La Unión Europea y el Grupo MERCOSUR (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) mostraron su disposición a retomar las negociaciones de libre comercio con vistas a concluir un acuerdo antes de finales de este año, objetivo respaldado por la comunidad empresarial de ambos bloques.

La quinta sesión plenaria del Foro Empresarial Mercosur-UE reunió en la sede de la siderúrgica Arcelor, en Luxemburgo, a directivos de grandes empresas de ambas orillas atlánticas y responsables políticos de la negociación, varada desde el pasado octubre y aun sujeta a incertidumbres.

El ministro de Comercio de Brasil, Luis Fernando Furlan, reveló que se intentará terminar antes del fin de 2005, según lo acordado entre el presidente brasileño, Luis Inacio Lula da Silva, y el de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, durante el Foro Económico Mundial celebrado la semana pasada en Davos (Suiza).

Más vale tarde pero bien

El vicepresidente de la CE y responsable de Industria, Günter Verheugen, no quiso especular sobre las probabilidades de cumplir este nuevo plazo, tras el incumplimiento del fijado para el pasado octubre. “Las previsiones siempre son difíciles, particularmente cuando se refieren al futuro”, bromeó Verheugen, para quien la calidad debe primar sobre la velocidad de la negociación, para garantizar que el convenio final es mutuamente beneficioso.

No se han resuelto los problemas

A pesar de la gran voluntad expresada por los políticos, los responsables técnicos del proceso, hicieron hincapié en los obstáculos que siguen complicando la proyectada zona de libre comercio entre los dos bloques regionales.

“Todos los problemas del año pasado están aún sobre la mesa”, dijo el director general de Comercio de la CE, Karl Falkemberg. Mercosur sigue exigiendo a la UE un mayor acceso al mercado europeo para sus productos agropecuarios, en particular, para carnes, aves de corral y azúcar, subrayó el director general de Negociaciones Internacionales de Brasil, Regis Arslanian.

Por su parte, la UE reclama mejores condiciones de negocio para las empresas europeas que operan en los mercados sudamericanos de servicios, compras públicas o transportes.

Verheugen coincidió con el presidente de Telefónica Argentina, Mario Vázquez, y el director general de Suez, Jean-Pierre Hansen, en que los países del Mercosur deben dotarse de una regulación no discriminatoria, transparente y previsible en el sector servicios.

En este contexto, el ministro brasileño de Comercio adelantó que Brasil pondrá fin en las próximas semanas al monopolio en el sector de los reaseguros.

No debe vincularse a la ronda Doha

Las diferencias afectan incluso a la forma de evaluar el alcance de las concesiones mutuas, los negociadores sudamericanos consideran que el resultado final debe tener en cuenta el distinto grado de liberalización comercial del que parten ambos bloques -el Mercosur dispone de un arancel medio frente a las exportaciones del 37%, frente al 7% de la UE-.

Pero la CE, pese a asumir que el acuerdo debe ser asimétrico en beneficio del bloque menos desarrollado, entiende que el resultado final debe medirse por sus propios méritos, con independencia de las posiciones de partida de cada cual.

En cambio, ambos bloques coinciden en que el resultado de su negociación no debe vincularse al de la ronda Doha de la Organización Mundial de Comercio.