Turquía y Rusia inician patrullas conjuntas en Siria
1 de noviembre de 2019
Turquía quiere instalar en esta frontera una "zona de seguridad" de unos 30 kilómetros para separar su territorio de la zona donde están presentes las YPG, a las que considera "terroristas".
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Militares turcos y rusos comenzaron el viernes (01.11.2019) a patrullar conjuntamente una región del noreste de Siria, en cumplimiento del acuerdo que puso fin a la operación militar lanzada por Ankara a principios de octubre contra los kurdos de esta región siria.
"En el marco de los acuerdos de Sochi del 22 de octubre de 2019, miembros de los ejércitos turco y ruso, acompañados por aeronaves no tripuladas, han iniciado su primera patrulla conjunta", anunció el Ministerio de Defensa turco en su cuenta en Twitter.
Según pudo comprobar un periodista de AFP desde el lado turco de la frontera, las patrullas comenzaron hacia las 09h00 GMT en un pueblo sirio de la región de Dirbassiyeh. Los soldados, en una decena de vehículos militares turcos y rusos, se dirigieron hacia el este de Dirbassiyeh para patrullar en una zona de varias decenas de kilómetros, según fuentes militares turcas.
Turquía: deportaciones a Siria
03:24
Por otra parte, el Ministerio de Defensa turco anunció la llegada a Ankara de una segunda delegación rusa "para debatir aspectos tácticos y técnicos" de la presencia turca en el noreste de Siria.
Operación turca Fuentes de Paz
Turquía lanzó el pasado 9 de octubre la operación Fuentes de Paz para expulsar a las milicias kurdosirias que dominaban el noreste de siria de una franja fronteriza de 32 kilómetros de ancho.
Las milicias kurdas, tras el abandono de su principal aliado, EE. UU., han cedido el sector fronterizo con Turquía a las tropas de Ankara y Moscú, y han permitido al Gobierno sirio desplegarse en el territorio bajo su control para detener la ofensiva turca.
En Sochi, Putin y Erdogan llegaron a un memorando de entendimiento en el que se estipula que la policía militar rusa y guardias fronterizos sirios entrarían en la franja fronteriza para facilitar la retirada de las milicias kurdosirias, a las que Ankara considera "terroristas".
El resultado ha sido la retirada de las milicias kurdosirias de esta franja fronteriza de 32 kilómetros, donde hace unas semanas patrullaban estadounidenses y kurdos, mientras que ahora soldados rusos y turcos han comenzado a vigilar una franja de 10 kilómetros, y rusos y sirios el resto.
FEW (AFP, EFE)
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Crisis humanitaria en Siria tras ofensiva turca
Las personas desplazadas por los combates en el noreste de Siria tratan de sobrevivir en escuelas y casas abandonadas. Las ONG se han ido y la gente hace colas por horas para conseguir pan.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Primera parada
Fuentes de la ONU aseguran que más de 200.000 personas han dejado sus hogares en el noreste de Siria desde que Turquía lanzó su ofensiva, el 9 de octubre. Desde entonces, la ciudad fronteriza de Ras al Aín ha pagado los costos debido a los ataques armados de milicias proturcas y bombardeos aéreos. La ciudad permanecerá bajo control turco tras un acuerdo alcanzado en Sochi entre Rusia y Turquía.
Imagen: DW/K. Zurutuza
"Lo perdimos todo"
La mayor parte de los que huyeron son kurdos. Aquellos que permanecen en la ciudad son casi todos árabes que siguen en contacto por teléfono con sus antiguos vecinos. "Me dijeron ayer que los islamistas estaban saqueando nuestras casas. Lo perdimos todo", contó este hombre a DW.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Cada miga ayuda
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad están estacionadas a pocos kilómetros de Tal Tamr. Como consecuencia, las ONG que estaban instaladas en la región decidieron abandonarla en los últimos días. Los desplazados internos llegados desde Ras al Aín y de las villas vecinas dependen enteramente de la ayuda que les entregan las ONG locales, que luchan para hacer frente a la crisis.
Imagen: DW/K. Zurutuza
No se puede ir lejos
Además de Tal Tamr, otras localidades de los alrededores también albergan a cientos de desplazados. "Se están instalando en aldeas desocupadas, muchas de ellas ubicadas demasiado cerca de zonas controladas por las milicias proturcas o células dormidas del Estado Islámico", dice a DW Hassan Bashir, coordinador de una ONG local.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Ansiada comida
Este desplazado interno árabe de Ras al Aín tiene cuatro esposas, y deberá buscar una fórmula para alimentar a todos sus hijos, pues la escasez de comida ha forzado a las ONG a ofrecer solo una ración por familia. "No es culpa de ellos, son solo niños", dijo el hombre a DW, después de recibir solo una bolsa con raciones alimenticias.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Se acabó la escuela... ¿para siempre?
La escuelas han estado cerradas en el noreste de Siria desde que comenzó la ofensiva, y muchas de ellas son ahora hogar para los desplazados internos. Aquellos que puedan pagarlo, se trasladarán a ciudades como Al-Hasaka, ubicada unos 80 kilómetros al sur, pero otros tendrán que hacer frente a las condiciones extremas de una ciudad fronteriza expuesta a los ataques.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Lo más parecido a casa
Cincuenta familias kurdas de Ras al Aín viven ahora en esta escuela abandonada en Tal Tamr, donde carecen de agua y electricidad. A medida que las condiciones sanitarias empeoran, los expertos ven crecer la posibilidad de un brote de cólera y otras enfermedades. "Si seguimos así, vamos a tener una enorme crisis humanitaria", dijo un médico local a DW.