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ZR

27 de julio de 2009

En sus aspiraciones de ingresar a la Unión Europea, Islandia ha dado un gran paso adelante: los ministros de Exteriores de la UE dieron luz verde para verificar su aptitud.

Las banderas de la UE e Islandia: el primer paso ha sido dado.Imagen: dpa / DW-Fotomontage

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea encargaron el lunes (27.07.2009) en Bruselas a la Comisión Europea verificar hasta qué punto Islandia está preparada para ingresar a la UE, tal como lo ha solicitado.

Islandia en invierno a las ocho de la mañana: la crisis impactó duro en el país.Imagen: Per Henriksen

La verificación puede llevar hasta un año. El segundo mayor Estado insular de Europa, después de Gran Bretaña, ya pertenece a la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), conformada por Noruega, Liechtenstein, Islandia y Suiza y al espacio Schengen, que asegura la libre circulación de los habitantes de los países sin necesidad de visado ni controles fronterizos entre numerosos países de Europa.

Carl Bildt, ministro de Relaciones Exteriores de Suecia y Presidente ad temporem de la UE, ha resaltado que con ello Islandia ya adelantó un gran trecho hacia su integración plena en las estructuras de la Unión Europea. Hasta hace poco, los islandeses habían sido reacios a integrarse a la UE.

“No habrá un carril de alta velocidad para Islandia”

Pero el casi colapso del Estado debido a masivas especulaciones financieras de sus principales bancos parece haberlos convencido de lo contrario: los islandeses presentaron el jueves pasado una solicitud formal de ingreso. Ahora, la UE representa para muchos islandeses la tabla de salvación que los puede sacar del marasmo en que quedaron atrapados por culpa propia.

Carl BildtImagen: AP

No obstante, Bildt también resaltó que “no habrá un carril de alta velocidad para Islandia”. Ya al margen de la reunión de ministros de RR. EE. se debatió acaloradamente –cómo podía ser de otra manera– si los países de los Balcanes que también han solicitado su ingreso tendrían que ponerse en la cola detrás de Islandia.

Austria propuso una solución salomónica: aceptar el ingreso de Islandia paralelamente al de Croacia y Albania. “Creo que hay que decir sí a Islandia, pero al mismo tiempo también sí a croatas y albaneses” exigió Michael Spindelegger, el ministro de RR. EE. austriaco. Spindelegger resaltó que Islandia “por su pertenencia a EFTA está seguramente en condiciones de cumplir con los requisitos para el ingreso”. Pero, agregó, “como también negociamos con Croacia, Austria quiere que Croacia ingrese junto con Islandia y Albania.”

Banco islandés Kaupthing: también colapsó.Imagen: Susanne Henn

Finlandia lo rechazó tajantemente. Alexander Stubb, el ministro de RR. EE. finés, argumentó que cada país debe ingresar por sus méritos propios. Si bien Islandia está muy preparada para el ingreso, “igualmente habrá una batalla, como en el caso de todo país que ha manifestado interés en ingresar”.

Las negociaciones pueden llevar años

Sin duda, el ingreso de Islandia no será tan fácil como se lo imaginan los austriacos. El análisis de la Comisión Europea para verificar si el país puede cumplir los requisitos de ingreso puede llevar hasta un año. Luego, los Estados miembros de la UE deben aprobar por unanimidad el próximo paso: la declaración del estatus de candidato oficial. Las negociaciones de ingresos no pueden comenzar sino después y pueden llevar a su vez varios años. Las tratativas se dividen en varios capítulos, que pueden negociarse y cerrarse por separado. El objetivo es transferir el acervo comunitario, es decir el conjunto de normas y reglas de la UE, al país solicitante.

Ello puede complicarse. “Sustanciales diferencias” existen por ejemplo en la política pesquera, advierte Bildt. Mientras que la UE, por ejemplo, desaprueba la caza de ballenas, Islandia autoriza su caza comercial. Bildt advirtió también que la UE no debe olvidar a los países de los Balcanes, como Serbia, Montenegro y Albania, a los que haya hace tiempo se les abrió la perspectiva del ingreso. “Existe el peligro de que esos países retrocedan en sus esfuerzos por adaptarse a la UE”, agregó.

Actualmente son candidatos oficiales Turquía, Croacia y Macedonia. Hasta ahora se contaba con que Croacia pudiera ingresar ya en 2010. Pero las negociaciones de la UE con ese país están bloqueadas desde hace meses por Eslovenia, por un litigio fronteriza que mantiene con los croatas.

Un Estado al borde del colapso

De acuerdo con información de diplomáticos de la UE, los Países Bajos aprobaron el comienzo de la verificación sólo después de un duro debate en relación con el banco en línea islandés “Icesave”. El problema es que los Gobiernos de Gran Bretaña y los Países Bajos han indemnizado en sus países a 400.000 clientes de ese banco, que quebró en el pasado otoño boreal. Ahora Islandia le debe a ambos países 3.500 millones de euros. Las modalidades de devolución de ese monto negociadas entre los tres Gobiernos son consideradas en Islandia “injustas” y excesivamente duras.

La República de Islandia se halla ubicada en el extremo noroeste de Europa, entre la masa continental y Groenlandia. Su territorio abarca la isla de Islandia y algunas pequeñas islas e islotes adyacentes en el Océano Atlántico norte. El país tiene aproximadamente 320.000 habitantes. Su capital y ciudad más importante es Reikiavik, con unos 120.000 habitantes.

Islandia es un país desarrollado, el decimoprimero medido por el PIB per capita a nivel mundial y el primero en desarrollo humano. El país tiene una economía de libre mercado donde los servicios, la pesca, las finanzas y algunas industrias son los principales sectores. El turismo también es una actividad económica importante a causa de la popularidad de Islandia como destino exótico para visitantes de todo el mundo. Islandia es miembro de la ONU, la OTAN, la AELC, el EEE y la OCDE, pero justamente aún no de la UE. La crisis financiera afectó particularmente al país, cuyos principales bancos habían captado ahorros en Europa y realizado tan riesgosas inversiones que debieron declararse en bancarrota, arrastrando también al Estado al borde del colapso.

Pablo Kummetz

Editora: Claudia Herrera Pahl

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