No ha fracasado; requiere más esfuerzos, recursos y voluntad. En Bruselas, políticos y sociedad civil detectan los riesgos que amenazan el Acuerdo de Paz en Colombia.
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"El Acuerdo de Paz de Colombia no ha fracasado como se quiere hacer creer. Pero tampoco es cierto que el país no requiera de más esfuerzos para implementarlo”, dijo en Bruselas Claudia Mejía, directora de la Corporación colombiana Sisma Mujer. A pocos días de que el presidente colombiano, Iván Duque, se reúna en Bruselas con autoridades europeas, políticos y organizaciones de ambos continentes detectan los riesgos que acechan a la implementación del Acuerdo de Paz.
Más de un riesgo
Mejía, abogada de una organización que lleva 40 años trabajando con las victimas de la violencia del conflicto armado, resalta dos fuentes de riesgo para ese proceso de pacificación del país: "El primero está en el enfoque y en la estructura y mandato de la jurisdicción especial de paz para el juzgamiento de los crímenes cometidos por la guerrilla y la fuerza pública. El partido del actual gobierno ha puesto varias iniciativas en el Congreso que debilitan este compromiso del acuerdo”, explica Mejía a DW.
Por otro lado, "el acuerdo como tal es poderoso en cuanto a propuestas concretas a favor de las mujeres, para construir igualdad”, sigue Mejía. Pero en ello poco o nada se ha avanzado. " La falta de recursos es la explicación que se da para dar por sentado que no va a implementarse. Lo que en realidad falta es la voluntad política de que los haya”, subraya Mejía.
Un ejemplo
Mayerlis Angarita Robles viene de Montes de María, una región en donde hubo 157 masacres y 4172 homicidios. Líder de la red Narrar para Vivir, que reúne a 840 mujeres sobrevivientes de la violencia de todos los actores armados, Angarita ha sobrevivido a dos atentados.
Su labor de reconstrucción del territorio devastado por la guerra, con un proyecto productivo en 22 hectáreas de tierra compradas por mujeres sobrevivientes, su trabajo liderando procesos de búsqueda de la verdad en 15 municipios de la región, su aporte en el capítulo de género en las negociaciones en La Habana han hecho de ella una líder amenazada. "No puedo moverme sin 6 hombres armados”, cuenta Angarita. "Lo peor fue cuando llegó ese comunicado diciendo:´sabemos dónde están tus hijos´”.
Angarita -que ha ganado dos premios nacionales de paz y el premio Anne Klein 2018 en Berlín- luchó seis años por que el decreto 0845 para una defensa integral de los defensores de derechos humanos. Fue aprobado en junio. Aún no tiene asignado recursos. Y la violencia ha recrudecido.
"Vivimos en la zozobra. Necesitamos medidas de protección que vayan más allá del automóvil y el arma. La lucha es por que se implemente de verdad la inclusión de las mujeres, que las familias tengan asistencia sicológica, acceso a la educación”, dice Angarita. Una de sus esperanzas está puesta en la Comisión de la Verdad: por primera vez en más de veinte años le han hecho un examen de ADN para buscar a sus seres queridos desaparecidos.
Cambios políticos
Según dijo a DW la senadora colombiana Victoria Sandino - ex guerrillera, negociadora en La Habana y miembro de la Comisión de Implementación-, se nota el cambio de dirección en la política.
"Si el gobierno de Juan Manuel Santos tuvo mucha voluntad de firmar la paz, tuvo menos para implementarla. Con todo logramos avanzar en ciertos aspectos. Con el presidente Iván Duque ha habido reuniones, pero en el tema del presupuesto requerido para la implementación, ha hecho oídos sordos. De no tener un peso destinado al Acuerdo de Paz en el presupuesto general de la Nación, a punto de aprobarse en los próximos días, estaremos frente a un grave problema para la paz de Colombia”, afirma Sandino.
Ecos en Bruselas
El encuentro con la sociedad civil colombiana fue acogido por miembros de tres grupos políticos del Parlamento Europeo: socialistas, verdes e izquierda unitaria.
Ramón Jáuregui, eurodiputado socialista y copresidente de la Asamblea EuroLatinoamericana, expresó su preocupación por las presiones que existen para cuestionar partes del Acuerdo de Paz. "En la Unión Europea somos totalmente contrarios a ese cuestionamiento y exigimos que el proceso de paz se respete y los acuerdos se cumplan”.
Tania González, eurodiputada de Podemos y vicepresidenta del grupo GUE/NGL, destacó que el apoyo de la UE debe incluir la verificación del destino de los recursos europeos puestos a disposición del proceso de paz. "Necesitamos transparencia y que se verifique el cumplimiento de los acuerdos”, puntualizó.
El mensaje de la sociedad civil colombiana es claro. "Estamos hablando de un acuerdo que tiene un período de implementación de 15 años. Llevamos año y medio, hemos avanzado muy lentamente. Pero no estamos desesperanzadas. Simplemente venimos a advertir de algunos desafíos”, concluye la directora de Sisma Mujer.
Autora: Mirra Banchón (jov)
Parques colombianos: el otro legado de los Acuerdos de Paz
El descubrimiento de nuevas especies en zonas de los Andes, la Amazonía y regiones costeras del Pacífico y el Caribe de Colombia, que estuvieron aisladas durante casi medio siglo, abre el país al ecoturismo.
Imagen: Parques Nacionales
Colombia, campeona en biodiversidad
Colombia cuenta con 59 áreas naturales que pertenencen al Sistema de Parques Nacionales Naturales. Representan 142.682 kilómetros cuadrados de la superficie del país, de los cuales un 11,27% constituye el área continental y el 1,5% el área marina. Allí hay 311 tipos de ecosistemas continentales y costeros, entre los que están la Serranía de la Macarena (foto) y la Sierra Nevada de Santa Marta.
Imagen: PNN/C. Byfield
Concentración de riqueza
Solo en un 10 por ciento del territorio se concentra el 70 por ciento de la biodiversidad, debido a que cuenta con dos océanos y grandes áreas geográficas naturales, como la Amazonía, la Orinoquía, los Andes y los valles de los ríos Cauca y Magdalena. Así, se sitúa como el primer país en diversidad de aves (foto) y orquídeas y el segundo en variedad de plantas, anfibios, peces de río y mariposas.
Imagen: Parques Nacionales
Aumentando la biodiversidad, descubriendo nuevas especies
A la biodiversidad existente hay que agregarle la descubierta en territorios inaccesibles durante casi medio siglo debido al conflicto armado. En junio de 2016, el gobierno colombiano lanzó una iniciativa compuesta por una veintena de expediciones científicas que han permitido el hallazgo de nuevas especies. Los territorios explorados han sido zonas de los Andes y la Amazonía, entre otras.
Imagen: Felipe Villegas, Instituto Humboldt/Colombia Bio
Parques abiertos al ecoturismo
La Serranía del Parque del Chiribiquete (foto) formó parte de estas expediciones científicas, pero permanece cerrado al público al encontrarse habitado por pueblos indígenas incomunicados. De las 59 áreas protegidas 29 tienen vocación ecoturística y 23 están abiertas al ecoturismo. Se trata de una estrategia de conservación y gestión que también busca mejorar la vida de las comunidades locales.
Imagen: S. Winter
Observación de flora y fauna, una de las actividades principales del ecoturismo
Las comunidades ofrecen actividades como observación de fauna y flora silvestre, en el marco del Programa de Ecoturismo Comunitario. Esta iniciativa se lleva a cabo en 8 áreas protegidas: Corales del Rosario y San Bernardo, Iguaque, Utría, Otún Quimbaya, Cocuy, Chingaza (foto), Nevados y Cueva de los Guácharos, y en dos áreas protegidas de concesión de servicios ecoturísticos: Tayrona y Gorgona.
Imagen: Parques Nacionales
De la coca al ecoturismo
Colonizada a mitades del siglo XX por millares de campesinos expulsados de las zonas andinas, la Serranía de la Macarena ha convivido con la guerrilla, las Fuerzas Militares y los cultivos de coca, reúne formas de vida de cuatro regiones naturales: Orinoquía, Amazonía, los Andes y la Guyana. Asimismo, dentro del parque fluye el río Caño Cristales (foto), conocido como el río de los siete colores.
Imagen: PNN/C. Byfield
El atractivo de los corales colombianos
No obstante, el parque de los Corales del Rosario y San Bernardo atrajo a 939.081 visitantes en el segundo trimestre de este año. Ubicado en la costa Caribe de Colombia, comprende una amplia zona marina frente a las costas de los departamentos de Bolívar y Sucre, la formación de arrecife de coral (foto) más extensa y con mayor diversidad y desarrollo de la costa continental del Caribe colombiano.
Imagen: Parques Nacionales
Playas de arena blanca y vestigios arqueológicos
En segundo lugar se encuentra el Parque Nacional Natural Tayrona, con un total de 244.365 visitantes en el segundo semestre de 2018. Las playas de arena blanca (foto) de Chengue, Gayraca, Cinto, Neguanje, Concha y Guachaquita delimitadas por manglares forman parte de los atractivos que ofrece el parque, que también cuenta con vestigios arqueológicos de una antigua ciudad del pueblo Tayrona.
Compuesta por dos islas, Gorgona y Gorgonilla, en esta reserva natural el gobierno colombiano construyó una prisión de máxima seguridad en 1959. En 1984 un colectivo de científicos, ambientalistas y llevó a cabo una campaña para el cierre de la misma y así surgió el parque. El paso de las ballenas jorobadas cerca de sus playas en los meses de junio a octubre, atrae a numerosos turistas.
Imagen: PNN
La 'sala de partos' de las ballenas jorobadas
El avistamiento de ballenas jorobadas, de junio a noviembre, también es uno de los atractivos del Parque Nacional Natural de Utria. Aquí se aparean y pasan un tiempo antes de continuar su viaje hacia el sur. A pesar de la presencia esporádica del ELN, el parque, junto con las comunidades locales indígenas, ofrece actividades como el senderismo y la observación de fauna (foto) y flora silvestre.
Imagen: Parques Nacionales
La nueva vida de los indígenas tras el conflicto
Declarado el primer Parque Nacional Natural de Colombia, la Cueva de los Guácharos pertenece a la Reserva de la Biosfera Cinturón Andino de la UNESCO. Ubicado en el sur-occidente del Caquetá, conserva el patrimonio cultural de los indígenas que llegaron a la zona suroriental del Huila. Una vez finalizado el conflicto con las FARC, se empezó a trabajar con la comunidad local sobre ecoturismo.
Imagen: PNN/T. Marent
Territorio indígena no apto para turistas
El Parque Nacional Natural de Güicán, El Cocuy y Chita (foto) es territorio sagrado para los indígenas U‘wa y está cerrado al turismo. No obstante, es un refugio para escaladores de montaña, ya que se trata de la mayor masa glaciar de Colombia, conformada por más de 25 picos cubiertos de hielo y nieve. Las actividades de ecoturismo del parque han ayudado al desarrollo de comunidades locales.
Imagen: PNN/A. Hurtado
La amenaza del cambio climático
Estas áreas naturales no se libran del cambio climático. El Parque Nacional Natural Los Nevados, en el corazón de la región cafetera colombiana, concentra tres de los glaciares del país: Nevados del Ruiz, Nevado del Santa Isabel y Nevado del Tolima. No obstante, la amenaza del deshielo a causa del aumento de temperatura prevé que los dos últimos pueden desaparecer por completo entre 2020 y 2030.
Imagen: Parques Nacionales/Christian García
Destino ecoturístico del Eje Cafetero
Otro destino que está despertando interés en esta zona es el Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya. Cerca del 90% del área protegida corresponde a bosques naturales y bosques maduros y concentra a más de 300 especies de aves, entre otras especies de fauna (foto) salvaje. Este destino se fue reconocido por tercera vez en el 2017 como entre los 100 destinos de turismo sostenible del mundo.
Imagen: Parques Nacionales
La octava maravilla
La Reserva de la Biosfera El Tuparro se caracteriza por una extensa sabana verde surcada por ríos y playas doradas, y fue definida por el explorador Alexander von Humboldt como la "octava maravilla del mundo". Tuparro es parte de la región del Orinoco, y aunque en el pasado las FARC a veces la usaban como un camino hacia Venezuela, hoy allí se puede practicar senderismo y observación de aves.