Poco antes de la reunión de la OTAN, su secretario general, Jens Stoltenberg, hizo sonar las alarmas: "El nivel actual del uso de municiones en Ucrania es mucho mayor que nuestras tasas actuales de producción. Esto crea presión sobre nuestra industria de defensa. (...) Por lo tanto, debemos aumentar la producción e invertir en nuestras capacidad de fabricación".

El experto en seguridad Frank Sauer, de la Universidad del Ejército Alemán (Bundeswehr) , de Múnich, dijo a DW que también cree que ese es "actualmente el principal problema" en Ucrania, incluso más que la falta de sistemas de defensa aérea y de tanques.

Nico Lange, experto militar de la Conferencia de Seguridad de Múnich y exjefe de gabinete del Ministerio Federal de Defensa, explicó a DW que aumentar las capacidades de producción es de suma importancia, pero también apunta a la estrategia de combate de Rusia, "porque las tácticas de ataque que ha elegido Rusia, es decir, los ataques frontales en la línea de combate, en muchos sectores, en realidad, solo pueden tener éxito si Ucrania se queda sin municiones. Y definitivamente deberíamos evitar eso con nuestro apoyo ".

¿Cuáles son las consecuencias de la escasez de municiones para Ucrania?

El corresponsal de DW en Ucrania Nick Connolly dijo haberse "encontrado con comandantes de obuses y artillería que me dicen que no saben cuánto tiempo más pueden seguir haciendo su trabajo si se van a ver obligados a retirarse de sus posiciones y a esperar por más proyectiles". Y añadió que "este es un problema muy real".

El tiempo de espera para municiones de gran calibre es de 28 meses. "Los pedidos de hoy no se entregarán hasta dos años y medio después", subrayó, en el marco de la conferencia de la OTAN, Jens Stoltenberg.

¿Por qué falta munición?

Según el experto en seguridad Frank Sauer, Alemania y Occidente deberían haber reaccionado mucho antes: "A finales de verano ya tendrían que haber empezado a circular cifras (de pedidos). Se habló de números de cinco a seis dígitos para municiones de artillería mensuales. Se tendría que haber dicho: 'Está bien, si queremos seguir así, tenemos que tomar medidas urgentes ahora'". En su opinión, la producción estadounidense también comenzó bastante tarde.

Según la web del programa de televisión alemán tagesschau.de, EE. UU. había prometido más de un millón de proyectiles de artillería, pero, por problemas de entrega, recurrieron a los depósitos de municiones en Israel y Corea del Sur. Según los expertos, eso demuestra que ni EE. UU. ni Europa están del todo preparados para guerras convencionales.

El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, también reconoció ante el problema de la producción de munición que aumentarla "es importante y necesario y, espero que no sea demasiado tarde, porque se trata de la defensa aérea, y del reemplazo de municiones y misiles para los sistemas de defensa aérea del Ejército ucraniano".

¿Soluciones rápidas?

"Solo puedo pedir cordialmente a la industria armamentista que aumente todas las capacidades lo más rápido posible", resumió Pistorius. La firma de un contrato con el fabricante de armamento Rheinmetall, para reanudar la producción de municiones para el tanque antiaéreo Gepard, es un primer paso importante, señaló el ministro. También para no depender de Suiza, país que se acoge a su estatus de nación neutral para no permitir el envío de munición a Ucrania.

Hans Christoph Atzpodien, director de la Asociación Federal de la Industria Alemana de Seguridad y Defensa (BDSV), exige más claridad y más compromiso: "No se puede esperar hasta la eternidad por los pagos por adelantado. En algún momento, hay que saber con seguridad cuáles son de verdad los productos que quiere el cliente. Y esos pedidos deben llegar con urgencia. Necesitamos previsibilidad, necesitamos fiabilidad. Y cuanto más previsibles y a largo plazo sean los pedidos, mejor podremos planificar la producción".

(rmr/cp)