Ucrania: 29.200 soldados rusos han muerto en la guerra
23 de mayo de 2022
El Estado Mayor del Ejército ucraniano denunció, asimismo, que Bielorrusia realiza “intensas operaciones de reconocimiento” en la frontera. La ofensiva rusa se concentra ahora en el Donbás
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Las Fuerzas Armadas de Ucrania aseguraron este lunes (23.05.2022) que el número de militares rusos muertos desde el inicio de la invasión, el pasado 24 de febrero, llega ya a "cerca de 29.200”, en una cifra que no puede comprobarse de forma independiente. Moscú lleva varias semanas sin entregar un balance de sus bajas en el conflicto, y las estimaciones de Estados Unidos son más bajas que las ucranianas, pero suman también miles de caídos en combate por el lado invasor.
Solo en las últimas 24 horas, las tropas ucranianas aseguran haber causado la muerte de 150 soldados invasores, y desde el inicio de las hostilidades reivindican la destrucción de 1.293 carros de combate, 604 sistemas de artillería y 201 lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados, además de 204 aviones, 170 helicópteros, 93 sistemas de defensa antiaérea, 2.206 vehículos y tanques de combustible, trece embarcaciones y 476 drones.
"El enemigo ruso sufrió las mayores pérdidas durante el último día en la dirección de Bahmut", destaca el informe diario. Los reportes sostienen que "el enemigo ruso sigue lanzando misiles y bombardeos contra el territorio de Ucrania”, con un "aumento de la intensidad en el uso de aviones” contra infraestructura crítica. "Los datos están siendo actualizados. Golpeen al ocupante. Ganemos juntos. Nuestra fuerza es la verdad", cierra el texto.
Operaciones bielorrusas
El reporte también menciona que "las Fuerzas Armadas de Bielorrusia están llevando a cabo intensas operaciones de reconocimiento en dirección a Volyn y Polissya, mientras que unidades adicionales están siendo desplegadas en las zonas fronterizas en la región de Gomel", por lo que considera que "la amenaza de ataques aéreos y con misiles desde el territorio de Bielorrusia sigue existiendo".
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El gobernador de la región de Lugansk, Sergei Gaidai, dijo que Rusia concentra sus tropas en el Donbás, donde la situación empeora día a día. Moscú desplaza unidades retiradas de la región de Járkov en el norte, efectivos que participaron en el asedio de Mariúpol en el sureste, milicias de las "repúblicas” de Donetsk y Lugansk, fuerzas chechenas y tropas movilizadas desde Siberia y el lejano oriente ruso, indicó la autoridad.
Lo mismo sucede en materia de armamento. "Todo está concentrado aquí", agregó el gobernador, incluidos los sistemas antiaéreos y antimisiles S-300 y S-400, similares a los Patriot estadounidenses. La ciudad de Severodonetsk, punto crucial en la batalla del Donbás, sufre el fuego de Moscú "las 24 horas del día", denunció Gaidai. "Utilizan la táctica de tierra arrasada, destruyen deliberadamente la ciudad" con los bombardeos aéreos, los lanzacohetes múltiples, los morteros o los tanques que disparan a los edificios", señaló.
DZC (Europa Press, EFE, AFP)
Entre la nostalgia y los nuevos comienzos: mujeres ucranianas refugiadas en Alemania
Huyeron de la guerra sin saber exactamente dónde encontrarían refugio. DW habló con varias mujeres que abandonaron Ucrania después del 24 de febrero y que ahora viven en Alemania.
Imagen: DW
"Quiero volver a casa"
Olexandra dejó Kiev el 23 de marzo. Ahora vive en Bergisch Gladbach: "Quiero volver a casa, pero todavía no puedo. A veces quiero dejarlo todo y volver a Kiev, aunque caigan bombas. Es difícil aquí en un país extranjero. Tenemos que salvar tantas vidas como sea posible para reconstruir el país. Pensar en ello me ayuda a afrontar la situación".
Imagen: DW
"Dios, déjame sobrevivir hasta mañana"
Olexandra recuerda: "El 15 de marzo decidí irme. Una estación de metro cercana fue atacada. Me desperté porque las paredes de la casa temblaban. El 23 de marzo tomé el tren para ir a casa de un amigo en Lviv. Pero el 26 de marzo también cayeron bombas ahí y me senté en el sótano pensando: "Dios, déjame sobrevivir hasta mañana". De Lviv fui primero a la República Checa y después a Alemania".
Imagen: DW
Olexandra buscó refugio en un aparcamiento subterráneo
Olexandra cuenta los primeros días de la guerra en un garaje: "Al tercer día se acabó la comida. En algún momento incluso me faltaron las fuerzas para atarme el pelo. En el refugio antiaéreo había un baño y un fregadero donde se podían lavar los platos. No había ducha".
Imagen: Privat
"Quedé horrorizada"
Olena abandonó la región de Kiev con sus hijos el 10 de marzo. Ahora vive en Colonia. "Vengo de la región de Donetsk, Avdiivka es mi ciudad natal. En 2014 y 2015 estuvimos bajo fuego durante ocho meses. Y entonces llegó el 24 de febrero de 2022. Dios mío, no pensé que volvería a haber guerra, me quedé de horrorizada".
Imagen: DW
Fuga por peligro de muerte
Olena cuenta sobre las dos primeras semanas de la guerra cerca de Kiev: "No había soldados rusos en el propio pueblo, pero sí muy cerca, en Bucha, Makariw y Borodjanka. Hubo un terrible bombardeo ahí. Decidí empacar mis cosas y huir. Quedarme habría significado poner en peligro la vida y la salud de mis hijos también".
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"Nos quedamos en Alemania"
Olena se considera muy afortunada: "Nunca había estado aquí, pero es el único país al que quería ir. Me ayudaron a encontrar alojamiento. Me siento bien y segura aquí. Creo que nos quedaremos en Alemania. Los niños ya van al colegio y aprenden alemán, y yo también. Ya hemos huido dos veces de la guerra. Quiero que mis hijos crezcan en paz ahora".
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"Mamá, ¿me voy a morir ahora?"
Tatjana dejó Járkov el 5 de marzo, ahora vive en Bonn. En Ucrania, pasó tres semanas bajo fuego con su hija. "Mi niña de diez años estaba muy asustada, lloraba mucho y preguntaba todo el tiempo: 'Mamá, ¿me voy a morir ahora?'. También me daba miedo huir, pero no podía seguir mirando a mi niña en ese estado".
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La hija de Tatjana en un búnker en Járkov
Tatjana cuenta la huida de Járkov con su hija: "Después de cinco días llegamos a Lviv. Desde ahí nos dirigimos a Polonia. Los guardias fronterizos polacos fueron amables y nos dijeron que estábamos a salvo. Nos ayudaron a llevar nuestras maletas. Los voluntarios les regalaron juguetes a los niños, nos proporcionaron comida caliente y todo lo necesario".
Imagen: privat
"Mi corazón está en Járkov"
Tatjana agradece a Alemania y a otros países europeos su ayuda: "Estoy a salvo, pero mi corazón está en Járkov, con mi familia y mis amigos. Todas las noches leo las noticias sobre ataques, muertos y heridos. Todas las mañanas llamo a mi familia y amigos, esperando que todo esté bien con ellos".
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Con amigos en Alemania
Inna, de Odessa, dice que vino a Alemania con su amiga Xenia para quedarse con unos amigos, que les ofrecieron alojamiento temporal. Los hijos de ambas siguen asistiendo a las clases en línea de sus escuelas ucranianas. Ellas dicen estar agradecidas con todos los que les ayudaron.
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"Lo peor es la incertidumbre"
Xenia e Inna son de Odessa. "Vivimos en la incertidumbre porque no sabemos qué va a pasar después. Tenemos claro que tenemos que reconstruir nuestro país. También está claro que no habrá puestos de trabajo, porque la economía se ha estropeado. Todos los ucranianos lo saben. Pero lo peor es que nadie sabe cuánto tiempo tardará y qué hacer ahora", dicen.
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"Yo también quiero ir a casa"
Inna (en la foto) quiere volver a Odessa. Xenia añade: "Yo también quiero volver a casa. Aquí solo somos huéspedes. Pero mi marido sigue estando en contra de que vuelva. Aunque he estado a punto de irme varias veces, a pesar de la guerra. Nunca habría dejado mi ciudad. Si mi marido estuviera conmigo, me sentiría diferente. Está en Odessa y patrulla nuestra calle".