Ucrania 2024: dos años de guerra y 10 de anexión de Crimea
Frank Hofmann | Anna Sokolova-Stekh
28 de diciembre de 2023
La gran mayoría de los ucranianos quiere seguir respondiendo militarmente a los ataques de Rusia. En 2024 tendría que redistribuirse la carga de la guerra.
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La población de Ucrania quiere resistir a los agresores rusos en 2024, aunque sea más difícil: en el frente, los soldados llevan varios meses racionando la munición. Faltan suministros de los países de apoyo , sobre todo proyectiles de artillería. Muchos observadores han dado por fracasada la contraofensiva del ejército ucraniano contra los ocupantes rusos, que comenzó en junio de 2023. Las fuerzas armadas y la población civil de Ucrania están cansadas de la guerra.
El 58% quiere seguir luchando, incluso sin ayuda occidental
Y, sin embargo, según una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS), el 58% de los ucranianos encuestados afirma que los contraataques deben continuar, incluso si las más de 50 naciones que los apoyan, encabezadas por EE.UU., dejaran de ayudar.
"Al mismo tiempo, uno de cada tres encuestados (32%) cree que es mejor cesar las hostilidades con la condición de que Occidente ofrezca garantías de seguridadrealmente serias, aunque la liberación de los territorios ocupados se retrase indefinidamente", revela el KIIS.
Guerra de guerrillas, si disminuye el apoyo
Así pues, una clara mayoría quiere seguir luchando por todos los medios contra los atacantes rusos, que disponen de un número superior de soldados, material de guerra y municiones.
En Kiev, en el centro de la plaza de la Independencia del Maidán, hay un lecho de plantas cubierto con cientos de pequeñas banderas amarillas y azules. Están dedicadas a los caídos de la guerra de agresión rusa. Natalia, de 25 años, se arrodilla y clava otra banderita con los colores nacionales ucranianos en el suelo cubierto de nieve. "Este es un recuerdo de dos de mis amigos. No pudieron salir de Mariupol. Un cohete alcanzó su casa y murieron quemados", dice. Natalia procede de la ciudad portuaria de Mariupol, en el sureste de Ucrania, ocupada por Rusia desde 2022. Desde allí huyó al extranjero. Regresó hace unos días. "Hace tiempo que quería volver", dice Natalia, "aquí puedo ser útil".
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En Kiev se siente la guerra todos los días
"La gente parece triste. Y en las calles hay muchos menos que antes", agrega Natalia, quien concluye que es mejor que estar huyendo; en el extranjero se sentía indefensa.
Manifestantes en la plaza corean: "¡Dinero para el ejército!". Varias decenas de personas se reúnen cerca del ayuntamiento de Kiev. Ese día se aprobaba allí el presupuesto para el próximo año. Los manifestantes exigen que el dinero se gaste en el ejército y no en proyectos de infraestructuras como la reconstrucción de parques o la renovación de aceras. "Hola, estamos en guerra", reza el cartel de Ilya. "Las autoridades locales no están en guerra. Están metidas en política", dice a DW un joven de 26 años.
Desde hace semanas, la disputa política en el país vuelve a cobrar fuerza. La guerra de agresión rusa lo había ocultado durante mucho tiempo. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, y el presidente, Volodimir Zelenski, en particular, ya estaban enfrentados desde antes de la invasión rusa.
En otra protesta, familiares de soldados exigen la desmovilización de los que llevan más de un año en servicio. Entre los manifestantes se encuentra Alina Strashko, esposa de un soldado. "Mi marido entró en el servicio militar al principio de la invasión a gran escala", cuenta esta joven de 18 años. Como muchos voluntarios, pensaba que le sustituirían al cabo de un tiempo. Pero ahora lleva casi dos años combatiendo. "Unas vacaciones no bastan para recuperarse de todo lo que han vivido en el frente", dice Alina. Y los medios de comunicación ucranianos informan que los militares exigen la movilización de 500.000 nuevos soldados.
Piden relevo de combatientes en el frente
La presión sobre el Presidente Zelenskyi para que releve a los combatientes de larga duración está aumentando. Vasylyna Duman, que lleva recogiendo donaciones para las unidades de primera línea desde el comienzo de la guerra en Ucrania en 2014, también lo ha observado. "Las personas que llevan dos años combatiendo merecen salir del frente", afirma esta cooperante de 37 años, en entrevista con DW. "Necesitan saber que las terribles condiciones en las que viven terminarán algún día. Pero la posibilidad de desmovilización depende de una nueva movilización de nuevos reclutas".
Oleh, de 38 años, médico en el ejército, dice algo parecido: no está desmotivado, "pero me siento cansado". Le gustaría ser "desmovilizado", dice a DW. "Al mismo tiempo, me doy cuenta de que eso no ocurrirá porque no hay nadie que nos sustituya". Tras casi dos años de guerra, se ha propagado por todo el país una inercia, aunque no en el frente. Ucrania se enfrenta en 2024 a intensos debates sobre cómo repartir la carga de esta guerra entre muchos más hombros tras dos años de la destructiva invasión rusa.
(jov, ers)
Bajmut: la "ciudad fortaleza" en el frente ucraniano
Antes de la invasión rusa, más de 70.000 personas vivían en Bajmut. Ahora, una feroz batalla se libra por la ciudad del Donbás. Una imagen de la vida en esa localidad desde el comienzo de la guerra.
Imagen: LIBKOS/AP Photo/picture alliance
Antes de la guerra
Esta foto, tomada en la primavera de 2022, muestra murales en Bajmut sobre la familia y los niños. En mayo, el frente había avanzado hasta las afueras de la ciudad y comenzaron los ataques aéreos y de artillería. Muchos edificios residenciales resultaron gravemente dañados.
Imagen: JORGE SILVA/REUTERS
"Nos sentimos sin hogar"
Los bloques de apartamentos del este de Bajmut fueron los primeros en sufrir los ataques rusos en la primavera de 2022. Hoy, estos barrios se parecen mucho a la ruinosa ciudad portuaria de Mariúpol. Halyna, una evacuada de Bajmut cuya casa fue destruida, dijo a los periodistas: "Nos sentimos sin hogar. Lo hemos perdido todo. No tenemos adónde volver".
Imagen: Aris Messinis/AFP/Getty Images
Las ruinas de una escuela
Dos profesoras se abrazan ante las ruinas de su escuela en Bajmut. Fue bombardeada por el ejército ruso y sufrió graves daños el 24 de julio de 2022. Afortunadamente, nadie murió ni resultó herido en este ataque en particular.
Imagen: Diego Herrera Carcedo/AA/picture alliance
Monumentos destruidos
Muchos edificios de importancia histórica en Bajmut han sido dañados y destruidos desde el comienzo de la guerra. Entre ellos se encuentran el Palacio de la Cultura, la antigua casa del empresario Polyakov, del siglo XIX, y el antiguo instituto femenino. También se han destruido edificios más modernos, que eran considerados postales icónicas de la urbe.
Imagen: Dimitar Dilkoff/AFP/Getty Images
Preparando la evacuación
Oleksandr Havrys hace los últimos preparativos para evacuar a su mujer y sus dos hijos de Bajmut a Kiev. El 7 de marzo de 2023 quedaban menos de 4.000 personas en la ciudad. Antes de la guerra, tenía una población de 73.000 habitantes.
Imagen: Metin Aktas/AA/picture alliance
Los que se quedan
Más del 90 por ciento de los habitantes han abandonado Bajmut y sus alrededores. Los que quedan están en su mayoría enfermos o viven solos. Durante meses, sólo abrieron algunas tiendas y una farmacia, si había una pausa en los disparos. La ayuda humanitaria llegaba a través de organizaciones benéficas y voluntarios.
Imagen: ANATOLII STEPANOV/AFP/Getty Images
Permanecer a pesar de todo
Olha, embarazada, fuera de un búnker antiaéreo en Bajmut con su marido Vlad, el 28 de enero de 2023. Son de los pocos civiles que han permanecido en la ciudad a pesar de los encarnizados combates. Hoy en día, se necesita un pase especial para acceder a Bajmut.
Imagen: Raphael Lafargue/abaca/picture alliance
Vivir con miedo
Valentyna Bondarenko, pensionista de 79 años, mira por la ventana de su apartamento en Bajmut, en agosto de 2022. Muchos residentes de la ciudad han soportado meses en sótanos y refugios de emergencia debido a los interminables bombardeos y al peligro constante.
Imagen: Daniel Carde/Zumapress/picture alliance
La vida cotidiana en el sótano
"Estamos acostumbrados a todo tipo de silbidos y explosiones", dice a DW Nina, de Bajmut (en la foto, a la derecha). Dice que sus hijas se han ido "a Europa", pero ella y su marido quieren quedarse mientras el ejército ucraniano esté en la ciudad. Sin embargo, se irían si la situación empeora: "para no estorbar a los militares cuando el enemigo se esconde detrás de las casas".
Imagen: Oleksandra Indukhova/DW
Haciendo fila para recibir ayuda
En otoño, la situación humanitaria en la ciudad se deterioró aún más. Las tropas rusas lanzaron una ofensiva el 1 de agosto, y la red eléctrica resultó dañada por bombardeos. Se hizo muy difícil obtener alimentos y la red de telefonía móvil colapsó. Los trabajadores humanitarios voluntarios también fueron atacados.
Imagen: Diego Herrera Carcedo/AA/picture alliance
Fuego de artillería pesada
Las batallas clave por Bajmut están siendo libradas por unidades de artillería. Los militares ucranianos estiman que casi toda la gama de artillería y morteros están en acción en la zona. Bajmut está siendo ferozmente atacada por unidades del ejército privado ruso conocido como Grupo Wagner. El ejército ucraniano sigue resistiendo todos los ataques.
Imagen: Bulent Kilic/AFP/Getty Images
Bandera ucraniana de Bajmut en el Congreso de EE.UU.
El 20 de diciembre, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski visitó a los soldados ucranianos que defendían Bajmut. De allí trajo una bandera ucraniana, que presentó dos días después a Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en una visita al Congreso de ese país. La bandera ha sido firmada por soldados que están en primera línea.
Imagen: Carolyn Kaster/AP Photo/picture alliance
Tratando a los heridos en Bajmut
Las principales tareas de los médicos militares en el frente incluyen estabilizar a los heridos, evitar muertes por shock y pérdida de sangre, y asegurar el transporte de casos graves a hospitales militares más seguros.
Una imagen de los últimos días de diciembre de 2022. Sale humo de las ruinas de casas particulares en las afueras de Bajmut. Según las autoridades locales, en marzo de 2023, más del 80 por ciento de las viviendas de la ciudad han sido destruidas por los combates.
Imagen: Libkos/AP/picture alliance
Imagen de satélite de la destrucción
Una imagen satelital del 4 de enero de 2023, publicada por la empresa de tecnología espacial Maxar, muestra el alcance de la destrucción cerca de Bajmut. "En los últimos meses, la ciudad ha estado en el centro de intensos combates entre las tropas rusas y ucranianas. Las imágenes muestran grandes daños en edificios e infraestructuras", comenta la compañía.
Imagen: Maxar Technologies/picture alliance/AP
Ciudad fantasma
Esta foto, tomada por un dron de la agencia de noticias Associated Press el 13 de febrero, también ilustra la destrucción en la ciudad. Filas enteras de casas y edificios de apartamentos han sido destruidos, y sólo quedan en pie los muros exteriores y las fachadas dañadas. Los tejados se han derrumbado, exponiendo el interior de las construcciones al paso de la nieve.
Imagen: AP Photo/picture alliance
"Fortaleza Bajmut"
Un soldado ucraniano pasa junto a una pared rayada en el centro de la ciudad que dice "Bajmut ama a Ucrania". Los líderes políticos y militares del país han decidido mantener la defensa de la ciudad. Sin embargo, la OTAN no descarta la posibilidad de que Bajmut caiga, aunque esto no cambiaría necesariamente el curso de la guerra. (mn/dz)