"Quiero expresar mi repudio a lo que ha significado la libertad bajo fianza de los cinco hombres en España conocidos como "La Manada" a quienes nunca se acusó de violación. Respecto al abuso sexual y a la violación debemos asumir, definitivamente, que hay que entender que "cuando es no, es no”. En muchas partes del mundo, también en Chile, lo hemos dicho claramente”, así lo enfatizó en Bruselas la senadora Isabel Allende, en la reunión bianual entre eurodiputados y legisladores chilenos.

En plena era del #Metoo, avanzar en los derechos de la mujer está en la agenda de la UE y Chile. El incremento  de los feminicidios  y de las denuncias de delitos sexuales ha echado aún más leña al fuego, explica la senadora Allende. Y añade que, por cierto, un 70% de la sociedad chilena aprueba tanto las protestas feministas masivas de los últimos meses como la toma y paralización de universidades pidiendo el fin del acoso y una educación no sexista.

 "La sentencia de ´La Manada´  pone de manifiesto que necesitamos una educación de todos los actores, especialmente de los que tienen que decidir cosas muy importantes sobre la vida de las mujeres”, dice a DW Soledad Cabezón Ruiz, eurodiputada española de la Comisión Parlamentaria Mixta UE-Chile. "Tenemos que luchar por esa cultura, por una igualdad”, apunta Cabezón. 

Buen momento

En un momento en que la Unión Europea y Chile renuevan el acuerdo de asociación que los une desde el 2002, la inclusión –por primera vez en un acuerdo comercial-  de un capítulo de género abre nuevos horizontes al trabajo político feminista, a ambos lados del charco.

"Es una iniciativa innovadora que abre el camino a que las cuestiones de género se introduzcan en las relaciones internacionales. Aunque la igualdad no sólo es economía, para que se tome en cuenta este rubro en los últimos años hemos tenido que apelar a prosperidad que se puede generar cuando incluimos a la mujer”, dice la eurodiputada

Teniendo en cuenta que una de cada tres mujeres en la UE ha sufrido algún tipo de agresión física o sexual, en su opinión, es inadmisible que haya Estados europeos que aún no hayan ratificado el Convenio de Estambul que permite abordar la violencia contra las mujeres como una grave violación de derechos humanos.

"La erradicación de la violencia de género, en este momento en que los feminicidios y las violaciones tienen mucha visibilidad a nivel mundial, es lo primero que hay que poner en la agenda”, responde a DW la diputada chilena Camila Vallejo. "Pienso que hay que aprovechar la modernización de ese acuerdo para que se establezcan mandatos claros”, subraya Vallejo, símbolo de las protestas estudiantiles chilenas del 2011. 

Y un mandato claro para Chile, según Vallejo, pasa por ratificar el "Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer”  (CEDAW) que desde la firma del protocolo está en el Senado pero que por una u otra razón no ha sido aprobado aún.

Avances

A los logros en política de género del gobierno anterior –aprobación de interrupción del embarazo, acceso a la píldora del día siguiente, creación de un ministerio de la Mujer, cuota para asegurar un 40% de presencia femenina en las listas de los partidos- se suma a la "Agenda Mujer” del gobierno actual. En ella se encuentran iniciativas legislativas como terminar con una de las modalidades del contrato conyugal, según la cual quien administra los bienes es el hombre.

"Son todavía apenas propuestas legislativas. El problema que vemos es que no se ha querido incorporar una demanda central del movimiento feminista actual: la educación no sexista”, dice Vallejo. Atacar estereotipos desde la infancia –como no relegar a las mujeres sólo a ciertas áreas del conocimiento- y una educación sexual no heteronormada son cosas que según Vallejo deberían estar en la agenda. "También todo lo que tiene que ver con violencia económica”, agrega. Y también lo que tiene que ver con el poder político…

La lista es larga. Por eso, "si yo tuviese que elegir, el primer tema que pondría en la agenda birregional serían objetivos concretos para erradicar la violencia contra las mujeres”, afirma Cabezón. "En España contamos desde 2004 con una ley contra la violencia de género, pero falta el pacto de estado que permita implementarla”, agrega.

Avanzar en protocolos que sancionen, como otra forma de violencia,  el acoso en el espacio público y el ciberacoso es, según Allende otro de los temas que deben acometerse con los socios europeos. Para ello, "modernizar con ese capítulo de género ese acuerdo es muy importante”, subraya Allende que querría ver rubricado el acuerdo antes de que acabe la actual legislatura en el PE. "Para nosotros, la UE es un referente en cuanto a democracia y cooperación. ¿Casos como ´La Manada´? Existen. Pero vamos a trabajar para desterrarlos”, concluye