Antes de que acabe el verano boreal podría estar concluido el texto para lograr la modernización del acuerdo entre México y la Unión Europea. Así se informó en la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, pocos días después de que una delegación de europarlamentarios visitara el país.  

El mensaje es claro: en plena era Trump y su peligroso proteccionismo, la UE y México deben aumentar la velocidad de la negociación dirigida a modernizar su "Acuerdo Global”. Éste fue firmado en 2005, incluye cooperación y diálogo político, y ha traído como resultado una duplicación del flujo anual del comercio.

"Será un tratado comercial muy moderno y quizá similar al acuerdo comercial que aprobamos recientemente con Canadá”, anunció Bernd Lange, presidente de la comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara.  

"El Parlamento Europeo tiene especial interés en que se incluya en el acuerdo un capítulo fuerte acerca de comercio y desarrollo sostenible, también medidas que prevean el respeto a los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, el respeto a convenciones laborales, la protección del consumidor y el respeto al medio ambiente”, afirma Lange.

Este es el momento

Ante el conflicto que tiene México con un Estados Unidos -que busca renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte  y amenaza con poner trabas comerciales a su vecino- hay renovado interés en lograr un acuerdo antes de que acabe el 2017. 

El pie está puesto sobre el acelerador: las rondas de negociación se han adelantado y se prevén para abril y junio. Sobre la mesa están el acceso a las compras públicas, liberación total de aranceles, facilitación de aduanas, un marco legal para la minería y derechos de propiedad intelectual. La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, recalca el interés en el inmenso mercado mexicano y sostiene que mejorar el acuerdo con México ofrecería a las empresas europeas un mejor acceso tanto a América del Norte como a América Central.

¿Se acuerdan de Ayotzinapa?

"En este momento creo que se utiliza demasiado el discurso de Donald Trump para no hablar de los problemas internos. Hay 26.000 desaparecidos en México. Hay defensores de derechos humanos que han sido asesinados. No podemos permitir que un acuerdo de este tipo liberalice aún más el mercado y que se mantenga la impunidad reinante”, dijo por su parte a DW la eurodiputada Estefanía Torres, miembro de la delegación.

En su opinión, si bien la amenaza estadounidense acapara el discurso de los políticos, "la sociedad civil mexicana no para de pedir transparencia, de preguntar ¿dónde están las personas desaparecidas? No cesa de exigir reparación, justicia y memoria como en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en 2014, y que inexplicablemente sigue sin resolverse”, afirma la eurodiputada.

"Sabemos perfectamente que en México hay problemas serios de violaciones a los derechos humanos, que en un 95% de los casos hay impunidad, algo gravísimo”, dice a DW por su parte el eurodiputado Josep María Terricabras, también miembro de la delegación. 

"Y aunque el respeto a los derechos humanos estará de manera más clara en este acuerdo de lo que se pensaba hace dos años, debería haber cambios reales antes de concluirlo”, afirma, y cuestiona, por ejemplo, que las leyes contra la tortura y la desaparición forzosa estén encalladas en el Senado mexicano.  Y si bien apoya la solidaridad expresada por los europeos para con México, "se está en el momento de decir que no puede haber acuerdo global económico, financiero, comercial si no hay avance en los derechos humanos”, concluye Terricabras.