Las elecciones son el núcleo de una democracia. Los votantes deciden quién debe liderar su país y quién no. Esta elección es a veces difícil, como ha sido en Ucrania. Después de la primera vuelta de las presidenciales, un comediante profesional está a la cabeza: la estrella de televisión Vladimir Zelenski. Recibió casi el doble de votos que el actual presidente, Petró Poroshenko (foto de arriba), quien tiene tres semanas más para luchar por su reelección.

El resultado es un duro golpe para Poroshenko. Hace cinco años, ganó brillantemente en la primera ronda. Él está muy lejos de tales niveles de aceptación hoy. La decepción en Ucrania por su política es demasiado grande. No implementó todas las reformas anunciadas, como la lucha contra la corrupción, que sigue paralizada. Tampoco detuvo la guerra con Rusia en Donbás. Y, sobre todo, el nivel de vida en Ucrania sigue siendo uno de los más bajos de Europa. Al igual que antes, los ricos empresarios ucranianos, los llamados oligarcas, siguen haciendo caja. Poroshenko les ha venido haciendo concesiones. Él mismo es uno de ellos. Ahora le ha llegado la factura. Pero, al menos, todavía está en la carrera por la reelección.

Búsqueda de nuevas caras en la política

No así Yulia Tymoshenko, cuyo sueño de ser presidenta no ha pasado de la primera vuelta. También a ella le ha afectado el auge de Zelenski. Quería arañar votos a Poroshenko con su típico programa populista, que consiguió movilizar a sus incondicionales, pero nada más.

Tymoshenko está fuera, Poroshenko todavía está allí. Ambos políticos encarnan una vieja generación de políticos que muchos ucranianos ya no soportan y para los que Zelenski aparece ahora como una alternativa. Ciertamente, esta primera ronda de elecciones fue ante todo un voto de protesta. Como preveían las encuestas, no hubo un resultado decisivo todavía. Zelenski se benefició de esto inicialmente. En la segunda ronda, sin embargo, los votantes podrían pensar más detenidamente su voto.

¿Asesta un golpe el payaso al presidente?

Porque, a pesar de toda la decepción respecto a Poroshenko, muchos ucranianos también se preguntan cómo sería realmente Zelenski como presidente. Lo conocen solo como humorista y, especialmente, por una serie de televisión en la que interpreta al presidente de Ucrania. ¿Pero cómo sería como presidente en el mundo real?

Su programa político, si es que se puede hablar de un programa, es bastante nebuloso. En la campaña electoral, Zelenski siguió siendo principalmente el comediante. Apenas dio entrevistas y no acudió a los debates políticos. En cambio, realizó una gira con su cabaré de teatro de ciudad en ciudad. Sátira en lugar de política.

Los ucranianos enfrentarán una decisión difícil en la segunda votación: votar por el actual presidente, a quien muchos ya no quieren, o votar por su oponente, cuyos objetivos políticos sólo pueden atisbar, hasta el momento, en líneas muy generales. Un humorista contra el presidente. Una elección de resultado incierto.

(lgc/rrr)

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