UE permitirá que sus empresas sigan negociando con Irán
16 de mayo de 2018
El anuncio del presidente de EE.UU. contemplaba no sólo recuperar sanciones contra Irán sino también contra las empresas que hagan negocios allí. La UE quiere sin embargo mantener su intercambio con el país persa.
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La Unión Europea (UE) está buscando fórmulas para permitir que sus empresas puedan seguir haciendo negocios con Irán y evitar que sean sancionadas por Estados Unidos, tras su retirada unilateral del acuerdo nuclear con el país persa y la imposición de nuevas medidas de castigo.
El anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, contempla no sólo recuperar sanciones contra Irán sino también contra las empresas que hagan negocios allí. En su intento por mantener el acuerdo a flote, la UE busca sin embargo medidas que permitan mantener su intercambio con el país persa.
"Analizamos especialmente las soluciones prácticas concretas para garantizar que la UE pueda seguir estando a la altura de sus compromisos bajo el acuerdo y proteger nuestras operaciones económicas", dijo hoy (16.05.2018) el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos.
"Hablamos sobre la posibilidad de aplicar nuestro estatuto de bloqueo. En caso necesario, estamos dispuestos a ello", añadió. El llamado "estatuto de bloqueo" fue ideado en 1996 para
contrarrestar las sanciones de Estados Unidos sobre Cuba, Irán y Libia, aunque nunca ha sido puesto en práctica. El decreto impondría sanciones a las compañías europeas que obedezcan a las sanciones estadounidenses contra Irán, al tiempo que compensaría a las que fueran castigadas por ignorarlas, por ejemplo con el pago de multas a Estados Unidos.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, informó hoy a altos funcionarios de la Comisión Europea sobre las conversaciones mantenidas en la noche de martes con el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Yavad Zarif, así como con sus homólogos alemán, francés y británico, en su intento de salvar el acuerdo.
CT (dpa, EFE)
Merkel y su relación con algunos hombres poderosos
Nadie puede envidiar a Angela Merkel cuando visita la Casa Blanca: aranceles, Irán, etc. La postura del presidente Donald Trump es la confrontación. La relación de Merkel con sus antecesores fue mejor.
Imagen: picture-alliance/dpa/ M. Kappeler
¿Nos damos la mano?
La canciller preguntó amablemente en marzo de 2017 y durante su primera cita al recién estrenado presidente estadounidense, Donald Trump. Su anfitrión no reaccionó y miró claramente hacia otro lado. Más tarde este dijo que no había oído la pregunta.
Imagen: Reuters/J. Ernst
Situación desesperante
En la Cumbre del G20 en Hamburgo, el rechazo obstinado de Trump con respecto a la protección climática fue muy agotador para Merkel. Tras intentar convencerlo en vano dándole explicaciones lógicas, solo le quedó una opción: documentar las diferencias con palabras claras.
Imagen: Reuters/P. Wojazer
Al final, ambos estaban muy, muy cerca
En cambio, la canciller y Barack Obama tenían una relación de mucha confianza, como se puede ver en la imagen durante la última visita a Berlín de Obama como presidente. En noviembre de 2016, pocos días tras la victoria de Trump, Obama cedió la responsabilidad de la democracia occidental a Merkel. Los medios de comunicación de EE.UU. dijeron entonces que ella era la nueva líder del mundo libre.
Imagen: Reuters/F. Bensch
Condecoración para Merkel en la Casa Blanca
En 2011 y elegantemente vestida para la ocasión, Merkel recibió de Obama la Medalla Presidencial de la Libertad en la Casa Blanca, la condecoración civil más importante de Estados Unidos. Obtuvo este premio por su compromiso con la política europea. Los analistas evaluaron dicha condecoración como señal de excelente relación entre ambos países.
Imagen: picture-alliance/dpa
Invitado y casi amigo
En la Cumbre del G7 en los Alpes bávaros en junio de 2015, ya se podía observar una relación casi amistosa entre ambos mandatarios. La canciller podía contar entonces con el apoyo estadounidense para luchar contra el cambio climático. Con el nuevo presidente, Donald Trump, la situación cambió totalmente.
Imagen: Reuters/M. Kappeler
De visita en Texas
Con su esposo, Joachim Sauer, la canciller alemana visitó George W. Bush en su rancho en Crawford, Texas, en noviembre de 2007. Les mostró un pequeño cañón. Entoces había un tema muy candente, que con Trump vuelve a estarlo: Irán.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Kugler
De barbacoa en casa
George W. Bush disfrutó visiblemente en julio de 2006 al servirle a Merkel un lechón recién salido de la barbacoa. Merkel lo invitó a conocer el lugar donde ella reside, cuando no está en Berlín, en la costa de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
Imagen: picture-alliance/dpa/BPA/G. Bergmann
De manos con Bill Clinton
Durante el funeral del excanciller alemán Helmut Kohl en julio de 2017, el expresidente Bill Clinton habló con melaconlía y humor sobre el fallecido. "Yo le tuve mucho cariño", dijo Clinton. Cuando se sentó, le tomó la mano a Merkel y estaba visiblemente muy conmovido.
Imagen: picture alliance/dpa/M. Murat
¿Hablando con la hija para poder relacionarse mejor con el padre?
La canciller alemana también conoció a la hija de Trump, Ivanka Trump, en marzo de 2017 en la Casa Blanca. Para Merkel fue más fácil entablar conversación con la hija que con el padre.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sabido cómo relacionarse con Trump, según los medios de comunicación estadounidenses. Sin embargo, Macron no es capaz de hacer cambiar de opinión a Trump sobre los aranceles y el acuerdo con Irán. Mientras siga siendo así, Alemania y Francia comparten las mismas preocupaciones.