"Nos hemos preparado para la votación. Queríamos organizar el referéndum lo antes posible, pero debido a los actuales acontecimientos, pienso que por ahora haremos un paréntesis", señaló el subjefe prorruso de la Administración Militar-Civil de la región, Kiril Stremoúsov, a la televisión pública rusa.

Hasta ahora, las autoridades prorrusas impuestas por Moscú habían hablado de celebrar el referéndum en otoño. Stremoúsov consideró ahora una prioridad "alimentar a la población y garantizar su seguridad".

Aún ayer, este político prorruso insistía, en declaraciones a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, que los preparativos para el referéndum estaban en marcha y que "se llevará a cabo de todos modos", tras admitir que "el bombardeo de la ciudad de Jersón y de la región no cesa", por la contraofensiva ucraniana.

La viceprimera ministra de Ucrania y ministra para la Reintegración de los Territorios Ocupados, Iryna Vereshchuk, aseguró el sábado que "no habrá ningún referéndum", y advirtió a los ciudadanos de la región que votar sería un delito bajo el Código Penal con hasta 12 años de prisión.

Según ella, "ni siquiera un 2 por ciento" de los residentes de los territorios controlados por Rusia participarían "en un pseudoreferéndum".

Stremoúsov respondió hoy a estas declaraciones afirmando que Jersón "es un territorio liberado y todo lo que usted hace, esas amenazas, son un grito sin sentido".

"No tenemos miedo (...) Ya lo dijimos: Jersón siempre será ruso. La gente está dispuesta a acudir a votar en el referéndum para convertirse en sujeto de pleno derecho de un país grande y unificado que nos puede defender", afirmó.

rml (efe, afp)