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Udo Lindenberg: la estrella cumple 70 años

Silke Wünsch (DZC/)17 de mayo de 2016

El músico alemán sigue tan rockero como siempre. Y tan exitoso también. Visitamos la ciudad natal del ídolo con un fanático.

Imagen: Warner Music

Udo Lindenberg, el rockero con más trayectoria de Alemania, nació en Gronau, una pequeña ciudad cerca de la frontera con Holanda. Los vecinos de esa localidad están orgullosos de su hijo más conocido, que no solo tiene una plaza con su nombre en el lugar, sino también una estatua. No muchas personalidades pueden contar con ese honor en vida. Udo sí.

El músico alemán es especial no solo para los habitantes de Gronau, sino también para los cientos de miles de fanáticos que siguen la carrera de este compositor e intérprete desde su juventud. Uno de ellos es Michael König, conocido como “King”, quien nos lleva a recorrer las calles de la ciudad donde creció Lindenberg y los puntos imperdibles que unen a Gronau con la biografía más íntima del cantante. Comenzamos el recorrido en el museo Rock'n'pop, justo frente al Udo-Lindenberg-Platz.

Michael habla de su primer encuentro (acústico) con su ídolo. Tenía siete años cuando escuchó una canción de Udo Lindenberg y de inmediato quiso más. Su padre conocía a un excompañero de clases del artista, quien tenía todos los discos del ídolo musical, incluso los más raros. Gentilmente, prestó ese tesoro al pequeño Michael. “No escuchaba nada más que a Udo”, revela.

La casa donde nació el artista.Imagen: DW/S. Wünsch

El camino lejos de casa

Parados frente a la casa de los padres de Lindenberg, descubrimos junto a la entrada una placa dorada que dice “Panik Präsident”, como el álbum de Lindenberg de 2003. Bajo ese texto, la silueta con sombrero y cigarro, la marca registrada del cantante. La casa, en tanto, es una casa normal. Allí vivía el creador con sus padres y tres hermanos. La vida de pueblo no le gustaba a Udo, ni siquiera de niño. Además, en casa no había mucho amor y el padre tenía más interés por el alcohol que por sus hijos. En ese contexto Udo empezó a tocar batería. Bueno, más bien latones que puso en el patio trasero. Más tarde empezó a salir con amigos, a emborracharse, a fumar, a hacer tonteras. Lo que hacen los adolescentes.

Udo se quería ir. En su canción “Mit dem Sakko nach Monaco” (con un saco hacia Mónaco) hay una línea que dice “el mejor camino de nuestra ciudad es el que te lleva fuera de ella”. Dejamos el discreto lugar, volvemos a la calle principal y nos dirigimos al centro. “Seguro que por acá pasó Udo miles de veces cuando daba vueltas por Gronau”, dice Michael con emoción.

Michael König, fanático y admirador de Udo Lindenberg.Imagen: DW/S. Wünsch

Obviamente Michael sí se ha reunido con su estrella. En una presentación realizada en Münster se conocieron. Eran los tiempos de crisis, antes del gran retorno musical de Udo. Junto a un amigo lo vieron en un bar. “Nos animamos y pensamos cómo acercarnos a él sin ser invasivos”. Decidieron ordenar un whisky al mesero y le pidieron que se lo llevara al señor con sombrero. Lindenberg les agradeció a distancia haciendo un “salud”. Al rato se acercó a Michael y a su amigo. Conversaron largo y tendido. “Me regaló un libro y lo autografió. Puso 'para King'. Desde entonces pienso que quizás inspiré las líneas de la canción 'Mein Ding', donde dice 'la moda viene, la moda va, pero siempre estará King'”.

Leyenda viviente

Pasamos por el antiguo bar “Piepenpohlschänke”, donde ahora hay una peluquería. Como es domingo, no podemos entrar. Pero por la ventana se pueden ver los rayados en la pared. Udo hizo un “udograma” una vez que estuvo en el lugar.

Un poco más allá hay una rotonda y allí una estatua de bronce. Una gigantesca estatua, más bien. Udo está allí, con un micrófono. Los aficionados la pidieron, la ciudad de Gronau la hizo. Hace un año exacto, para el cumpleaños 69 del cantante, Udo inauguró su propio monumento. “Es la estatua de la libertad de Gronau”, dijo en esa ocasión. Luego dio un concierto para los 2.500 fanáticos que habían llegado al lugar. Obviamente Michael estaba ahí. “Fue grandioso”, dice mientras prende un cigarro.

Lindenberg junto a su estatua, en Gronau.Imagen: picture-alliance/dpa/H.Kaiser

Para Michael, Udo es el Lemmy alemán. Tal como el recientemente fallecido bajista y cantante de Motörhead, Udo siempre ha sido una estrella leal a sus principios. Ambos rompen con las convenciones. Eso no cambió ni siquiera cuando el éxito se alejó de Lindenberg, durante 20 años flojos. Por suerte eso es parte del pasado. Su nuevo álbum “Stärker als die Zeit” (más fuerte que el tiempo) llegó de inmediato a lo más alto de los rankings. Michael espera, desea, que Udo haga música por mucho tiempo más -hoy está en su mejor momento, dice- y que simplemente se muera sobre el escenario. Eso es lo que corresponde a una estrella.

El museo Rock'n'pop de Gronau saluda a Udo con una gigantesca tarjeta de cumpleaños donde todos los fanáticos que visitan el recinto pueden escribir sus buenos deseos. King hace lo propio con un mensaje de video, con sombrero y cigarro. Como su ídolo.


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