Los ucranianos que están a favor de la independencia del Donbás, una región rica en hierro y carbón ubicada en el sudeste de Ucrania, comenzaron a votar este sábado (10.5.2014) por temor a que las tropas leales al nuevo Gobierno de Kiev intenten impedir la celebración del controvertido referéndum secesionista pautado para este domingo (11.5.2014). La consulta culmina a las 10 de la noche, pero, por tratarse de un plebiscito organizado de manera no profesional, se desconoce la hora en que podrán ofrecerse los resultados.

En todo caso, el jefe de la junta electoral nombrada por los separatistas, Roman Liagin, dijo a la agencia de noticias rusa Interfax que el resultado del referéndum sería validado independientemente de la participación. Liagin agregó que las elecciones presidenciales ucranianas del 25 de mayo no se celebrarán ni en la autoproclamada “República Popular de Donetsk” ni en la llamada “República Popular de Lugansk”, los dos distritos de la cuenca del Donbás que están bajo el control de las milicias separatistas prorrusas.

Las declaraciones de Liagin no caen en oídos sordos. Lo que puede llevar a Occidente a imponer sanciones severas sobre Rusia no es la realización del referendo –considerado ilegal por Estados Unidos y la Unión Europea (UE)–, sino la cancelación de los comicios presidenciales ucranianos debido a los obstáculos interpuestos por los secesionistas. Este 10 de mayo, Alemania y Francia amenazaron de nuevo con aplicar las medidas punitivas previstas por el Consejo Europeo cuatro días antes.

Washington reprochó la pasividad del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Jen Psaki, vocera del Departamento de Estado, alegó que Moscú no hizo valer su influencia sobre los separatistas para que pospusieran la consulta. Putin les pidió postergarlo el pasado miércoles (7.5.2014), pero no respaldó su llamado con hechos, sostuvo Psaki. Los militantes prorrusos armados se rehusaron a aplazar el plebiscito y volvieron a enfrentarse con las fuerzas de seguridad ucranianas en ese bastión secesionista que es la ciudad de Sloviansk.

ERC ( dpa / Reuters )