"Nuestra posición no ha cambiado: esperamos que los griegos cumplan todas las obligaciones comprometidas", dejó claro un portavoz de la Comisión Europea en Bruselas.

La Unión Europea (UE) prometió el fin de semana a Madrid ayudas para sus bancos por hasta 100.000 millones de euros sin las estrictas exigencias de reformas de los rescates de Grecia, Irlanda o Portugal, en parte debido a que España ya abordó en los últimos años fuertes reformas económicas.

Tras ello, el líder del partido conservador griego Nea Dimokratia, Antonis Samaras, reclamó el martes la relajación de las condiciones impuestas a su país a cambio de los paquetes de rescate, según explicó tras conversar por teléfono con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.

Samaras apuntó sin embargo que la modificación de las exigencias debe hacerse con las instituciones encargadas del rescate, y no en solitario. La izquierda radical griega, SYRIZA, reclama por su parte la anulación unilateral de los compromisos de Atenas. Ambas formaciones son las favoritas de cara a las elecciones parlamentarias que se celebrarán en Grecia el próximo domingo.

Grecia se aferra al bloque europeo... y viceversa

"La solución para Grecia está en Europa. Y todos debemos impulsar esa solución", dijo Samaras el martes en declaraciones a la televisión.

Por su parte, también la canciller alemana, Angela Merkel, defendió las medidas de austeridad impuestas a Grecia y destacó la diferencia entre las ayudas a Atenas y Madrid. "No se trata sólo de si el programa (de austeridad) de Grecia tiene éxito o no, sino de si en el futuro se cumplen o no las obligaciones en Europa", señaló Merkel en un discurso durante una Jornada del Consejo Económico de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU).

"Me parece correcto que España haya presentado la solicitud para recapitalizar sus bancos porque los problemas de sus bancos no encierran ninguna falta de reformas macroeconómicas, sino que son el resultado de la burbuja inmobiliaria de la década pasada", señaló también la canciller germana, señalando la diferencia entre el caso español y el heleno.

Fuente: dpa

Editora: Rosa Muñoz Lima