Los enfrentamientos que se reanudaron en las últimas semanas en el este de Ucrania son los más cruentos que se viven desde hace trece meses, advirtió la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
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Este viernes (10.2.2017), Alexander Hug, subdirector de la misión en Kiev de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), advirtió que los enfrentamientos que se reanudaron en las últimas semanas en el este de Ucrania son los más cruentos que se viven desde hace trece meses. "El número de ataques con armas prohibidas –como morteros, tanques y artillería– se ha sextuplicado”, aseguró Hug antes de abogar nuevamente por el diálogo entre las tropas leales al Gobierno de Kiev y los separatistas prorrusos.
Después de Avdiivka
Hug denunció además que tanto el Ejército ucraniano como los rebeldes son responsables de "la mutilación y el asesinato de civiles” en el este de esa exrepública soviética. Aunque la situación se calmó en los últimos días, podría volver a escalar debido a que los bandos enfrentados se mantienen muy cerca, señaló el funcionario de la OSCE. "Se pueden ver literalmente los unos a los otros y se pueden disparar con pequeñas armas. Esto conduce inevitablemente a una escalada del conflicto”, añadió Hug.
Las escaramuzas cerca de la ciudad industrial de Avdiivka, que han causado la muerte de decenas de personas desde principios de febrero, hicieron que la atención internacional volviera a enfocarse en el conflicto en la región del Donbás. "La escalada del conflicto no nos sorprendió”, admitió Hug, acotando que ya se había observado hace tiempo el desplazamiento de armamento pesado hacia el frente. El Ejército ucraniano anunció para este 2017 ejercicios de defensa antiaérea con sistemas de misiles Buk M1 cerca de la península de Crimea.
Un misil tipo Buk derribó en julio de 2014 un avión comercial malasio sobre la zona separatista, dejando 298 muertos. Los militares y los separatistas se acusan mutuamente del incidente y el caso aún no ha sido aclarado. Mientras tanto, la Unión Europea (UE) avaló este 10 de febrero que Ucrania había cumplido con los requisitos necesarios para seguir recibiendo ayudas financieras del bloque. Según indicó el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, la UE entregará otros 600 millones de euros al país en las próximas semanas.
Bruselas sigue apoyando a Kiev
El pago anunciado es el segundo de un nuevo programa de ayudas de 1.800 millones de euros. El dinero procede del presupuesto general de la UE y es entregado en forma de préstamo a medio plazo. La UE prometió a Ucrania al menos 11.000 millones de euros hasta 2020. El dinero está destinado a apoyar las reformas en el país. Juncker mencionó como razón de la concesión de la nueva ayuda una ley propuesta por el Gobierno que anula la prohibición de exportar determinados tipos de madera a la UE.
Un alto al fuego firmado en Minsk hace dos años por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, falló estrepitosamente, ya que la OSCE informa de violaciones prácticamente diarias. El conflicto estalló a principios de 2014 después de que Ucrania destituyera a su presidente prorruso al calor de protestas multitudinarias que exigían un acercamiento a Occidente. Rusia, que denunció la destitución como un golpe de Estado respaldado por Occidente, anexó la península de Crimea a su territorio poco después.
Previamente, un referendo no reconocido internacionalmente había derivado en la declaración unilateral de la independencia de Crimea, donde se encuentra la mayor base naval rusa. Rusia ha sido acusada constantemente de apoyar la rebelión de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Alrededor de 10.000 personas han perdido la vida en el conflicto en el este del país, según las Naciones Unidas.
ERC ( dpa / AFP )
Ucrania: la vida entre los bandos de guerra
Entre el fuego de los morteros, miles de personas mayores y ciudadanos empobrecidos continúan viviendo entre los bandos en la "zona gris" del este ucraniano. Diego Cupolo informa desde Donetsk.
Imagen: DW/D. Cupolo
En medio del fuego cruzado
Cada noche, el bombardeo comienza cuando se pone el sol. Los militares ucranianos y los separatistas prorrusos se enfrentan cerca de Donetsk. Atrapados en el fuego cruzado se hallan muchas personas mayores demasiado pobres e incapaces de ir a otro lugar. Ivan Polansky, en la imagen, observa los daños de su vivienda en Zhovanka.
Imagen: DW/D. Cupolo
‘Esperando los proyectiles’
Los residentes de Zhovanka en la llamada "zona gris", una delgada línea de tierra que separa a las partes enfrentadas, hacen cola para visitar al médico. Estas clínicas espontáneas se organizan una vez a la semana. "Cada día esperas que un proyectil alcance tu casa y nunca sabes cuándo va a suceder", dijo Ludmila Studerikove, residente local.
Imagen: DW/D. Cupolo
Sin electricidad ni calefacción
Zhovanka fue hace tiempo el hogar de 1.000 personas, pero la cifra se ha reducido a 200 desde que comenzó la guerra a mediados de 2014. Sus habitantes tuvieron luz y electricidad por última vez hace tres meses. "A veces, tengo tanto miedo que estoy acostada en la cama y solo tiemblo", dijo Studerikove. "Mi marido está a mi lado y me toma la mano".
Imagen: DW/D. Cupolo
Sin ningún lugar adonde ir
Olexander Voroshkov, coordinador del progrma caritativo SOS Kramtorsk, dijo que la gente sigue viviendo en casas medio destruidas y techos con agujeros, porque el alquiler de las ciudades ucranianas se ha disparado desde el comienzo del conflicto. "El precio de los alquileres en Kramatorsk es similar al de la ciudad de Kiev, pero los salarios son más bajos que en Kiev", dijo Voroshkov.
Imagen: DW/D. Cupolo
Dependiendo de la ayuda humanitaria
Las mujeres hacen cola en Zhokava para recibir medicinas y multivitaminas. Las organizaciones humanitarias aportan comida y ayuda; algunas veces, la gente tarda más de un día en pasar los puestos de control. "Teníamos de todo: aire fresco y naturaleza. Era muy bonito. Ahora solo tenemos frío", dijo Vera Sharovarova, habitante del lugar.
Imagen: DW/D. Cupolo
Adaptándose a la situación
Vera Anoshyna habla con los vecinos en Spartak, una ciudad que pertenece a la "República Popular de Donetsk". Anoshysa dijo que había hecho todo lo posible para adaptarse al conflicto. "Si no tienes agua, encuéntrala", dijo. "Si no tienes electricidad, busca una solución. Pero nunca sabes cuándo explotará la próxima bomba".
Imagen: DW/D. Cupolo
Seis costillas rotas
Svetlana Zavadenko, ante su casa en Spatak. Sufrió heridas cuando las paredes de su casa se derrumbaron, después de que varios proyectiles explotaran en el patio. Los vecinos tuvieron que cavar y extraer a Zavadenko de las ruinas. Llegó al hospital con seis costillas rotas y el hígado lesionado. Fuma la marca de cigarros "Minsk" y se ríe cuando se le pregunta su opinión sobre la guerra.
Imagen: DW/D. Cupolo
"Hemos perdido la esperanza"
Zavadenko se recuperó de sus heridas y vive sola con varias mascotas. Spartak no tiene electricidad ni gas ni agua desde 2014. Usa una barbacoa para cocinar su comida. Para conseguir leña, va a una fábrica de madera cercana. "El invierno pasado pensábamos que terminaría la guerra, pero ahora, honestamente, hemos perdido la esperanza", dijo.
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Un nuevo alto el fuego?
Daños causados por los bombardeos en las afueras de Donetsk. A pesar de los fallidos intentos de reducir la intensidad de la guerra, en una reunión sobre el proceso de paz en noviembre, en Berlín, se intentará asegurar un nuevo alto el fuego. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, dijo que acabaría con las hostilidades en el este ucraniano y retiraría las tropas de la región.
Imagen: DW/D. Cupolo
"Hemos perdido a muchos soldados para parar ahora"
Incluso si ambas partes llegan a acordar el alto el fuego, tendrán que enfrentar la oposición de los militares, que se quejan de haberse esforzado mucho para dejar las armas. "Hemos perdido a demasiados soldados para parar ahora", dijo Vladimir Parkhamovich, coronel de la brigada 81 del Ejército del Aire en Ucrania. "Si nos dan la orden de cesar el fuego, los consideraremos traidores", añadió.