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Merkel enfrenta dura prueba

28 de octubre de 2010

En la primera jornada de la cumbre de la UE se perfilaba un acuerdo para endurecer las sanciones a los transgresores de límites de endeudamiento, pero no para la idea alemana de llegar a privarlos de derecho a voto.

El presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel.Imagen: AP

La iniciativa de la canciller germana, Angela Merkel, secundada por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, de modificar el Tratado de Lisboa tiene entre sus principales objetivos blindar los mecanismos de defensa del euro y endurecer las sanciones contra aquellos países de la UE que incumplan la disciplina presupuestaria.

Sin embargo, la propuesta de la canciller Merkel encontró resistencia entre los otros países miembros de la UE e incluso en el seno de la Comisión Europea. En la cumbre que se celebra este jueves y viernes (28.-29.10.2010) en Bruselas el tema es polémico.

No obstante, la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró a la entrada del Consejo europeo de Bruselas, que Berlín seguirá presionando para cambiar el Tratado de Lisboa.


"En Alemania consideramos que es necesario un cambio del Tratado (de Lisboa) para que en el futuro podamos reaccionar ante eventuales crisis que pongan en peligro al euro (...) Yo voy a trabajar para eso", comentó.

Pero Alemania y Francia cabalgaban inicialmente en solitario en esa iniciativa, a la que se oponia el resto de socios de la UE. A lo sumo se perfilaba la posibilidad de sondear para llevar a cabo modificaciones mínimas, para mantener un mecanismo de salvataje en caso de crisis.

Angela Merkel, canciller alemana. De los 27 miembros, sólo Francia comparte con Alemania la idea de modificar el Tratado de Lisboa.Imagen: AP

“Idea suicida”

"Estoy muy preocupada de que dos países (Alemania y Francia) que en 2004 y 2005 rompieron las reglas del Pacto de Estabilidad diluyan ahora lo que puede ayudarnos a salir de los problemas. Están haciendo mucho daño a la Unión Europea y a nuestra comunidad", dijo al respecto la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, en una entrevista al diario español El Mundo.

"Me temo que (Alemania y Francia) no han aprendido nada de la crisis", agregó la política luxemburguesa, que también ocupa el cargo de comisaria de Justicia de la UE. Reding calificó la inciativa de cambiar el Tratado de Lisboa como una “idea suicida".

La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez dijo también que “no creemos conveniente que, en tiempos de crisis económica, se reabra el debate institucional". España es uno de los principales abanderados en el frente del rechazo a modificar el Tratado de Lisboa.

Modificación poco probable

Merkel y Sarkozy, cuyos dos países aportan conjuntamente más del 50% del total de la "parte europea" del fondo (440.000 millones de euros), quieren que el resto de socios comunitarios hagan un mayor esfuerzo en sus contribuciones.

Jose Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.Imagen: AP

Pero la idea de modificar el Tratado de Lisboa, que entró en vigor en diciembre de 2009 tras un complejo proceso de ratificación, despierta resquemores. Tambien en el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. "Si un cambio en los tratados se traduce en una limitación del derecho a voto de un estado miembro, eso me parece inaceptable", comentó el portugués, al comienzo del Consejo Europeo de Bruselas. Barroso se refería a la propuesta germana de retirar el derecho a voto a los países que incumplan las normas del Pacto de Estabilidad. "No habrá unanimidad de los estados miembro (de la UE) para ello", dijo Barroso.

De acuerdo con el jefe de la fracción socialista en el parlamento europeo, Martin Schulz (SPD), es poco problable que se lleve a cabo una modificación del Tratado de Lisboa. “No tiene ningún sentido que el futuro del euro dependa, entre otros, de un plebiscito ciudadano en un país como el Reino Unido que no hace parte de la unión monetaria”, dijo Schulz. Por este motivo, fracasaría también la iniciativa de Angela Merkel.

Apoyo francés a propuesta de Merkel no es suficiente

En la antesala de la cumbre de la UE el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, ratificó la defensa a la propuesta mediante la que su país junto con Alemania pretende salvaguardar la estabilidad del euro.

"No se trata de un 'dictado', sino de un obsequio franco-alemán para Europa", sostuvo Lellouche. El funcionario respondió así a la acusación de que ambos países pretenden imponer condiciones a los otros miembros de la UE. Esa idea es "ridícula", agregó. La modificación de los estatutos pretendida por las dos naciones más poderosas de la unión de países responde a los intereses de todo el conjunto, agregó.

No obstante, en este caso no es suficiente el apoyo francés a la canciller Merkel. Para que exista una modificación del Tratado de Lisboa todos los 27 miembros de la UE deben votar unánimemente a favor.

Autora: Cristina Mendoza Weber / agencias

Editor: Enrique López

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