Es más bien resquemor lo que se percibe en las esferas de las instituciones europeas después de conocerse los resultados de las elecciones regionales en Venezuela. De haber habido elecciones hace un año hubiesen levantado olas de aprobación, en todas las bancadas. Ahora más bien la cautela y el escepticismo dan la pauta.

Hay que recordar que desde Europa se desconoció la Asamblea Nacional Constituyente y que el tema Venezuela llegó esta semana al  Consejo de los 28 ministros europeos de Exteriores por violaciones a los derechos humanos y por la resquebrajada institucionalidad democrática durante el gobierno del presidente Nicolás Maduro. "Habrá que analizar bien esos resultados”, dicen fuentes europeas. Ni los reconocen ni los desconocen.  

Desde la Eurocámara, algunos -resaltando lo sorprendente de los resultados y la posibilidad de que haya habido fraude- opinan que es demasiado temprano para posicionarse.

"Que hayan cambiado los lugares de votación, que no haya habido tinta indeleble son señas de que algo extraño pasó. Y son varios los ministros de Exteriores de países europeos los que querrían saber primero qué fue exactamente lo que ocurrió”, dice a DW José Inácio Faria, eurodiputado portugués del bloque conservador.

Él, personalmente, lo tiene claro: "Fue una verdadera trampa. Desde hace meses se ve en las calles algo que no va bien con esta ficción. No es posible. En los sondeos se hablaba de 18 Estados para la oposición y 5 para el PSUV. Y que no haya habido observación electoral de la comunidad internacional dice mucho”, continúa el eurodiputado.

Para Javier Couso, eurodiputado español del bloque de la izquierda, que el domingo haya salido lo contrario de lo que se calculaba no es sorprendente. "Se explica porque la demoscopia no acierta; la única foto real que existe sobre una elección son las propias elecciones. No se puede hacer política con demoscopia”, explica a DW desde Caracas, a donde acudió como observador invitado. Además, resalta, los resultados "son una respuesta a la campaña de violencia que ejerció la oposición”.

Para Couso, las acusaciones de fraude de la oposición no tienen fundamento. "Los observadores electorales –magistrados, expertos electorales, personas con responsabilidad parlamentaria como yo mismo-  hemos visto en todos los sitios normalidad, tanto en la campaña como en el voto”, afirma.

Que la empresa responsable del software haya hablado nuevamente de falsificación de resultados, para Couso es parte de la campaña de desestabilización contra el gobierno de Nicolás Maduro. "Estos resultados son auditables, el mismo PSUV ha pedido una auditoría completa”, dice Couso. La reacción europea a los resultados del domingo no lo sorprende. "Entre la diplomacia europea destacada en Venezuela circulaba un documento, ya cuatro días antes de las elecciones, llamando a desconocer los resultados. ¿Cómo se puede llamar a desconocer unas elecciones que no se han producido?”, apunta.

Como fuere, el tema Venezuela seguirá sobre la mesa, "y no se excluye ninguna opción, tampoco las medidas restrictivas”, informan fuentes europeas. Sobre cuáles serían no hay detalles.

No obstante, "para el Partido Popular Europeo está claro”, explica Faria. "Se tiene que aplicar sanciones individualizadas –como congelamiento de cuentas y prohibición de circular en Europa- contra las personas del gobierno que han perpetrado crímenes. Hay toda una lista, que encabeza el señor Maduro”, agrega.

¿Y los resultados de las elecciones? "La UE, en su vía diplomática en busca del diálogo, se mantuvo más bien distante de la Asamblea Nacional; ahora no puede hacerle caso a la Asamblea Nacional Constituyente”, agrega Faria. "Por su parte, el PPE está muy seguro de lo que pasa en Venezuela y de que no hay que aceptar esos resultados, son una ficción”, concluye.