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Fin de guerra del banano

16 de diciembre de 2009

La Unión Europea y los países de América Latina zanjaron en Ginebra la polémica comercial que tenían desde hacía años por los aranceles al banano. La buena noticia para algunos, no lo es tanto para otros.

Que los aranceles europeos a las bananas latinoamericanas bajen no alegra a todosImagen: dpa

Los aranceles al banano procedente de América Latina se reducirán gradualmente de 176 euros por tonelada a 114 euros por tonelada para 2017. El acuerdo fue alcanzado durante un encuentro en Ginebra de representantes ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Con él se pone fin a una disputa iniciada hace 15 años, que pesaba también sobre las negociaciones de la Ronda de Doha.

"Hoy es un muy buen día para los productores y consumidores de banano en todo el mundo, ya que hemos visto la resolución de la 'disputa comercial más larga de la historia'´", aseveró la comisaria de Comercio de la UE, Benita Ferrero-Waldner.

Para países como Ecuador, el mayor exportador de banano del mundo y que surte a un 32 por ciento del mercado europeo, esto es “una gran satisfacción pues ha concluido una negociación muy difícil y larga, un proceso complicado y el fin de una discriminación evidente”·, dijo a Deutsche Welle César Montaño, representante ante la OMC en Ginebra. Así, el fin de esta larga disputa comercial alegra a muchos. No a todos.

Bananas de UgandaImagen: DW/Helle Jeppesen

Fondos para productores africanos y caribeños

El 72 por ciento de las bananas que se consumieron en los países de la UE en el año 2008 provinieron de América Latina, mientras que sólo un 10,5 por ciento de ellas provinieron de regiones bananeras europeas –las francesas Guadalupe y Martinica, Chipre, Grecia, Portugal y las islas Canarias,

“El acuerdo de Ginebra sobre el comercio de este producto dificulta el futuro del sector en el Archipiélago, primer productor de la UE”, reza el comunicado del Gobierno de Canarias. Francia, Portugal y España –que han defendido por muchos años la protección del mercado europeo del plátano- plantean reajustar el apoyo comunitario para sus productores.

La organización Fairtrade asegura que los productores y consumidores se beneficien por igualImagen: Transfair

En el caso canario, en concreto, esta baja de aranceles para los bananos latinoamericanos –del cual se benefician Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela- dificulta “el ejercicio de una actividad económica de la cual dependen directa o indirectamente unos veinte mil canarios, ya que supone una pérdida de competitividad en el mercado comunitario y, con ello, una merma de ingresos y expectativas para los productores”.

Las bananas de ChiquitaImagen: AP

Ayuda para productores africanos

Por otro lado, un 17 por ciento del consumo europeo de esta popular fruta proviene del grupo de los llamados países ACP –África, Caribe y Pacíífico- conformado por antiguas colonias europeas, incluyendo a República Dominicana. Los países ACP tienen acuerdos comerciales con la UE y podrán seguir exportando libre de impuestos y aranceles sus bananos a Europa. Para contrarrestar el impacto que supondrá la competencia de los gigantes bananeros latinoamericanos, la UE pone a disposición fondos adicionales.

En otros sectores, que los pobres productores del África tengan que enfrentarse a los grandes bananeros latinoamericanos, no se ve con tan buenos ojos: según Bernd Lange, parlamentario europeo del bloque de los socialdemócratas, ésta es sobre todo una buena noticia para los grandes consorcios bananeros de Estados Unidos –como Chiquita y Dole- que operan en América Latina.

Popular como ella sola: la bananaImagen: Jörg Carstensen

En el caso de Ecuador, “el primer proveedor de la UE”, cuenta César Montaño, “la diferencia de arancel representaba un pago adicional de más de cien millones de euros anuales. Estimamos que la reducción le va a permitir a un país como el mío ahorrarse unos 500 milllones de dólares anuales durante el período de implementación del acuerdo y de ahí en adelante, unos 800 millones de dólares anuales”.

¿Negocio horizontal?

Con respecto a que el acuerdo favorece principalmente a los grandes productores de bananos, Montaño puntualiza: “Eso es un problema de políticas internas de distribución. El gobierno ecuatoriano de Rafael Correa sabe que los puntos más vulnerables de este rubro en el país son los productores y los trabajadores bananeros”.

Pues, aunque la presencia de las transnacionales es evidente, “hay que resaltar que tenemos más de 5.000 productores independientes, muchos de ellos pequeños productores que tienen diez o menos hectáreas de producción de banano. No dependemos sólo de empresas transnacionales sino que tenemos nuestras propias empresas exportadoras. En el caso del Ecuador el negocio del banano es mucho más horizontal”, asevera Montaño.

Como fuere, en el fin de esta disputa, la OMC ve signos positivos con vistas a la finalización de la Ronda de Doha para la liberalización de los mercados. Y, por último, para los consumidores europeos de las casi 5 toneladas anuales de plátanos este acuerdo también es una buena noticia: las bananas –provengan de donde provengan- bajarán de precio.

Autora: Mirra Banchón
Editor: José Ospina Valencia

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