Deutsche Welle:¿Le da igual al Gobierno alemán la libertad de prensa en Turquía?

Florian Hahn: No, naturalmente que no. Tanto el Gobierno como el Parlamento ven con mucha preocupación lo que sucede en Turquía, la presión sobre los periodistas en el país y la mayor limitación de la libertad de prensa.

Can Dündar, el exredactor jefe del periódico Cumhurriyet, huyó a Alemania. El actual redactor jefe, Murat Sabuncu, fue detenido. ¿Por qué es la reacción del Gobierno alemán tan laxa?

Justo estas detenciones muestran que nos encontramos en una posición muy complicada. Por un lado, Turquía es un socio importante en la lucha contra Estado Islámico. Por el otro, es un vecino muy importante por su ubicación geoestratégica. No es fácil condenar a Turquía sin matizar. Tenemos siempre que tener en cuenta nuestros intereses.

¿No es una política de doble rasero?

Como ya dije: Tenemos que tener en cuenta nuestros intereses, pero tampoco se puede barrer nada bajo la alfombra. No creo sinceramente que vayamos a concederle a Turquía la exención de visado en tales condiciones.

Volvamos al tema de la exención de visado. Usted habla de intereses alemanes. ¿Se ha vuelto el Gobierno alemán muy dependiente de Turquía debido al acuerdo sobre los refugiados?

Tenemos que ver este tema de forma muy realista. Turquía influye sobre nuestros intereses en muchos ámbitos, independientemente de si lo queramos o no. Y naturalmente, la crisis de los refugiados es otro tema adicional.

Parte del acuerdo de los refugiados fue la exención de visado para los ciudadanos turcos. ¿Está resuelto el tema?

La exención de visado fue parte del acuerdo, pero conectado a un catálogo de 72 condiciones que Turquía debía cumplir. De esas 72 condiciones está muy alejado sobre todo por las restricciones a la libertad de prensa. De hecho creo que la eliminación de visado ya no es un tema a debatir. Por cierto, para la CSU no puede haber supresión de visado en estas condiciones.

Primero, la semana pasada el Gobierno turco suspendió al alcade de Diyarbakir. Ahora, lo sucedido contra la prensa opositora, a pesar de las protestas en el extranjero. ¿Hace el Gobierno de Ankara lo que le venga en gana?

Desgraciadamente tenemos que constatar que estos sucesos son alarmantes. Uno tiene que imaginarse que ya más de 100.000 personas fueron despedidas de sus puestos de trabajo, se cerraron una docena de universidades. Todo esto recuerda también a la época oscura de nuestra historia.

¿Cuán valioso es un socio así?

Mire usted, no podemos escoger a algunos socios como tampoco lo podemos hacer con los vecinos. Turquía es nuestro vecino. Por esta razón es importante que abarquemos las cosas con la serieda y tranquilidad necesarias.

 

Florian Hahn es portavoz político de exteriores y seguridad de la CSU en el Bundestag.

Autor: Daniel Heinrich