Advertencias no faltaron. El anuncio del cese de la entrega de ayuda financiera de la Unión Europea a las autoridades palestinas no puede por lo tanto sorprender, aunque cause polémica y sea vista por los afectados como un "castigo colectivo" al pueblo que dio su voto mayoritario al movimiento radical Hamás en las pasadas elecciones legislativas.

Presión de doble filo

La medida tiene carácter transitorio y habrá de ser debatida el lunes por los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, enfrentados a un dilema complejo. Por un lado, los múltiples llamados a Hamás a cumplir con requisitos básicos como renunciar a la violencia y aceptar el derecho a la existencia del Estado de Israel, no han obtenido la respuesta que se esperaba en Bruselas. Por otro, en las capitales europeas hay clara conciencia de que estrangular económicamente al gobierno palestino sólo agudizará las tensiones con nefastas consecuencias.

A juicio del ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, la Unión Europea tendrá que encontrar otras vías para respaldar financieramente a los palestinos, dado que de momento no hay "señales claras" de parte de Hamás, que permitan continuar con la ayuda en la forma en que se entregaba hasta ahora. En concreto, eso implicará buscar nuevos canales, que soslayen a la instancia gubernamental controlada por Hamás. Algo complejo, si se aspira a impedir el colapso de la estructura autonómica palestina por falta de fondos para pagar a sus funcionarios.

Dilema complejo

Europa aguarda ansiosa que haya movimiento en el círculo de Hamás, con la esperanza de que lleguen a hacerse efectivas versiones como las que este viernes circularon por las agencias, según la cuales el nuevo gobierno palestino estaría dispuesto a aceptar una salida que contemple la coexistencia con el Estado de Israel. Mientras ello no ocurra, los europeos seguirán sumidos en un serio dilema, agravado por el peligro de que, al cesar el flujo de dinero europeo, el gobierno de Hamás recurra a otras fuentes financieras, como la de Irán.

Por lo pronto, la suspensión de pagos directos anunciada este viernes afectará a 30 millones de euros que deberían haber sido girados en las próximas semanas. La Unión Europea había previsto para el año en curso ayuda por un monto de entre 250 y 280 millones de euros, de las cuales 121,5 millones ya habían sido liberados antes de que el gobierno de Hamás asumiera el mando. La medida afecta sólo a los fondos de ayuda administrados por Bruselas, a los que Alemania aporta cerca de 60 millones de euros. En cambio, no atañe a la asistencia acordada bilateralmente por sus miembros con las autoridades palestinas, ni a la ayuda humanitaria.