Los países comunitarios dieron su visto bueno a que la Unión Europea acelere la ratificación del acuerdo climático de París (COP21) para evitar el bochorno de quedarse atrás, ahora que su entrada en vigor es inminente.
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Este viernes (30.9.2016), los países comunitarios dieron su visto bueno a que la Unión Europea (UE) acelere la ratificación del acuerdo climático de París (COP21) para evitar el bochorno que representaría el hecho de quedarse atrás, ahora que su entrada en vigor es inminente. No aprobar el tratado ahora sería un duro revés para una región considerada tradicionalmente avanzada en materia climática. “Todos los Estados miembros han dado luz verde a la rápida ratificación del acuerdo de París. ¡Lo que algunos pensaban que era imposible ahora es real!”, anunció el , vía Twitter.
“¡Acuerdo! Un día histórico”, dijo el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, alegando que este es un paso adelante hacia la entrada en vigor del primer acuerdo climático mundial. En la UE es necesario que los acuerdos climáticos se ratifiquen en nombre de todo el bloque y país por país. El último es un proceso que, por el momento, solo han completado Francia, Eslovaquia, Austria, Hungría, Alemania, Portugal y Malta, mientras otros países, como Luxemburgo, están a las puertas de hacerlo. La decisión se tomó durante una reunión convocada con urgencia para tratar de evitar que la UE se quedara al margen.
Tradicionalmente, se ha esperado a que todos los estados miembros ratifiquen individualmente los acuerdos, para luego proceder a la ratificación conjunta, pero en este caso el temor de no llegar a tiempo para la entrada en vigor del acuerdo ha hecho al bloque optar por esta solución original: que dé el paso la UE y los países que llegue a tiempo. Una vez superadas las reticencias de países como Polonia, siempre dispuesta a bloquear esfuerzos climáticos que considera contrarios a su modelo energético, basado firmemente en el carbón, e industrial, los países han dado su consentimiento a que la UE ratifique el acuerdo.
El acuerdo podría ponerse en marcha a escala global en la cumbre climática (COP22), que se celebra en Marrakech del 7 al 18 de octubre.
ERC ( EFE / AFP )
25 años investigando el Ártico
Desde hace un cuarto de siglo, científicos de la estación alemana de Koldewey investigan los efectos del cambio climático sobre el Ártico. Son testigos de una naturaleza intacta, pero también de un desarrollo alarmante.
Imagen: DW/I.Quaile
En medio de la nada
Un conjunto de casas coloridas en Spitsbergen, un archipiélago en medio del Océano Ártico, es el hogar de un selecto grupo de investigadores, científicos y técnicos. Durante el verano, alrededor de 200 personas de once países diferentes viven en Ny-Alesund. Durante el invierno, solo 30. Esta pequeña localidad es considerada el centro internacional más importante para la investigación del Ártico.
Imagen: DW/I. Quaile
Los comienzos en la "casa azul"
Desde el 10 de agosto de 1991, una pequeña casa azul con techo rojo forma parte del asentamiento internacional en el Ártico. Biólogos marinos e investigadores climáticos alemanes, del Instituto Alfred Wegener, con sede en Bremerhaven, fundaron allí la estación de Koldewey.
Imagen: DW/I. Quaile
Pioneros de la investigación del Ártico
La estación alemana recibió el nombre de Carl Koldewey, que en 1868 dirigió la primera expedición germana al Ártico, trayendo de regreso importantes conocimientos. Los cinco habitantes de la “casa azul” quieren seguir su ejemplo. En 2003 se unieron a científicos franceses. Hoy día, la base de investigación conjunta se llama AWIPEV.
Imagen: DW/I.Quaile
Vivir bajo condiciones extremas
En su trabajo, los investigadores tienen que adaptarse a las duras condiciones del Ártico. A tan solo 1.200 kilómetros al sur del Polo Norte la nieve no se derrite hasta finales de mayo. Incluso durante el verano las temperaturas son bajas. El grupo internacional suele calentarse en el histórico Café Mellageret.
Imagen: DW/Irene Quaile
Amplio espectro de investigación
Hace 25 años, los primeros pasos de los científicos alemanes del Instituto Alfred Wegener consistieron en investigar la capa de ozono en el Ártico. Más tarde también pasaron a hacer mediciones en los campos de la química, biología y geofísica.
Imagen: DW/I.Quaile
Señales de cambio climático
Los investigadores observan los efectos del cambio climático sobre la vida en el Ártico, como la acidificación de los mares. Puesto que el Océano Ártico absorbe cada vez más dióxido de carbono desde la atmósfera, aumenta su pH. Como consecuencia, las algas ya no se pueden desarrollar completamente y los peces y otros animales marinos pierden su base alimenticia.
Imagen: DW/I. Quaile
El hielo se derrite
Además, los investigadores observan una disminución masiva del hielo de los glaciares y de la banquisa ártica en Spitsbergen. Hoy día saben que el cambio climático afecta al Ártico casi el doble de rápido que al resto del mundo.
Imagen: Greenpeace/N. Cobbing
Flora y fauna cambiantes
Como consecuencia, cada vez más animales y plantas de regiones sureñas migran a las aguas árticas, desplazando a las especies nativas. No obstante, algunas especies aún parecen sentirse muy a gusto en los paisajes helados de Spitsbergen.
Imagen: picture-alliance/dpa/McPHOTO
Lluvia sobre nieve
Sobre todo durante el invierno, los investigadores pueden observar otra señal del cambio climático: la lluvia. Cuando esta se congela, queda una capa de hielo de varios metros de grosor bajo la cual los animales ya casi no encuentran comida. Cuando los renos ya no pueden rascar la nieve para alcanzar el pasto debajo de esta, se mueren de hambre.