El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocó a un encuentro informal de los 28 líderes del bloque el 12 de noviembre, en la capital maltesa de La Valeta para debatir manejo de la crisis migratoria.
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"Si queremos evitar lo peor debemos acelerar nuestras acciones", indicó Tusk en la invitación escrita. La reunión se celebrará el 12 de noviembre en Bruselas, pocas horas después del cierre de una cumbre de dos días con Estados africanos en La Valeta, Malta.
Según Tusk, el objetivo del encuentro es evaluar las medidas tomadas hasta el momento, como la cooperación con Turquía, la reubicación de hasta 160.000 solicitantes de asilo dentro del bloque, el establecimiento de centros de acogida para procesar la llegada de migrantes, así como discutir medidas para reforzar los controles en las fronteras externas de la UE.
Esta reunión tendrá lugar después de la cumbre sobre migración convocada en la capital maltesa el 11 y 12 de noviembre, a la que acudirán los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, de países africanos y de otros estados afectados por el flujo masivo de refugiados, explicó Tusk en la carta de invitación a los líderes comunitarios.
"La situación sigue siendo muy grave, tanto en la región como en Europa; el flujo migratorio continúa a un ritmo sin precedentes", dijo Tusk en la misiva. El objetivo de esta reunión, precisó Tusk, es "evaluar la implementación de las medidas tomadas hasta el momento", en concreto respecto a la cooperación con terceros países, entre ellos Turquía; la reubicación de refugiados; la creación de puntos de acceso en Grecia e Italia, y el refuerzo de las fronteras exteriores. "Dada la velocidad a la que se están desarrollando los acontecimientos, es esencial para todos nosotros para tener información actualizada", argumentó Tusk.
No “desmantelar Schengen”
En octubre, recordó el presidente del Consejo, se alcanzó "un nivel récord" de 218.000 refugiados y migrantes que cruzaron el Mediterráneo. "Si queremos evitar lo peor tenemos que acelerar nuestras acciones", añadió Tusk, para quien "la única manera de no desmantelar Schengen es asegurar una adecuada gestión de las fronteras exteriores de la UE".
El objetivo de la cumbre de La Valeta es aprobar una declaración política y un plan de acción con cinco áreas prioritarias: las causas de la migración, las vías legales hacia la UE, la protección internacional y el asilo, la lucha contra el tráfico de personas y la política de retorno y readmisión.
Ya el pasado día 30, Tusk y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, enviaron una carta a los países miembros en la que les urgían a cumplir con la ayuda prometida para hacer frente a la crisis de los refugiados.
En la misiva, ambos líderes comunitarios informaban a los Estados miembros con un resumen sobre el estado del progreso y la implementación de las medidas acordadas para gestionar el flujo de refugiados.
El negocio con los refugiados (29.10.2015)
Miles de refugiados atraviesan Serbia rumbo a los países occidentales de Europa. Para los comerciantes en las proximidades de los campamentos representan un negocio lucrativo. Diego Cupolo reporta desde los Balcanes.
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Conductor de autobús o coyote?
En los Balcanes, el negocio del transporte crece vertiginosamente. En la entrada del campamento de refugiados en Presevo (Serbia), el albanés Liridon Bizazli ofrece un servicio de transporte en autobús a Croacia por 35 euros. Como mesero solo gana unos ocho euros al día. Con la venta de boletos de autobús entre 50 a 70 euros.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos se ayudan
Pese a la ganancia que genera su negocio, Bizazli no está orgulloso de él. Asegura que a veces también transporta gratuitamente a familias con niños que no tienen dinero para pagar el pasaje. “Yo también fui un refugiado”, cuenta. “Los viajes en autobús deberían ser gratuitos. Europa da dinero a Serbia para que ayude a los refugiados, pero el Gobierno no hace nada.”
Imagen: DW/D. Cupolo
Demanda y oferta
Cada día, entre 8.000 a 10.000 refugiados arriban a Presevo. Debido a la creciente demanda, los negocios en la región han extendido sus horarios de apertura. A las tiendas de alimentos y cocinas rápidas no les faltan clientes. Los precios se han duplicado, en algunos casos hasta triplicado. “En ningún otro lugar en Serbia he visto una hamburguesa tan cara como aquí”, dice Bizazli.
Imagen: DW/D. Cupolo
Desde tarjetas SIM hasta carretillas
Aparte de comida, lo primero que los refugiados buscan en un nuevo país son tarjetas SIM para poder comunicarse con sus familias y amigos. Por ello, cerca de los campamentos de refugiados, muchos habitantes venden tarjetas telefónicas prepagadas. Pero también ofrecen otros objetos útiles, como esta carretilla para transportar a las personas débiles, como esta mujer kurda de Siria.
Imagen: DW/D. Cupolo
Vendedor de zapatos
Pese a la inminente llegada del invierno y el aumento de las lluvias, muchos refugiados continúan su camino descalzos. Stefan Cordez, coordinador para el sur de Serbia de Médicos Sin Fronteras, explica que por ello muchos sufren infecciones de la piel y se lastiman los pies. Bajo estas condiciones, la venta de calzado y calcetines es un negocio lucrativo.
Imagen: DW/D. Cupolo
Documentos de segunda mano
Los países a lo largo de la Ruta de los Balcanes deben registrar a todas las personas nuevas que arriban. Frente a algunos campamentos de refugiados las filas son kilométricas. La voluntaria Daniela Gabriel, de Presevo, cuenta que algunos conductores de autobuses recogen los documentos de las personas que han transportado a Croacia para vendérselos a las personas que no quieren hacer fila.
Imagen: DW/D. Cupolo
Falsas informaciones
En tanto, algunos taxistas y choferes de autobuses llevan a los refugiados que han pagado pasaje hasta Croacia a ciudades serbias, donde sus documentos son tramitados en oficinas de registro inexistentes, prosigue Gabriela. A fin de evitar que los refugiados sean víctimas de falsas indicaciones, reparte información al respecto en el campamento.
Imagen: DW/D. Cupolo
Robo en las autopistas
Otros ayudantes, que prefieren permanecer en el anonimato, cuentan que han sido amenazados de muerte por advertir a los refugiados de taxistas peligrosos. Alexander Travelle, voluntario de Presevo, relata que una familia fue asaltada con arma de fuego, después de haber pagado 80 euros por persona para ser transportada a Croacia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos reciben su pedazo del pastel
Bizazli admite que paga cien euros de "mordida" o coima a la semana a la Policía local para poder vender sus boletos de autobús enfrente del campamento de refugiados en Presevo. “Simplemente les das lo que piden y te dejan en paz”, dice. También otros ayudantes saben de taxistas que sobornan a los agentes policiales.
Imagen: DW/D. Cupolo
Precios exagerados
Con la caída de las temperaturas, cada vez más hoteles ofrecen hospedaje a los refugiados. Sin embargo, aquellos que no pueden pagar los precios exagerados de las habitaciones son rechazados.