Tras cuatro rechazos incómodos y a falta de un candidato potencial para Eurovisión, Ucrania renunció este miércoles a participar en el concurso musical, en un contexto de tensiones con Rusia.

La polémica surgió a raíz de las condiciones que exige la cadena nacional UA:PBC, que exige a los músicos que no actúen en Rusia, donde sin embargo se siguen organizando conciertos de artistas ucranianos, pese a la crisis que atraviesan ambos países.

"La selección nacional en 2019 sacó a la luz y atrajo la atención del público sobre los problemas sistémicos de la industria musical en Ucrania: los artistas tienen vínculos con la industria del espectáculo del país agresor", indicó UA:PBC en un comunicado, en alusión a Rusia.

"Habida cuenta de la situación actual [...] y de las condiciones de politización excesiva del proceso de selección nacional, la cadena nacional decidió renunciar a participar en Eurovisión-2019", agregó UA:PBC.

El lunes, la antena rechazó la participación de la cantante Maruv, que había sido elegida con los votos del público, mientras que ambas partes se acusaron mutuamente de instrumentalización política.

La cadena pedía que la cantante, de 27 años, actuara como "embajadora cultural de Ucrania" y de "portavoz de la opinión pública ucraniana en el mundo".

Sin embargo, la artista, que declaró estar dispuesta a dejar de cantar en Rusia, aseguró que no quería "actuar con lemas que transformen la actuación en una campaña de promoción para nuestros políticos".

A Maruv le siguieron Freedom Jazz, un trío de cantantes que había quedado segundo, por detrás de Maruv; el grupo de pop KAZKA (tercero) y Brunettes Shoot Blondes (cuarto), que anunciaron el martes y el miércoles que no irían a Tel Aviv.

rml (afp, efe)