UE aporta millones para combatir el crimen en Centroamérica
4 de diciembre de 2017
La Comisión Europea concederá 20 millones de euros a los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para mejorar la investigación de crímenes trasnacionales y el tráfico de drogas.
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El secretario general del SICA, Vinicio Cerezo, y el comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica, firmaron este apoyo al programa "ICRIME", que se aplicará en los países de esa organización: El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Belice, Costa Rica y la República Dominicana, informó la Comisión en un comunicado.
"La UE aporta a los países centroamericanos en sus esfuerzos por reprimir el crimen organizado trasnacional y reforzar la integración regional", señaló el comisario europeo.
Apoyo a la lucha contra el lavado de dinero
El programa que recibirá las ayudas ayudará a los países del SICA a incrementar el intercambio de información entre ellos así como de pruebas, coordinar operaciones sobre el terreno o fomentar la cooperación entre los diferentes cuerpos de policía, forenses fiscales o judicatura de los países. Bruselas recordó que la existencia de "fronteras porosas" terrestres entre estos Estados y sus extensas costas incrementa su "vulnerabilidad" ante el crimen organizado, en particular ante el tráfico de armas, drogas y seres humanos.
"La inseguridad en América Central también afecta a la UE", recordó la Comisión Europea, en referencia a las actividades de cárteles o relacionadas con el lavado de dinero en territorio europeo.
JOV (efe)
Día International de las Desapariciones Forzadas (2017)
Con motivo de la celebración del Día Internacional de las Desapariciones Forzadas, aquí la estremecedora realidad de este problema y algunos de los casos más significativos.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. R. Basurto
Un problema de toda la región
En las décadas de los 70 y 80, América Latina sufrió los mayores casos de desaparición de personas, principalmente por parte de las dictaduras militares. Lejos de solucionarse, el problema continúa hasta nuestros días con cifras realmente preocupantes. Especialmente en países como Perú, Colombia, Guatemala, El Salvador…
Una angustia prolongada
Más allá del lugar y del momento en que ocurren, estas desapariciones tienen un denominador común: la lenta y prolongada angustia de las familias. Amnistía Internacional es una de las organizaciones que más visibilidad da a este colectivo con sus campañas. En este caso, en Colombia.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Gene
Los 43 de Ayotzinapa
El problema es especialmente grave en México. En junio de 2017, según datos del Gobierno, 32.096 personas se hallaban en paradero desconocido, sin especificarse cuántas habían sido sometidas a desaparición forzada. Un caso emblemático fue el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que desaparecieron en septiembre de 2014.
Imagen: picture alliance/AA/M.Velasquez
Los olvidados
La vulnerabilidad de los colectivos de migrantes que cruzan México en su camino a Estados Unidos los convierten en presa fácil, al no tener documentación en regla ni apoyo legal. Estas desapariciones quedan frecuentemente sin resolver por falta de acción de las autoridades.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Mamá Angélica
En la lucha por la búsqueda de desaparecidos, también hay figuras relevantes como la recientemente fallecida Angélica Mendoza, una de las activistas más conocidas de Perú y figura de referencia para los 15.000 desaparecidos. Los militares se llevaron a su hijo Arquímedes en 1983 y ella fundó una de las primeras organizaciones de defensa de este colectivo. Nunca volvió a recuperar a su hijo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Izquierdo
Hora de la memoria
Tras las negociaciones de paz y el cierre de un conflicto que se perpetuó durante más de 50 años, uno de los grandes retos de Colombia será recuperar la memoria de los desparecidos. Cifras estremecedoras, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, que habla de más de 60.000 personas consideradas desaparecidas en los últimos 45 años.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Arboleda
Guatemala y El Salvador
La situación también es dramática en Centroamérica. Tras las aterradoras cifras de desaparecidos por los conflictos militares internos del siglo pasado, la problemática continúa aumentando. En parte, por la acción de las bandas criminales o maras. Por ejemplo, los datos de la Policía salvadoreña hablan de 10.800 personas desaparecidas entre 2010 y 2016, una media de 4 al día.