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PolíticaPolonia

Tusk en Berlín: acercamiento entre Alemania y Polonia

Jacek Lepiarz
12 de febrero de 2024

El primer ministro liberal de Polonia, Donald Tusk, llega a Berlín para normalizar la maltrecha relación con Alemania.Tusk representa un país seguro de sí mismo que ya no quiere ser el 'hermano pequeño'.

Donald Tusk.
Donald Tusk, primer ministro de Polonia.Imagen: Nicolas Maeterlinck/BELGA/AFP/Getty Images

Será sólo una visita rápida a dos capitales de Europa occidental, pero el viaje es significativo. Donald Tusk se reunirá por primera vez con el presidente francés, Emmanuel Macron, en París, este lunes (12.02.2024). Inmediatamente después viajará en avión para reunirse con el canciller alemán Olaf Scholz en Berlín.

Para el primer ministro liberal polaco, la visita a Berlín en particular será una travesía por la cuerda floja. Quiere reparar la maltrecha relación con Alemania, pero debe tener cuidado de no acercarse demasiado. Después de todo, el partido de oposición nacional conservador Ley y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski, que ha calificado a Tusk de "agente alemán", denunciará como "traición" cualquier movimiento poco meditado en el escenario berlinés.

Kaczynski comparó métodos de Tusk con los de Hitler

El partido de Kaczynski, que gobernó Polonia durante los últimos ocho años, dejó la política europea en ruinas. Se basó en la estrecha alianza militar con Estados Unidos, siendo su socio favorito en Washington Donald Trump, y arruinó las relaciones con Francia y Alemania. Las relaciones germano-polacas se encontraban en la crisis más profunda desde la caída del Telón de Acero.

En la campaña electoral previa a las elecciones parlamentarias polacas de octubre de 2023, el PiS incluso declaró que Alemania era la mayor amenaza para la soberanía de Polonia, y que Tusk era el representante de los intereses extranjeros, concretamente, alemanes. Después de la derrota electoral, Kaczynski incluso llevó su retórica antialemana al límite: comparó los intentos de Tusk de restaurar el Estado de derecho con los métodos de Adolf Hitler.

Donald Tusk luego de ser designado como jefe de Gobierno de Polonia. Imagen: Michal Dyjuk/AP/dpa/picture alliance

Scholz felicita e invita; Tusk duda

Cuando el nuevo Gobierno polaco de centro-izquierda juró finalmente su cargo, a mediados de diciembre de 2023, el entusiasmo en Berlín no pasó desapercibido. En el Bundestag, el canciller Scholz felicitó espontáneamente a su nuevo homólogo Tusk por haber asumido el gobierno y le ofreció cooperación. "El papel de Polonia en y para Europa es hoy mayor que nunca", dijo Scholz en una declaración del gobierno, expresando la esperanza de que Alemania y Polonia avancen ahora en las relaciones bilaterales "codo a codo".

Sin embargo, tuvieron que pasar casi dos meses antes de que Tusk llegara a la capital alemana. El difícil proceso de toma del poder, que se vio dificultado y retrasado por la política de bloqueo total del PiS, inicialmente dejó a la política exterior en un segundo plano. El debate sobre los medios de comunicación y los primeros pasos hacia el restablecimiento del Estado de Derecho se consideraron más importantes que las iniciativas de política exterior.

Pero también hubo otras razones. "Tusk actúa con extrema cautela con Alemania para no dar a los populistas de derecha una excusa para sus críticas", afirma a DW Piotr Buras, jefe de la oficina de Varsovia del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR). El politólogo recuerda que Tusk no mencionó en absoluto a Alemania en su primera declaración gubernamental. También cree que el orden elegido para las visitas (primero a París y luego a Berlín) no es casual.

Resentimiento antialemán en Polonia

"Ocho años de propaganda antialemana han dejado profundas huellas en la sociedad polaca. El PiS ha ganado la soberanía interpretativa en los debates sobre Alemania", explica Buras. Por eso Tusk se abstendrá al menos hasta las elecciones europeas de junio. "Necesita más tiempo”, subraya el académico.

"Tusk es una especie de rehén de la retórica del PiS sobre Alemania", confirma Agnieszka Lada-Konefal, subdirectora del Instituto Alemán Polonia (DPI) en Darmstadt. Subraya que la parte alemana comprende bien la situación del Jefe de Gobierno polaco. "Berlín no muestra decepción, impaciencia o desconfianza”, afirma Lada-Konefal. Los alemanes entendieron que no debían imponer nada a Varsovia, que "no debían actuar como un hermano mayor que no para de sermonear a su hermano pequeño".

Tanto Buras como Lada-Konefal coinciden en que las relaciones germano-polacas no volverán a la época anterior a la llegada del PiS al poder.

Polonia no quiere ser el 'hermano pequeño' de Alemania

Tras el cambio democrático de 1989, el primer ministro de Asuntos Exteriores no comunista Krzysztof Skubiszewski, proclamó la comunidad de intereses germano-polaca. Más tarde, habló incluso de una comunidad de destino. El 'hermano mayor', Alemania, se convirtió en defensor de Polonia y allanó el camino para que el 'hermano pequeño', Polonia, ingresara en la UE y la OTAN.

"Hoy estamos en una situación completamente distinta", subraya Lada-Konefal. La influencia de Tusk como político experimentado que presidió el Consejo Europeo durante cinco años ha crecido enormemente. El papel de Polonia en el mundo también ha cambiado significativamente debido a la rápida y generosa ayuda militar a Ucrania y a la aceptación de millones de refugiados ucranianos. Al mismo tiempo, Alemania ha perdido gran parte de su lustre debido a su equivocada política hacia Rusia y a sus problemas políticos internos. El equilibrio de poder se ha inclinado a favor de Polonia, según la vicepresidenta del DIP.  

(ct/cp)

 

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