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UE: debate sobre la deuda por COVID-19 aún no ha terminado

12 de septiembre de 2021

Por el momento, se mantendrán las normas laxas de la Unión Europea sobre la financiación de los subsidios por la pandemia del coronavirus, acordaron los representantes europeos en Eslovenia.

Slowenien | EU-Finanzministertreffen in Brdo | PK Eurogruppe

Ministros de Economía, directores de bancos centrales y comisarios de la Unión Europea (UE) coincidieron este viernes (10.09.2021) en una reunión informal en Brdo, Eslovenia. La recuperación económica tras el previsible fin de la pandemia del coronavirus ha sido, incluso, más fuerte de lo esperado. La producción económica crecerá un 4,8 por ciento este año, según el comisionado de Economía de la UE, Paolo Gentiloni. A finales de año se alcanzarán nuevamente los niveles anteriores a la crisis, agregó el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire. Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, se mostró satisfecha: "La situación es mejor de lo que nos esperábamos". El año pasado, la UE seguía temiendo el aumento del desempleo, las grandes oleadas de quiebras de empresas y el debilitamiento de los bancos. Pero este escenario de horror no se ha materializado.

Los Estados de la UE han enfrentado la crisis sanitaria con mucho dinero para beneficios laborales de corta duración, subvenciones a empresas e inyecciones de capital para sectores amenazados. El Banco Central Europeo compró bonos para mantener la liquidez de Estados y empresas. De acuerdo con Gentiloni, esto ha llevado a un aumento de la deuda nacional media en la UE hasta cerca del 100 por ciento de la producción económica. Según el Pacto de Estabilidad de la UE, el objetivo es en realidad el 60 por ciento. En Italia, por ejemplo, la deuda ha aumentado hasta el 160 por ciento debido a las masivas ayudas por el coronavirus. Una carga de la deuda que no había sido tan alta desde la Primera Guerra Mundial.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo.

Retirada lenta

"Todas estas fueron decisiones correctas", dijo Le Maire, pero ahora sería el momento de cambiar de rumbo. Esto significa que las subvenciones deben dejar de pagarse, y solo los sectores especialmente afectados, como la gastronomía o el turismo, deben seguir recibiéndolas. Sin embargo, no debe tratarse de hacer ahorros masivos ahora, dijo Gentiloni: "No debemos cometer los mismos errores que durante la crisis financiera de hace diez años”. En ese momento, las inversiones del gobierno casi se paralizaron por completo debido a los programas de austeridad. Las deudas actuales deben pagarse mediante un incremento de los ingresos del Estado.

¿Más deuda?

El debate sobre cómo y dónde se pueden volver a reducir los presupuestos públicos para limitar las nuevas deudas no ha hecho más que empezar. Algunos Estados, como España, Italia o Francia, sostienen que no será posible volver a las mismas reglas y objetivos fiscales que antes de la pandemia. En aquel entonces, el límite era el 3 por ciento de nueva deuda. Francia, por ejemplo, seguirá teniendo un 5 por ciento de deuda nueva el año que viene, después del 9 por ciento de este año. En respuesta a una pregunta de DW, Gentiloni, dijo que no creía que fuera un problema. Incluso un nivel de deuda del 100 por ciento sería justificable a largo plazo.

La jefa del BCE, Lagarde, añadió que también hay que ver en qué se gasta el dinero. Las inversiones en nuevas innovaciones digitales o en la transición energética deberían ser valoradas más que el gasto en consumo por los Estados. Por ello, varios ministros de Finanzas de la UE proponen que la deuda "buena" para inversiones -por ejemplo, en protección del clima- se excluya del balance de la deuda.

Olaf Scholz, ministro de Finanzas alemán y candidato del SPD a la cancillería.Imagen: Bernd Riegert/DW

¿Menos deuda?

Pero ocho ministros de Finanzas de países más septentrionales y ahorradores lo ven de manera muy diferente. Ellos escribieron en una carta al Eurogrupo, la asamblea de los 19 Estados que tienen el euro como moneda común, que "la reducción de los déficits excesivos debe seguir siendo un objetivo común". La carta fue firmada por Austria, Dinamarca, Países Bajos y otros. Una revisión de las normas del Pacto de Estabilidad de la zona monetaria del euro sería posible, pero no podría abandonarse el objetivo de unas finanzas públicas saneadas.

¿Solo queda esperar?

El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, se abstuvo de hacer declaraciones en Brdo. No es partidario ni de un bando ni del otro, sino que está comprometido con el "curso del medio", según Scholz. "Tenemos buenas reglas. Hemos visto en la crisis que es importante tener criterios de estabilidad y que los vigentes nos dan mucha flexibilidad". Solo el gobierno alemán ha gastado unos 400.000 millones en la lucha contra la pandemia, financiados principalmente con deuda.

Con un 66 por ciento el año pasado, la tasa de endeudamiento seguía siendo relativamente baja en comparación con los estándares de la UE, pero sigue aumentando este año. El ministro alemán, que también es el candidato socialdemócrata (SPD) a canciller, había rechazado repetidamente los recortes fiscales durante la actual campaña electoral al Bundestag, diciendo que no podían financiarse debido a la deuda. Los partidos CDU y FDP habían prometido rebajas fiscales. En su programa electoral, el SPD aboga por unas normas fiscales más flexibles. Al respecto, el candidato Scholz no dijo nada en el encuentro.

(ct/dzc)

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