los migrantes intentaban llegar a la isla de Lesbos.
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Al menos 31 cadáveres, entre ellos el de una mujer embarazada y varios niños, fueron hallados ante las costas de Turquía después de que zozobraran los botes en los que los migrantes intentaban llegar a la isla de Lesbos. Así lo informó la emisora CNN en turco. Según la emisora, las embarcaciones eran precarias y el mar estaba agitado. Además, los migrantes y refugiados llevaban salvavidas que no sólo no cumplían sus funciones sino que además absorbían agua, aseguró la fuente.
Ese tipo de salvavidas suelen ser vendidos en la región costera sin autorización. La policía turca se incautó este martes de más de 1.000 ejemplares fabricados ilegalmente en la región de Esmirna. Según CNN, en su producción también trabajaban dos niños sirios. Los cuerpos de los ahogados aparecieron en las zonas de Ayvalik y Dikili, mientras que los guardacostas lograron rescatar a 12 personas, que, según Anadolu, provenían de Siria, Irak y Argelia.
El año pasado el mar Egeo se convirtió en la principal vía de entrada en Europa para los migrantes, procedentes en su gran mayoría de Siria y de otras zonas en guerra de Oriente Medio y Asia, que buscan refugio en los países europeos de mayores recursos. A fines de noviembre la Unión Europea (UE) acordó con Turquía que se establecerían mayores controles en las fronteras para frenar la ola migratoria hacia el bloque. Sin embargo, muchos migrantes siguen lanzándose al peligroso viaje por mar para intentar llegar a Grecia.
Turquía dispone de 25 campamentos para refugiados, pero la mayoría de los sirios vive fuera de este tipo de instalaciones y no tiene ningún respaldo. En 2015 unos 850.000 migrantes cruzaron el mar para llegar a Europa, según datos de Naciones Unidas y el flujo migratorio continúa, a pesar de los enormes riesgos que corren al viajar en embarcaciones precarias durante el duro invierno. Según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 3.771 personas se ahogaron en el Mediterráneo. Teniendo en cuenta sólo en el mar Egeo, la cifra de ahogados asciende a 800 personas.
En Europa continental, la ruta de los Balcanes se ha convertido en la principal vía hacia la región occidental del bloque. Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria, detienen desde la segunda mitad de noviembre a los denominados migrantes económicos y sólo permiten el ingreso de sirios, afganos e iraquíes. Hungría, que cerró sus fronteras a todos los migrantes en septiembre, envió a Macedonia 31 policías para ayudar a las autoridades del país a diferenciar los refugiados de los migrantes económicos.
Eslovaquia también anunció hoy que enviará 25 policías a Macedonia, que no pertenece a la UE, para ayudar a frenar el flujo de migrantes y aseguró que seguirá estando rotundamente en contra de establecer cuotas obligatorias para distribuir migrantes en el bloque. "Las cuotas sólo son una burbuja. Lo real es lo que hacemos nosotros", sostuvo el primer ministro eslovaco, Robert Fico. Por su parte, Dinamarca continuó hoy efectuando controles aleatorios de pasaportes en su frontera con Alemania, donde fueron controladas 1.100 personas.
Pese a esta medida, las autoridades afirmaron que no se produjeron demoras en los 15 pasos fronterizos afectados. Por el momento se le ha denegado el acceso a 18 individuos y se detuvo a tres presuntos traficantes de personas. Dinamarca efectúa controles de documentación desde el lunes y, en principio, por diez días, dentro de la llamada zona Schengen, en la que normalmente no se realizen este tipo de controles. Las autoridades justifican la decisión señalando que Suecia también incorporó controles de personas procedentes de territorio danés.
ERC ( dpa / EFE )
El año de los refugiados
Nunca antes hubo tantos refugiados como en 2015. Muchos han llegado a Alemania. "Es un desafío histórico", señaló la canciller Angela Merkel. Una mirada retrospectiva a un año estremecedor.
Imagen: Reuters/O. Teofilovski
Grecia: una puerta hacia la UE
Estos jóvenes procedentes de Siria superaron una peligrosa etapa de su viaje. Llegaron a Grecia y, por ende, a la Unión Europea. Pero con ello no alcanzaron todavía su meta. Quieren seguir rumbo al norte, hacia otros países de la UE. La mayor parte huyó en 2015 a Alemania y Suecia.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Peligro en el Mediterráneo
El camino que han recorrido encierra peligros mortales. Reiteradamente zozobraron embarcaciones no aptas para la travesía. Estos niños sirios y su padre tuvieron suerte. Fueron rescatados en el Mediterráneo por pescadores griegos de la isla Lesbos.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
La imagen que conmovió al mundo
Aylan Kurdi, de tres años de edad, no sobrevivió. A comienzos de septiembre se ahogó con su hermano y su madre en el Egeo, cuando intentaban llegar a la isla de Kos. La foto de este niño sirio muerto dio la vuelta al mundo, conmoviendo a miles de personas.
Imagen: Reuters/Stringer
Contrastes a la vista
Kos, a menos de cinco kilómetros de Turquía, es la meta de muchos refugiados. Llegan a las playas donde solo solía haber turistas. Este grupo de refugiados paquistaníes logró arribar con un bote inflable.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Caos total
Muchos refugiados quedan varados en Kos, porque solo pueden continuar viaje a tierra continental tras haberse registrado. En el verano, la tensión escaló cuando las autoridades hicieron esperar a los refugiados en un estadio para hacer ese trámite, a pleno sol y sin agua.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Un transbordador para refugiados
Debido a la insostenible situación imperante en la isla se produjeron disturbios. Para reducir la tensión, las autoridades griegas arrendaron un barco en el que se habilitaron posibilidades de alojamiento para 2.500 refugiados y una oficina de registro.
Imagen: Reuters/A. Konstantinidis
El dilema de Europa
Por la misma época, más al norte, en la frontera greco-macedonia, policías fronterizos impiden el paso a la gente. En el tumulto hay niños que lloran, separados de sus padres. "Pura desesperación" se llama la foto tomada por Georgi Licovski. La Unicef la distinguió como la foto del año, ya que plasma "el dilema de Europa y su responsabilidad".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Un símbolo negativo
A fines del verano, Budapest se convirtió en un símbolo del fracaso de las autoridades y de la xenofobia. Miles de refugiados acampaban en los alrededores de una estación ferroviaria de capital húngara. El gobierno les prohibió continuar su viaje. En consecuencia, muchos siguieron su camino a pie, rumbo a Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler
Se abre el paso
El 5 de septiembre se despejó el camino para los refugiados. La canciller alemana, Angela Merkel, tomó con su par austríaco, Werner Feymann, la decisión de permitir a la gente continuar el viaje. Varios trenes especiales y buses se dirigieron por esos días a Viena y Múnich.
Imagen: picture alliance/landov/A. Zavallis
Bienvenidos, refugiados
El primer fin de semana llegaron a Múnich cerca de 20.000 refugiados. En la estación central de la ciudad se reunieron innumerables voluntarios para atender a los refugiados y proporcionarles alimentos y vestimenta.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Stollarz
"Lo lograremos"
Mientras Merkel era aclamada por los refugiados y los partidarios de darles asilo, en otros sectores de Alemania surgía el descontento. En una conferencia de prensa, Merkel respondió a las críticas con estas palabras: "Si tenemos que disculparnos por mostrar un rostro gentil en una situación de emergencia, este no es mi país". Otra frase se convirtió en su mantra: "Lo lograremos".
Imagen: Reuters/F. Bensch
Historias en el equipaje
A fines de septiembre, la policía publicó una imagen conmovedora. Una niña refugiada hizo este dibujo y se lo regaló a un policía de Passau. Muestra el horror que vivieron muchos refugiados y su gran alegría de estar por fin a salvo.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bundespolizei
El drama continúa
A fines de octubre habían llegado a Alemania más de 750.000 refugiados. Pero el flujo no cesaba. Los países de la denominada "ruta de los Balcanes" se veían superados y cerraron sus fronteras. Solo se siguió permitiendo el paso a sirios, afganos e iraquíes. Como una forma de protesta, algunos refugiados de otros países se cosieron los labios.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Licovski
Sin final a la vista
"¡Ayúdanos, Alemania!", dicen los carteles de los manifestantes en la frontera con Macedonia. En Europa se acerca el invierno y miles de personas, incluyendo niños, se encuentran atrapadas en tierra de nadie. Entretanto, incluso Suecia, considerado un país abierto a los refugiados, estableció transitoriamente controles fronterizos. La UE cuenta para 2016 con otros tres millones de refugiados.