Casi dos años tomó a los veinticinco actuales miembros de la UE acordar el reparto de los fondos para el periodo entre el 2007 y el 2013. El marco presupuestario aprobado contempla un nivel máximo de gasto de 862.363 millones de euros para el septenio, lo que equivale al 1,045 por ciento de la Renta Nacional Bruta de los 27 estados miembro.

El acuerdo mantiene el mecanismo del "cheque británico", una de las mayores manzanas de discordia en los últimos años. Se trata de la compensación que recibe anualmente Gran Bretaña por el escaso aprovechamiento que hace de las ayudas agrícolas europeas.

El primer ministro británico, Tony Blair, accedió por primera vez a un recorte, de unos 10.500 millones de euros del cheque, a cambio de la promesa de que la estructura del presupuesto europeo sea reexaminada en el 2008-2009.

Grandes y pequeños festejan

El acuerdo logrado proporciona a la Unión Europea un respiro después de meses de crisis y permite a los líderes de la UE dedicarse a otros asuntos importantes para el futuro de la Unión como el futuro de la Constitución o el papel de Europa en el mundo, según puntualizó la canciller alemana, Angela Merkel.

Merkel la reina de Bruselas

La canciller alemana tuvo un exitoso estreno en el escenario europeo en donde demostró su habilidad negociadora. Fue precisamente la propuesta de compromiso presentada por Merkel la que logró deshacer el nudo gordiano que amenazaba con hacer fracasar la cumbre.

El primer ministro británico, TonyBlair indicó en declaraciones a la BBC, que aceptó el recorte del cheque británico por 10,5 mil millones de euros, y no por 8 mil millones como inicialmente quería, ante el temor de ver perjudicadas las relaciona germano-británicas. "El fracaso no sólo habría arruinado las relaciones con los nuevos estados miembro sino también con el nuevo gobierno de Berlín y el interés británico es permanecer anclado en el seno de la Unión Europea", explicó.

También fue Merkel quien convenció a los nuevos miembros a aceptar el paquete financiero que no correspondía ni a sus exigencias ni a sus necesidades. Al final los representantes de Eslovaquia, la República Checa, Eslovenia e Hungría incluso se manifestaron contentos con la propuesta a la que calificaron en términos generales de ventajosa.

Sólo un respiro

El acuerdo logrado en Bruselas es sin embargo sólo un primer paso. El presupuesto aún debe recibir el visto bueno por parte del Parlamento Europeo que da la aprobación definitiva al marco financiero. Se trata además sólo de un respiro pues la disputa financiera continuará.

El presidente francés, Jacques Chirac, no tuvo reparos en elogiar en Bruselas el gesto políticamente difícil realizado por Blair, al aceptar que el cheque sea reformado y así asumir su parte del coste de la ampliación. Chirac anunció, sin embargo, que le guste o no a Gran Bretaña, el cheque británico debe ser suprimido totalmente en interés de Europa.

Chirac destacó la colaboración del eje franco-germano y explicó que "la experiencia prueba que cuando Alemania y Francia están de acuerdo la política europea se desarrolla normalmente". A más tardar en el 2008 se verá si el eje franco-germano logra que Gran Bretaña vuelva a dar su brazo a torcer.