La comisaria europea de Justicia viajará a Washington para averiguar si Donald Trump anuló o no el pacto que regula el trato que las empresas de internet estadounidenses le dan a los datos de sus clientes comunitarios.
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Este viernes (27.1.2017) en Berlín, donde se reunieron para organizar la próxima cumbre europea, la canciller de Alemania, Angela Merkel, habló sobre los "grandes desafíos internos y externos” del bloque comunitario y el presidente de Francia, François Hollande, sobre la necesidad de prepararse para "un mundo incierto”, aludiendo explícitamente al "brexit” y, sin nombrarlo, al impredecible nuevo ocupante de la Casa Blanca, Donald Trump. La comisaria europea de Justicia, Vera Jourova, no podía estar más de acuerdo.
Jourova teme que el nuevo presidente de Estados Unidos no honre los compromisos que su predecesor, Barack Obama, asumió con la Unión Europea en materia de comercio y protección datos, pero insiste en que Bruselas está "está vigilando de cerca” las decisiones que se toman en Washington, sobre todo las referidas al acuerdo de protección de datos denominado "Escudo de privacidad”, que entró en vigor a mediados de 2016. Este mismo 27 de enero en Malta, la funcionaria compartió su inquietud con los ministros de Justicia de la UE.
Relaciones comerciales EE.UU. - Alemania
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¿Un pacto muerto antes de nacer?
En el consejo informal de La Valeta, Jourova arguyó que Trump puede haber anulado el "Escudo de privacidad” –con o sin premeditación– cuando endureció su política de inmigración. Ese pacto regula el trato que las empresas de internet estadounidenses le dan a los datos de sus clientes comunitarios, pero es frágil porque no pasa de ser un convenio basado en la buena voluntad del Gobierno estadounidense y la Comisión Europea. Además, el "Escudo de privacidad” no ha entrado en vigor: su activación fue pautada para febrero de 2017.
Se supone que a partir de ese momento los ciudadanos de la UE podrán defender su derecho a la protección de sus datos privados ante tribunales estadounidenses, incluso cuando los servicios secretos de ese país exigen que se les dé acceso a esa información. El "Escudo de privacidad” es producto de las presiones ejercidas por el Tribunal de Justicia de la UE para blindar la regulación de protección de datos, que brilló por sus deficiencias hasta 2015. Para constatar que lo acordado sigue vigente, Jourova viajará a Washington en marzo o abril.
Dudas por aclarar
El europarlamentario Jan Philipp Albrecht (Los Verdes), experto en la materia, comentaba en Twitter que, si Trump dejó sin efecto lo pactado, "la Comisión Europea deberá suspender el ‘Escudo de privacidad' inmediatamente y castigar a Estados Unidos”. La revista económica Forbes aseguraba en su edición digital que la decisión de Trump de abolir la protección de datos de los extranjeros en Estados Unidos no estaba dirigida contra los ciudadanos comunitarios, sino contra aquellos que no fueran ni estadounidenses ni europeos.
"En todo caso, no vamos a bajar el nivel de nuestros estándares de seguridad de datos”, prometió Jourova. Las regulaciones de la protección de datos son muy importantes para las empresas privadas que transfieren información por el Atlántico. Cerca de 1.500 compañías estadounidenses se apegan a esas normas para hacer negocios en el Viejo Continente. Si esos lineamientos no existieran, empresas como Facebook, por ejemplo, sólo podrían almacenar y vender los datos de sus clientes comunitarios en y a través de servidores europeos.
¿Cuánto poder tiene el presidente de EE. UU.?
Quien ocupe la Casa Blanca tiene poder global, o al menos eso se supone. Pero las cosas no son tan claras. Las facultades del mandatario estadounidense son limitadas, aunque el sistema le deja resquicios.
Imagen: Klaus Aßmann
Lo dice la Constitución
La gestión del presidente de Estados Unidos dura cuatro años. Luego de dos periodos, como máximo, debe irse. El presidente es el jefe de Estado y de Gobierno. Él dirige el sistema gubernamental. Dentro de sus tareas está llevar a cabo las leyes expedidas por el Congreso. Cerca de cuatro mil personas trabajan para el Ejecutivo. Es el diplomático del más alto rango.
Imagen: Klaus Aßmann
Control y rendición de cuentas
Los tres poderes tienen facultades para controlarse entre sí. El presidente puede otorgar indultos y nombrar jueces federales con la aprobación del Senado. El presidente nombra, entre otros, a sus ministros y embajadores y somete losnombramientos al Senado. Es uno de los controles legislativos al Ejecutivo.
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El "Estado de la Unión"
El presidente debe informar al Congreso sobre la situacion del país, y actualmente esto sucede a través del Discurso sobre el Estado de la Nación. En él no puede proponer iniciativas de ley, pero el mandatario sí está facultado para subrayar temas de importancia nacional. Con ello, el presidente puede ejercer en público cierta presión política sobre el Congreso.
Imagen: Klaus Aßmann
No puede decir simplemente "no"
Las leyes aprobadas por el Congreso entran en vigor solo con la firma del Presidente. Pero el Presidente puede interponer un veto. La ley vuelve entonces al Congreso. El Congreso puede levantar el veto, con los votos de por lo menos dos terceras partes de los legisladores. Según el Senado, en Estados Unidos han sido revertidos 111 de 1.500 vetos regulares; es decir, poco más del siete por ciento.
Imagen: Klaus Aßmann
Zonas grises
Ni la Constitución ni los fallos de la Corte Suprema establecen límites definitivos al poder del presidente. Una interpretación jurídica da pie al llamado "veto de bolsillo". Bajo condiciones muy específicas, el presidente puede "esconder en su bolsillo" iniciativas de ley, que son declaradas sin vigencia. El Congreso no puede anular este tipo de veto, que ha sido usado más de mil veces.
Imagen: Klaus Aßmann
Indicaciones que son leyes
El presidente le puede dictar a sus colaboradores en el gobierno cómo deben cumplir sus obligaciones. Las llamadas "órdenes ejecutivas" tienen carácter de ley y nadie las debe aprobar. Pero estas indicaciones pueden ser revertidas en la corte, o el Congreso pude emitir un "antídoto" en forma de una ley. El presidente entrante no puede revertir las órdenes ejecutivas de su predecesor.
Imagen: Klaus Aßmann
Saltándose al Congreso...
El presidente puede negociar acuerdos con otros países, aunque al final se necesita la aprobación de dos terceras partes del Senado. Para librar este obstáculo, los presidentes recurren a los llamados "acuerdos ejecutivos". Son convenios que no deben pasar por el Congreso. Están vigentes mientras el Congreso no presente objeciones que anulen la vigencia de los acuerdos.
Imagen: Klaus Aßmann
Declaraciones de guerra
El presidente es el comandante supremo de las fuerzas armadas. Pero es el Congreso el que declara la guerra. No está claro en qué medida el presidente puede dirigir al país a un conflicto armado. El Congreso consideró que con la Guerra de Vietnam se cruzó un límite de tolerancia, y reaccionó emitiendo algunas leyes. El presidente puede abrogarse facultades mientras no haya reacción del Congreso.
Imagen: Klaus Aßmann
El control definitivo
Si un presidente abusa de su poder, la Casa de Representantes puede iniciar un procedimiento de destitución del cargo. Hasta la fecha, ha sido invocado en dos ocasiones, sin éxito. Pero hay un instrumento jurídico más poderoso: el Congreso decide sobre los presupuestos: aprueba las partidas y puede cerrar las arcas públicas al presidente. Autora: Uta Steinwehr (Ilustraciones: Max Assmann)