Turquía y EE. UU. crearán zona militar en noreste de Siria
7 de agosto de 2019
El anuncio tiene lugar tres días después de que Erdogan reiterara su amenaza de intervenir militarmente en el noreste de Siria ante la falta de acuerdo que había con Washington sobre este asunto.
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El Ministerio de Defensa de Turquía anunció este miércoles (07.08.2019) que ha llegado a un acuerdo con las autoridades militares de Estados Unidos para crear en el noreste de Siria una franja bajo control militar turco.
Las dos partes se pusieron de acuerdo para "tomar sin demora las primeras medidas destinadas a responder a las preocupaciones de Turquía", y "en ese marco crear en Turquía un centro de operaciones conjuntas".
Franja de seguridad
Turquía y Estados Unidos negocian desde hace meses la creación de una franja de seguridad a lo largo de la parte oriental de la frontera turco-siria, al este del río Éufrates, en territorio de mayoría de población kurda y dominada por las milicias kurdosirias YPG. Turquía considera las YPG terroristas por sus vínculos con el PKK, la guerrilla kurda activa en Turquía, pero Washington las respalda como aliadas en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
La última ronda de negociaciones, a finales de julio pasado, terminó sin resultado, pero este miércoles, el Ministerio de Defensa turco y la Embajada estadounidense en Ankara emitieron un comunicado conjunto para anunciar un acuerdo inicial sobre la creación de la zona de seguridad.
La nota afirma que "la primera fase de las medidas para eliminar las preocupaciones turcas de seguridad ser aplicarán cuanto antes", sin dar un plazo concreto. Tampoco aclara la anchura de la franja bajo control militar turco, que Ankara exigía fuese de 32 kilómetros, algo inaceptable para las YPG.
Según el ministerio turco de Defensa, el objetivo final de Ankara es crear un "pasillo de la paz" que "garantice que nuestro hermanos sirios puedan volver a su país". Turquía alberga más de 3,6 millones de refugiados sirios, la mayor cifra en el mundo.
FEW (AFP, EFE)
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Turquía: manos pequeñas, grandes beneficios
Trabajar duro en lugar de estudiar: cientos de miles de niños refugiados sirios en Turquía no van a la escuela. Muchos trabajan 12 horas al día, aunque el trabajo infantil está prohibido. Visitamos un taller de costura.
Imagen: DW/J. Hahn
El trabajo se acumula
Khalil tiene 13 años y es de Damasco. Trabaja cinco días a la semana en esta sastrería, en el sótano de un edificio residencial en el barrio obrero de Bağcılar, Estambul. Hay cuartos de costura como este en casi todas las calles de la zona. Y, casi siempre, niños como Khalil trabajan en ellos.
Imagen: DW/J. Hahn
Pequeño compañero de trabajo
Las máquinas de coser suenan casi sin parar. Cuatro de los aproximadamente 15 trabajadores de esta sastrería son niños, todos vienen de Siria. La industria textil turca es uno de los sectores en los que el trabajo ilegal es muy común y en el que trabajan muchos menores de edad como mano de obra barata, sin papeles y sin seguridad social.
Imagen: DW/J. Hahn
Anhelo por la escuela
"No pienso en el futuro", dice Khalil, mientras clasifica telas de algodón. Una mujer joven cose bragas con ellas. Clasificar, cortar, coser -los dos hacen un buen equipo. En casa, en Siria, Khalil llegó a hacer el tercer grado en la escuela. Luego vino la guerra, la huida. Desde entonces, no ha vuelto a pisar un aula.
Imagen: DW/J. Hahn
¿Explotación o ayuda?
El trabajo infantil está prohibido en Turquía. Quien emplee a niños menores de 15 años, enfrenta multas. El dueño de esta sastrería lo sabe y por eso quiere permanecer anónimo. "Les doy a los niños trabajo para que no tengan que mendigar. Sé que está prohibido, pero por otro lado también ayudo a las familias que de otra forma no llegarían a fin de mes", dice.
Imagen: DW/J. Hahn
"Espero poder irme a casa"
Musa también tiene 13 años. Como muchos en esta sastrería, viene de la provincia mayoritariamente kurda de Afrin, en el norte de Siria. ¿Qué hace cuando no trabaja? "Jugar fútbol", dice. "Espero que pronto haya paz en Siria y podamos regresar a casa. Luego, quiero estudiar allí y convertirme en médico".
Imagen: DW/J. Hahn
Lo importante es que sea barato
Miles de bragas de mujer se cosen y se empacan aquí todos los días, en diferentes colores, diseños y tamaños. Se venden en bazares por una par de liras turcas la pieza. El objetivo: ser más barato que la competencia de China. Los niños aquí tienen un salario por hora que ni siquiera llega a los 50 céntimos de euro. Los adultos ganan aproximadamente el doble.
Imagen: DW/J. Hahn
Doce horas de trabajo al día
Aras tiene 11 años y trabaja aquí desde hace cuatro meses. Su madre está embarazada, su padre tiene un trabajo en una fábrica textil. El día de Aras comienza a las 8 de la mañana y termina a menudo a las 8 de la noche. Ella puede hacer dos pausas. Aras gana 700 liras al mes, lo que equivale a alrededor de 153 euros.
Imagen: DW/J. Hahn
Aprender es un lujo
Aras no puede ir a una escuela pública porque trabaja de lunes a viernes. Para que por lo menos aprenda algo, va el fin de semana a clases en una organización de ayuda siria. El currículo incluye matemáticas, árabe, turco. Las mismas maestras huyeron de la guerra en Siria.
Imagen: DW/J. Hahn
Tiempo fuera del aula
Más de 70 niños entre 4 y 18 años vienen todos los días a la pequeña escuela siria. A veces, las maestras van a casa de las familias y convencen a los padres para que envíen a los niños a clase al menos algunos días para que tengan la oportunidad de un futuro y puedan ser lo que son: niños.