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UE-Venezuela: Guaidó sí, Parra no

8 de enero de 2020

Bruselas seguirá apoyando a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, dadas las violaciones de principios legales en la elección de Luis Parra. ¿Qué más le toca hacer? DW consultó a un especialista.

Venezuela Caracas | Juan Guaido, Oppositionsführer
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Delacroix

Dadas las violaciones de principios legales detectadas en la elección del opositor disidente Luis Parra, Bruselas no lo reconoce como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Seguirá apoyando a Juan Guaidó.  Esta posición, que se esbozaba ya el mismo domingo de la convulsa jornada de reelección, se ha decantado con el transcurrir de esta semana.

Según el orden constitucional, esta cámara tendría aún un año de mandato. Por ser la única elegida democráticamente, a pesar de todos los esfuerzos del gobierno para deslegitimarla, la diplomacia europea ve en ella y en su presidente un interlocutor legítimo.

El pie en dos orillas

A la espera de que haya elecciones creíbles y transparentes como vía para solucionar la crisis, Bruselas ha puesto el pie en las dos orillas: por un lado ha impuesto sanciones individualizadas a miembros del Gobierno de Nicolás Maduro; por otro, no ha reconocido a Juan Guaidó como presidente interino. Es decir, no ha roto relaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro. Y sigue apostando por apoyar el diálogo con el fin de encontrar la vía hacia una jornada electoral.

La creación, hace un año, del Grupo de Contacto Internacional y luego el apoyo al diálogo auspiciado por Noruega dan fe de ello.  Hay que recordar, por un lado, que detrás de estas medidas está la decisión unánime de los 28 Estados miembros de la UE. 

Retroceso inmenso

"Hay que decirlo claramente: lo sucedido esta semana representa un inmenso retroceso. La UE está a favor de las negociaciones, pero con lo que hizo el gobierno de Nicolás Maduro el domingo, esa puerta parece haberse cerrado. No se ve ninguna perspectiva de volver a la mesa de diálogo a corto o mediano plazo”, dice  a DW Phil Gunson, de International Crisis Group, un think tank con sede en Bruselas.

En esa medida, ¿llamar al diálogo sirve de algo? "Es muy difícil para la comunidad internacional definir una posición clara que pueda producir alguna solución. Bruselas ha optado por no aplicar sanciones económicas, sino sólo individuales. Pero sí hay integrantes de la oposición que querrían ver una posición más contundente, como la de Estados Unidos, con sus sanciones económicas”, sigue Gunson. 

¿Más sanciones y más diálogo?

También al interior de las instituciones europeas -tanto en el Consejo como en la Eurocámara- se detecta esa voluntad de imponer sanciones que asfixien al gobierno de Caracas. "Una política de sanciones se entiende como un intento de llevar a un gobierno como éste a una mesa de negociación. Estados Unidos parece convencido de que las sanciones por sí solas van a causar el colapso del régimen. Pero es evidente que eso es muy poco probable. Y aunque las sanciones petroleras sí causan problemas al gobierno, también aumentan el sufrimiento del pueblo venezolano. La prueba de ello es que ya una sexta parte ha abandonado el país”, agrega Gunson.

Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Seco

En este sentido se pronunció, ya en diciembre, Josep Borrel, el Alto Representante de la Política Exterior de la UE.  "El problema político es uno y nadie tiene que convencerme de que es necesario hacer todo lo que pueda para que haya elecciones en Venezuela, pero no deberíamos tampoco negar la realidad. Hay que buscar soluciones que no permitan una gigantesca crisis humanitaria como consecuencia de la asfixia económica”, subrayaba antes de Navidad Borrell en Estrasburgo, asegurando mantener la cooperación y la asistencia humanitaria europea.

Las voces más críticas a esta política dialogante europea afirman que esos fondos de cooperación son oxígeno para un régimen a quien, en realidad, las sanciones no le importan. ¿Es así?

"Evidentemente, el gobierno preferiría no tener que enfrentar el asilamiento y las sanciones lo preocupan. Pero mantiene el apoyo de Rusia y China, ambos miembros del Consejo de Seguridad, y sienten que pueden sobrevivir a pesar de todas las presiones. Lo más importante para ellos es mantenerse en el poder lo más que puedan. Lo demás, piensan ellos, el tiempo va a ir resolviéndolo”, responde Phil Gunson desde Caracas.

De plano descartada la opción militar, ¿qué le toca hacer a la UE entonces? "Dado que tiene mayor credibilidad que cualquiera de los otros porque no tiene tantos intereses en juego, la UE puede cumplir un papel muy importante en acercar las posiciones de los actores envueltos: en un extremo, Estados Unidos  y sus aliados latinoamericanos; en el otro extremo, los rusos, los chinos y, quizás, los cubanos. Tendrá que seguir aplicando sanciones individualizadas como respuesta a actuaciones como las del domingo. Y, por el momento, escuchar a todo el mundo y detectar dónde podría haber una oportunidad de empujar las cosas hacia una salida negociada, por más difícil que parezca”, concluye el experto.

(cp)

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