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Sociedad

Ucrania y el negocio de los vientres de alquiler

Oleg Klimchuk | Viktor Chereky
6 de septiembre de 2018

En Ucrania existen muchas clínicas de fecundación artificial, pero las autoridades tienen en la mira las prácticas de la medicina reproductiva. ¿Hay tráfico de personas en ellas? Los expertos exigen legislar al respecto.

Imagen: picture-alliance/dpa/F. Heyder

Ucrania es uno de los principales destinos del mundo para quienes buscan vientres de alquiler. Así lo constató el fiscal general del Estado ucraniano, Juri Luzenko, el pasado mes de julio de 2018. Pero, a menudo, detrás de esa fama, se esconde también el comercio de personas y órganos. Luzenko mencionó un caso de fecundación artificial en la clínica de Kiev "BioTexCom”. En 2011, una pareja italiana firmó en ella un contrato con una madre de alquiler ucraniana. Tras el nacimiento del pequeño, la pareja se llevó al bebé a Italia, pero allí no fueron reconocidos como sus progenitores porque la prueba obligatoria de DNA en aquel país no pudo confirmar que el hombre era el padre genético del niño. Finalmente, el pequeño fue adoptado por otra familia en Italia.

El propietario de "BioTexCom”, Albert Totchilovski, ha confirmado a Deutsche Welle que el material genético del bebé y el del hombre no coincidían. "O se intercambiaron los embriones en la probeta o el catéter durante la intervención”, dice Totchilovski. "Es imposible descartar por completo los fallos humanos”, se defiende. Tanto él como el doctor jefe de la clínica fueron acusados en julio de 2018 de tráfico de personas, falsedad documental y evasión de impuestos en Ucrania. Si se demuestran las acusaciones, enfrentan una pena de hasta 15 años de prisión. Totchilovski, que se encuentra bajo arresto domiciliario, considera que de lo único de lo que se podría acusar a la clínica es de haber infringido ciertas normativas del Ministerio de Sanidad en los procesos de fecundación artificial. "Pero para ese delito solo están previstas penas administrativas”, recalca.

Crítica a la Fiscalía

Valeri Sukin, vicepresidente de la Asociación Ucraniana de Medicina Reproductiva, opina que las acusaciones de la Fiscalía son infundadas y que lo único que querían era dañar la reputación de la medicina reproductiva en Ucrania. "Todavía hay que demostrar en juicio las acusaciones”, dice Sukin. Según él, gracias a la fecundación artificial nacieron en los últimos 18 años 54.000 niños en Ucrania. "Solo en 2016 y 2017 hubo 20.000 intervenciones de ese tipo. De ellas, solo 380, es decir, menos del dos por ciento, fueron casos de vientres de alquiler”, dice Sukin.

Pero, según la jurista Jelena Batitsch, estas cifras no ofrecen una idea completa de la realidad. "El proceso con un vientre de alquiler puede iniciarse pero no siempre desemboca en un nacimiento. La estadística registra el caso, pero al final no hay ningún niño que abandona Ucrania. Además, también hay ucranianos que utilizan el servicio de los vientres de alquiler. Pero solo hay una estadística, no hay cifras para cuantificar cuántos casos de vientres de alquiler son de progenitores extranjeros”, explica Babitsch. "Por eso, las afirmaciones de que Ucrania es la meca de los vientres de alquiler no tiene fundamento alguno”, prosigue.

Sin ley, solo prescripciones

Según Valeri Sukin, en Ucrania hay casi 50 clínicas que realizan fecundación artificial. "Su actividad no está regulada por leyes sino por numerosas prescripciones administrativas. Pero después no se supervisa si las clínicas se atienen a ellas”, dice Sujin. También Jelena Babitsch piensa que los vientres de alquiler no están suficientemente regulados a nivel legal. Por ejemplo, los derechos y deberes tanto de la madre de alquiler como de los padres genéticos no están plasmados legalmente. "Tampoco existe protección cuando se producen violaciones del contrato ni garantías si se producen daños materiales en alguna de las partes”.

Tras el caso de la clínica de Kiev "BioTexCom”, hay en discusión en el Parlamento ucraniano cinco borradores de ley para medicina reproductiva. Pero ninguno de ellos contempla una prueba obligatoria de ADN para confirmar el parentesco genético entre la pareja y el pequeño que la madre de alquiler lleva en su vientre. Por ese motivo, Babitsch no descarta que, en el futuro, los países donde ese test es obligatorio no reconocerán legalmente a los niños nacidos en Ucrania mediante gestación subrogada.

Españoles varados en Ucrania

Según la televisión pública española RTVE, ese es precisamente el problema que tienen al menos 20 familias españolas y sus recién nacidos en Ucrania. Otros medios hablan de más parejas afectadas. Al parecer, estas familias se encuentran varadas en Ucrania porque el consulado español no registra a los bebés como ciudadanos españoles y, por lo tanto, no les permite la entrada en España. Según los funcionarios del consulado, están actuando de acuerdo con la nueva normativa europea de protección de datos personales.

Normalmente se toman muestras en presencia de un funcionario del consulado y se envían a España para verificar la paternidad. Pero ahora el consulado dice que la recogida de material genético es un dato personal sensible y que, según las nuevas leyes, se desaconseja a los ciudadanos de la Unión Europea hacer pruebas de ADN en países que no sean de la UE. Por ese motivo, los test ucranianos no fueron reconocidos en España y los bebés no pueden viajar a aquel país. Según las familias españolas afectadas, los ciudadanos de otros países no hubieran tenido estos problemas.

Autores: Oleg Klimchuk y Viktor Cherecky (MS/ERS)

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